Libra
Estamos ante una concentraci¨®n de poder excepcional, la red social y la financiera; as¨ª como de la ausencia de una autoridad externa que regule sus acciones
Libra, la nueva criptomoneda anunciada por Facebook, se podr¨¢ comprar con dinero nacional y utilizarse para realizar pagos por Internet. Ser¨¢ gestionada por medio de un organismo independiente ubicado en Suiza, la Asociaci¨®n Libra, que cuenta a d¨ªa de hoy con 28 miembros. Se espera que lleguen a 100 en 2020, fecha prevista para su lanzamiento. Ahora bien, y aqu¨ª radica la novedad, Libra estar¨¢ respaldada por una reserva de activos reales formada, entre otros, por los dep¨®sitos en moneda local que se realicen al adquirirla. Es decir, tiene un alcance mucho mayor que las criptomonedas actuales, es una moneda digital con un soporte material. La creaci¨®n de moneda, un bien p¨²blico por excelencia, ha sido hist¨®ricamente una prerrogativa del Estado por constituir este garant¨ªa de su validez. Al adoptar la asociaci¨®n esta funci¨®n de alguna forma est¨¢ asumiendo una capacidad propia del Estado, hecho que legitima la organizaci¨®n desde la ¨®ptica del inter¨¦s com¨²n. El blog y el Libro Blanco de Libra presentan la iniciativa como un proyecto de profundo car¨¢cter social: ¡°bien p¨²blico¡±, ¡°el progreso de la inclusi¨®n financiera¡±, o ¡°empoderamiento econ¨®mico¡± son algunas de las expresiones que utiliza para resaltar sus objetivos. Pero bajo este envoltorio subyace un l¨¦xico cargado de connotaciones pol¨ªticas que alude a ¡°formas de gobierno descentralizadas¡±. Incluso emite una llamada a la acci¨®n comunitaria global para ¡°formar un movimiento real en torno a este objetivo¡±. Estamos ante una estructura supranacional con atributos de Estado, de dimensi¨®n planetaria, pero sin territorio, o en todo caso, con un territorio sui generis, el de la red que domina: ¡°El mundo necesita una moneda global y nativa del entorno digital¡±.
Desde su anuncio han surgido numerosas voces advirtiendo de los riesgos sist¨¦micos que plantea esta operaci¨®n y que derivan de una concentraci¨®n de poder excepcional, la red social y la financiera, as¨ª como de la ausencia de una autoridad externa que regule sus acciones y frente a la que rendir cuentas. Martin Wolf considera la posibilidad de que se convierta en una entidad prestamista, y que el mundo acabe por tener un ¨²nico banco dominado por Facebook. Para Katharina Pistor, cabe imaginarse un escenario de gran default y se pregunta qu¨¦ ocurrir¨ªa si cayese un sistema de pago de 2.600 millones de usuarios, ?qui¨¦n lo rescatar¨ªa? Si el impacto sobre la estabilidad financiera es evidente, la influencia sobre la vida pol¨ªtica de las personas no es menor. El cofundador de Facebook Chris Hughes avisa de que Libra debilitar¨¢ a los Estados naci¨®n con econom¨ªas d¨¦biles. No se tratar¨ªa de una descentralizaci¨®n a favor de los m¨¢s necesitados, como proclama el gigante tecnol¨®gico, sino de un trasvase de poder hacia los actores existentes, es decir, los socios fundadores de Libra, entre los que destacan corporaciones de peso como Mastercard, PayPal, Visa, Vodafone, y por supuesto, el propio Facebook.
@evabor3
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