MAPAN
Tener disposici¨®n para el acuerdo es una condici¨®n previa para que las distintas opciones con representaci¨®n parlamentaria ordenen una negociaci¨®n eficaz

Los resultados electorales permiten concluir, desde 2015, que nuestro sistema pol¨ªtico ya no se entiende sin tomar en consideraci¨®n una amplia fragmentaci¨®n parlamentaria y una polarizaci¨®n ideol¨®gica en bloques. Maridar ambos ingredientes y lograr Gobiernos estables requiere contar con una cultura pol¨ªtica bien entrenada en la consecuci¨®n de acuerdos. Nuestro ecosistema democr¨¢tico no ha facilitado, sin embargo, la adquisici¨®n de habilidades conducentes a impulsar con naturalidad din¨¢micas de pacto. As¨ª, algunas declaraciones certifican la dificultad de nuestros l¨ªderes para orientarse en una nueva cartograf¨ªa parlamentaria que exige traducir las preferencias de voto en proyectos de gobernabilidad estables.
Tener disposici¨®n para el acuerdo es una condici¨®n previa para que las distintas opciones con representaci¨®n parlamentaria ordenen una negociaci¨®n eficaz que saque rendimiento a las pretensiones de sus electores y garantice la conformaci¨®n de Gobiernos. No es el caso del PP ni de Ciudadanos, que se dan por satisfechos con disputarse el espacio de una oposici¨®n de resistencia aparentemente poco ¨²til para influir en la construcci¨®n de las soluciones que necesita Espa?a. Podemos s¨ª ha manifestado inter¨¦s en acordar un Gobierno de progreso con el partido que ha ganado las elecciones. Tambi¨¦n el PSOE ha expresado su voluntad de convertir a Podemos en socio preferente. Sin embargo, las conversaciones mantenidas entre los l¨ªderes de ambos partidos no parecen arrojar todav¨ªa un acuerdo, siquiera de investidura. Todo invita a pensar que la dial¨¦ctica competitiva seguida hasta ahora ha dado lugar a posicionamientos irreconciliables. Con independencia de c¨®mo afecten al desenlace final las maniobras de presi¨®n que todos han activado para obligar al adversario a ceder en sus pretensiones de m¨¢ximos, conviene recordar que una negociaci¨®n de esta complejidad admite una metodolog¨ªa algo m¨¢s depurada que la aparentemente utilizada.
El m¨¦todo cooperativo que sugieren Fisher, Ury y Patton en El arte de negociar sin ceder aspira, de hecho, a otorgar el mayor rendimiento a los verdaderos intereses que las partes tienden a ocultar bajo posicionamientos primarios. Averiguar esos intereses permite ensanchar el campo de las soluciones imaginativas formuladas en beneficio mutuo. Cuando el acuerdo est¨¦ pr¨®ximo ¨²nicamente la Mejor Alternativa Posible a un Acuerdo Negociado ser¨¢ un incentivo al que recurrir para impedirlo. Tomando como referencia nuestra realidad pol¨ªtica, vale la pena pararse a pensar cu¨¢l es la MAPAN para cada uno de los actores pol¨ªticos implicados: ?una primera investidura fallida? ?otra exitosa en septiembre? ?el bloqueo institucional? ?la convocatoria de nuevas elecciones? o ?el desistimiento del votante contrario?, entre otras. Con la sesi¨®n de investidura en ciernes, adivinar si alguien tiene una MAPAN podr¨ªa ayudarnos a anticipar el aut¨¦ntico margen con el que cada partido gestiona los costes y beneficios de un potencial (des)acuerdo. Todo ello, claro est¨¢, siempre que la negociaci¨®n obedezca a par¨¢metros de racionalidad pol¨ªtica. Algo que no estamos en condiciones de poder afirmar. Pronto saldremos de dudas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
