Por escrito. Y p¨²blico y transparente
Si hay acuerdo, val¨ªdese, pero si nos quedamos sin gobierno de izquierdas, que Jos¨¦ K., y millones de espa?oles pongamos cara al culpable. Esto es, que conozcamos la verdad
Ha llegado Jos¨¦ K. hace muchos a?os a esa edad en la que futuro es una palabra de muy corto significado, que apenas se conjuga en meses o a lo sumo en un pu?adito de a?os, pero ya nunca, ay, en d¨¦cadas. Quiz¨¢ por eso los sue?os disminuyen en amplitud, y, antes que la justicia c¨®smica, bastar¨¢ para el contento con que no duela el hombro hoy, la rodilla ma?ana, el az¨²car no se dispare y la tensi¨®n se mantenga ah¨ª, terciadita.
Pero aun artr¨ªtico y con menos resuello que un mu?eco de peluche, nuestro hombre permanece recio en su pensamiento, satisfecho en su interior de que le llamen antiguo, los m¨¢s educados, y antigualla viviente, los pocos que conocen la palabra. Pr¨®ximo a la momia a punto de convertirse en piedra, Jos¨¦ K. sigue so?ando con que el mundo que se agita alrededor sea hoy mejor que ma?ana, que todos los ni?os coman tres veces al d¨ªa y reciban educaci¨®n gratuita, que los j¨®venes encuentren trabajo, y tambi¨¦n, qu¨¦ quimera, que se acabe con la repugnante y b¨¢rbara desigualdad, que cada vez m¨¢s empuja a los ricos a la estratosfera de la impudicia de acumular centenares o miles de millones mientras los pobres son, a cada hora que pasa, m¨¢s pobres y miserables.
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(Jos¨¦ K. recuerda de memoria: mill¨®n y medio de ni?os viven en la pobreza, un 35% de paro juvenil, el n¨²mero de millonarios ha crecido en Espa?a el doble que en Estados Unidos y, para terminar, un dato global: un 1%, solo un 1%, acumula m¨¢s riqueza que el 99% restante de la poblaci¨®n mundial. ?Suficiente con este triste sancocho?).
Por eso, enrabietado, blande el bast¨®n en su modesto sotabanco, asustado ante la implacable ola de calor, y se grita a s¨ª mismo, si bien dirigi¨¦ndose a unos protagonistas de la vida pol¨ªtica que ni le ven ni le oyen, que aunque ya no quedan muchos sue?os por los que apostar, hay uno que ha permanecido agazapado durante a?os y que ahora, precisamente ahora, podr¨ªa llegar a cumplirse: un Gobierno de izquierdas. Qu¨¦ pareja de palabras tan guapas y tan bien avenidas, que solo de enunciarlas da gusto verlas pasear. Admiren de nuevo, se?ores, tan bella eufon¨ªa: Gobierno de izquierdas.
?Y qui¨¦n impide que se produzca tal cosa? Pues los dirigentes del PSOE y de Unidas Podemos, dicho as¨ª a las bravas, que para qu¨¦ nos vamos a complicar la existencia, se dice Jos¨¦ K., harto de leer, y ver y o¨ªr, las mismas pamemas en peri¨®dicos, radios y televisiones, repetidas una y otra vez por esos portavoces de los partidos que hablan con voz de pl¨¢stico y emiten peroratas de pl¨¢stico.
No quiere nuestro hombre que le suba la bilirrubina, y prescinde de reproducir las bobadas de unos y otros.
Llenos estamos de cabilderos, que tratan de enturbiar lo que es cristalino
Hay una cita de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ¡ªesp¨¦rame en el infierno, querido amigo, reza para s¨ª el pecador Jos¨¦ K.¡ª que ven¨ªa a decir que era m¨¢s f¨¢cil llegar a acuerdos con los contrarios que con los m¨¢s pr¨®ximos. O sea, que se hac¨ªan mejor los arreglos de la herencia con los primos segundos que con los hermanos con los que incluso has compartido sonajero. Es posible, pero el caso es que aqu¨ª nadie se arranca, que dar el primer paso cuesta lo que no est¨¢ escrito.
