Espa?a se viste de p¨²rpura

Tristemente, cada a?o, con la llegada del verano y las fiestas patronales, b¨¢rbaras y ancestrales costumbres encubiertas de diversi¨®n hacen que atrozmente se torturen millares de animales, en especial novillos y toros, aunque no son los ¨²nicos. En el presente, no es ¨¦tico ni defendible convertir la tortura de un animal en espect¨¢culo festivo, y si el Gobierno tuviera el coraje de prohibir sin ambages el maltrato a todo ser vivo, sin duda contribuir¨ªa a consolidar una sociedad m¨¢s justa. Y como ya ha ocurrido con otras leyes avanzadas, en poco tiempo no podremos creer que en un pasado cercano se permitiera maltratar animales como pasatiempo de unos y negocio de otros.

Miguel Fern¨¢ndez-Palacios Gordon. Madrid