Ruletas rusas
La nueva pol¨ªtica ha heredado lo peor de la antigua, al ser la ludopat¨ªa de los j¨®venes lobos mucho m¨¢s destructiva que la de los viejos dinosaurios bipartidistas
Seguimos en plena crecida de la ludopat¨ªa pol¨ªtica, con los partidos engolfados en el juego de la lucha por el poder a cualquier coste con total desprecio por las demandas de sus representados. La ¨²ltima moda es el juego de la ruleta rusa, en el que nuestros l¨ªderes apuestan todo su capital en el empe?o de acabar con sus rivales al precio de jugarse el inter¨¦s general. El paradigma lo personifica Rivera, que prefer¨ªa entregar Barcelona a ERC con tal de da?ar al PSC. Y ahora hace lo mismo contra su antiguo aliado S¨¢nchez, al que arroja en brazos del secesionismo como si prefiriese una Espa?a rota (y parda, cuando Cs suma con Vox) antes que roja. Pero no es el ¨²nico lud¨®pata, pues tambi¨¦n S¨¢nchez e Iglesias juegan a la ruleta rusa.
El presidente est¨¢ empe?ado en impedir el acceso de Podemos al Gobierno, para lo que no duda en mendigar la abstenci¨®n del centro derecha en su investidura, amenazando en caso contrario con la ruleta rusa de unas nuevas elecciones. Y lo dice quien hizo bandera del ¡°no es no¡± cuando su antecesor se encontraba en la misma tesitura. ?C¨®mo se explica tama?a incoherencia? ?Tanto miedo le tiene a Pablo Iglesias que est¨¢ dispuesto a forzar la repetici¨®n electoral con tal de vetarle? Es verdad que el l¨ªder de Podemos resulta tan temible como Rivera, como demuestra que tambi¨¦n le abandonen sus antiguos socios. Y no hay duda de que un Gobierno controlado por los comisarios pol¨ªticos del pablismo terminar¨ªa como el rosario de la aurora. Ese fue el destino de Manuela Carmena, cuyo mandato result¨® un infructuoso calvario por el constante boicot de los ediles podemistas. Pero no hay por qu¨¦ temer al lobo feroz, pues una vez investido presidente, aunque fuese al precio de ministros pablistas, S¨¢nchez siempre podr¨ªa forzar una crisis ministerial y seguir gobernando despu¨¦s en solitario.
M¨¢s inexplicable resulta la enfermiza obsesi¨®n de Iglesias con las poltronas ministeriales, por cuya okupaci¨®n chantajea a S¨¢nchez con la ruleta rusa del no a su investidura. ?Por qu¨¦ desea tanto Iglesias ser ministro, en flagrante contradicci¨®n con el esp¨ªritu del 15-M? ?Por puro arribismo peque?oburgu¨¦s, como los neofranquistas de Vox que suspiran por concejal¨ªas? Bien podr¨ªa ser, visto el precedente del chal¨¦ de Galapagar. Pues, como entonces, tambi¨¦n ahora se blanquear¨¢ recabando la complicidad de sus bases mediante un plebiscito a la b¨²lgara. Pero creo que la explicaci¨®n es el miedo como en el caso de S¨¢nchez. Iglesias necesita carteras ministeriales porque siente p¨¢nico a que la nave de Podemos se hunda definitivamente, si no logra salvarla in extremis del naufragio mediante alg¨²n p¨²lpito ministerial y el reparto de cargos a la militancia. Y es que la nueva pol¨ªtica ha heredado lo peor de la antigua, al ser la ludopat¨ªa de estos j¨®venes lobos mucho m¨¢s destructiva que la de los viejos dinosaurios bipartidistas. Definitivamente, como acusaba el 15-M, tampoco estos nos representan.
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