Dimisi¨®n en M¨¦xico
El presidente L¨®pez Obrador necesita recuperar la credibilidad en la solidez de su gesti¨®n econ¨®mica
Despu¨¦s de solo siete meses de mandato, la dimisi¨®n en M¨¦xico del secretario (ministro) de Hacienda, Carlos Urz¨²a, representa una crisis may¨²scula para el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y, lo que es todav¨ªa m¨¢s grave, pone en duda la profundidad y el alcance de las reformas que ese pa¨ªs necesita emprender para profesionalizar y modernizar su Administraci¨®n. Adem¨¢s, le abre al presidente un frente en uno de sus puntos m¨¢s d¨¦biles: el temor que comparte el 40% de los mexicanos a que sus decisiones desaten una nueva crisis econ¨®mica. La salida del jefe de un equipo financiero s¨®lido, que se hab¨ªa ganado la confianza de los inversores y de los mercados, es una mala noticia, m¨¢xime en un momento en que se han multiplicado las embestidas arancelarias de Donald Trump.
Urz¨²a, de 64 a?os, es un prestigioso economista formado en M¨¦xico y EE?UU con una amplia experiencia como investigador universitario y como consultor de organismos internacionales, pero tambi¨¦n pol¨ªtica, siempre desde la izquierda. Su portazo al presidente no ha podido ser m¨¢s sonoro y p¨²blico, ya que renunci¨® a trav¨¦s de una carta publicada en su cuenta de Twitter en la que acusaba al Ejecutivo de "tomar decisiones de pol¨ªtica p¨²blica sin suficiente sustento", de imponer "funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda P¨²blica" y de "conflictos de intereses" en el actual Gobierno, una velada acusaci¨®n de corrupci¨®n contra un dirigente que bas¨® su campa?a precisamente en limpiar y ordenar el sector p¨²blico. Uno de los proyectos que suscit¨® mayor rechazo por parte del equipo econ¨®mico fue la construcci¨®n de una refiner¨ªa p¨²blica en su Estado natal de Tabasco. La ¨²ltima que construy¨® M¨¦xico fue en los setenta.
Estas declaraciones representan un golpe indudable para el Ejecutivo de L¨®pez Obrador y los mercados reaccionaron con una inmediata ca¨ªda del peso frente al d¨®lar. El hecho de que le reemplace un miembro de su c¨ªrculo m¨¢s cercano, Arturo Herrera, contribuy¨® a suavizar las dudas, pero no a disiparlas, porque Urz¨²a se ha encargado de gestionar algunas de las decisiones m¨¢s delicadas de L¨®pez Obrador, como negociar con los acreedores tras la cancelaci¨®n del proyecto de un aeropuerto en M¨¦xico que estaba a medio construir. La dimisi¨®n, adem¨¢s, se produce cuando las expectativas de crecimiento del pa¨ªs se han reducido en los ¨²ltimos meses, tanto en las estimaciones de la OCDE como del Banco de M¨¦xico, y la posibilidad de que M¨¦xico entre en recesi¨®n es real.
Para llevar a cabo su ambicioso programa de reformas, que incluye la lucha contra la corrupci¨®n y el despilfarro ¡ªlo que le ha granjeado una indudable popularidad¡ª, y alejar de M¨¦xico el espectro de la crisis, L¨®pez Obrador necesita recuperar con urgencia la credibilidad en la solidez de su gesti¨®n econ¨®mica. No lo tiene f¨¢cil.
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