Llenos estamos de cabilderos, que tratan de enturbiar lo que es cristalino, evidente como es que otros caminos ¡ªal centro, al centro izquierda o al centro derecha¡ª aparecen cegados por unas l¨ªneas azules, no digan rojas, marcadas por sus j¨®venes y fan¨¢ticos l¨ªderes.
Aqu¨ª est¨¢ la evidencia: el perdedor indudable en las urnas, el joven a la vez que presuntuoso Pablo Casado ya ha dicho hasta la saciedad, porque todo lo dice hasta la saciedad, que no apoyar¨¢ a los socialistas, ni por activa ni por pasiva ni por perifr¨¢stica.
Misma posici¨®n tiene su socio y presunto rival Albert Rivera, tambi¨¦n conocido en algunos cen¨¢culos como el incre¨ªble l¨ªder menguante. A S¨¢nchez, pues, ni agua, as¨ª estuvieran en el desierto. O sea, que por ah¨ª, poco que rascar, que Jos¨¦ K. ni siquiera quiere mencionar a los fachas, sarpullido peligroso.
Pero es que, adem¨¢s, el presidente del Gobierno en funciones, don Pedro S¨¢nchez Castej¨®n, ya ha declarado que quiere gobernar desde la izquierda, de modo que solo nos queda en la faltriquera la formaci¨®n de Pablo Iglesias, Unidas Podemos, que el resto de fuerzas, por muy complicadas que sean ¡ªla abstenci¨®n o no de Esquerra Republicana de Catalu?a, en plan estrella¡ª ya sumar¨¢n si es preciso, se dice Jos¨¦ K. recordando la moci¨®n de censura, aunque se le abren las carnes ante el panorama del d¨ªa siguiente, la derecha mostrando las fauces para despedazar al cabritillo. ?A?adimos alg¨²n ingrediente m¨¢s para apostar por esa v¨ªa? Pues recordemos, por ejemplo, que la batalla de Madrid se ha perdido, y no sabemos para cu¨¢nto, por la absoluta incompetencia de la izquierda, incapaz de hacer un frente com¨²n ante la que se avecinaba. Ah¨ª est¨¢ el desastre, ah¨ª nos colma la amargura.
La batalla de Madrid se ha perdido por la absoluta incompetencia de la izquierda
As¨ª que aprendamos y pong¨¢monos manos a la obra para construir, insiste Jos¨¦ K., ese Gobierno de izquierdas. Y nuestro hombre, anciano pero no est¨²pido, tiene la f¨®rmula para evitar cataclismos mayores. Util¨ªcese el ordenador y la impresora, o el papel y la pluma estilogr¨¢fica, el rotulador o el bol¨ªgrafo, y escr¨ªbase, punto por punto, qu¨¦ ofrece uno y qu¨¦ pide el otro. Diga S¨¢nchez a las claras, y deje constancia escrita de ello, cu¨¢l es su propuesta para llevar a buen puerto ese Gobierno. Planes, acuerdos, cargos. Queremos contar con Podemos y para ello ofrecemos este oro y este moro. Lo que guste.
Y proceda Iglesias de la misma manera: pretendemos esto y aquello, que se hagan tales reformas, que se aprueben equis leyes y escriban de forma expl¨ªcita, blanco sobre negro, qu¨¦ ministerio piden, porque se supone que no querr¨¢n sillones al peso, sino alguno espec¨ªfico para hacer pol¨ªticas concretas, si es que se trata de eso, o si es cierto que exigen la vicepresidencia para su l¨ªder Iglesias, como insin¨²an algunas fuentes socialistas.
Nada extra?a tal petici¨®n, que el compa?ero Iglesias es muy due?o de pedir lo que le pete, como ya hizo en enero de 2016.
Queremos todos estos ep¨ªgrafes, numerados del uno al cien, firmados y rubricados por ambas partes. Exigimos verlos. Si hay acuerdo, val¨ªdese, pero si nos quedamos sin Gobierno de izquierdas, que Jos¨¦ K. y millones de espa?oles pongamos cara al culpable. Esto es, que conozcamos la verdad.
(¡°El infierno es la verdad vista demasiado tarde¡±. Thomas Hobbes, citado por Don Winslow en La frontera).
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