El ritual de excentricidades de Naomi Campbell cada vez que se sube a un avi¨®n

"Me encanta viajar. Nac¨ª de viaje, eso dice siempre mi madre, y creo que tiene parte de raz¨®n. Me encanta volar. Me encanta estar en todas partes y en ninguna parte al mismo tiempo". Naomi Campbell asegura ser una gran aficionada de los viajes. Sin embargo, dada su complet¨ªsima rutina cada vez que se sienta en un avi¨®n, no parece que le resulte demasiado c¨®modo montarse en ellos. Una rutina que no es precisamente f¨¢cil: la supermodelo desinfecta cada rinc¨®n que puede del aparato y se protege ella misma ante los posibles g¨¦rmenes que pueda encontrarse a bordo.

Esa rutina la ha contado ella misma en su canal de YouTube,?inaugurado hace siete meses,?llamado Naomi y donde la siguen casi 220.000 personas. En ¨¦l habla de sus trucos de belleza, contesta preguntas de fans o cuelga sesiones de fotos e im¨¢genes de detr¨¢s de las c¨¢maras nunca vistas. En este caso, en algo m¨¢s de cinco minutos deja ver c¨®mo act¨²a cada vez que va a un aeropuerto y se sube a un avi¨®n. Unas im¨¢genes que han visto cerca de 700.000 espectadores en pocos d¨ªas.

"La verdad es que me encanta el aeropuerto", explica, mientras pasea entre los controles de seguridad del aer¨®dromo franc¨¦s de Niza. "[Los empleados] son encantadores, la verdad". Campbell, ataviada con una camisa y un pantal¨®n holgados a juego de la marca Burberry ¡ªpara la que ha hecho varias campa?as¡ª, zapatillas blancas de deporte, sempiternas y enormes gafas de sol, un bolso de Louis Vuitton y una botella de agua de cristal de la que bebe constantemente, acude con dos asistentes al control de pasaportes.

La rutina de avi¨®n de Naomi Campbell

Pasea por el duty free cogiendo chocolates ("de verdad, no deber¨ªa, pero ?sabes qu¨¦? Me lo llevo y no me importa"). Como cualquier mortal, la top se da una vuelta entre los estantes de cosm¨¦tica, que reconoce son su parte favorita, y se maquilla con un labial de Chanel: "Me encanta este tono, lo han descatalogado". Tambi¨¦n muestra alguna de sus rutinas de belleza y se hace con algunas revistas:? "Tengo que comprar Vogue UK, a¨²n no me he visto". "?No!", exclama con dramatismo al pasar por el estante de chucher¨ªas ante las que, finalmente, sucumbe.

Lo m¨¢s curioso llega cuando entra al avi¨®n, por la zona de primera clase, evidentemente. "Todo por la hidrataci¨®n. Cuando subo a un avi¨®n, llevo este kit de hidrataci¨®n, con mascarillas faciales", explica sacando una gran bolsa de pl¨¢stico llena de peque?os botes. "Ahora estoy buscando los guantes, que es la mejor parte", cuenta. Tras revolver en su bolso entre docenas de cosm¨¦ticos, finalmente da con un par de guantes de pl¨¢stico. "Normalmente los encuentro antes porque los llevo separados", relata. Ya con ellos puestos, saca un paquete de toallitas h¨²medas y se pone a limpiar: "A limpiar todo lo que toques, todo lo que puedas llegar a tocar. Todos los sitios donde pongas las manos".

As¨ª, Campbell va frotando concienzudamente en la toallita el mando y la pantalla del televisor del avi¨®n, los cojines, los reposabrazos, la parte de abajo del asiento y hasta el portaequipajes con varias toallitas. "Esto es lo que hago cada vez que me monto en un avi¨®n. No me importa lo que la gente piense de m¨ª; es mi salud y me hace sentir mejor". Una vecina de asiento, de hecho, le dice con humor: "?Podr¨ªas limpiar mi sitio ahora despu¨¦s?". "No lo limpiar¨¦, pero puedo compartirlo contigo", responde ella, m¨¢s tensa que divertida por el comentario.

Ya con todo reluciente, Campbell se dispone a mantener ese inmaculado?orden germ¨®fobo. "Esta es mi funda para el asiento. La cambio cada semana. Esta la acabo de comprar en el aeropuerto", explica, sacando una manta rosa con la que cubre por completo su asiento. "Me las lavan a mano en cada hotel al que voy y luego las cambio", explica, contando que las tiene de distintos colores, "en turquesa... porque los colores te hacen feliz".

El paso final, tras mostrar su arsenal de cosm¨¦ticos hidratantes, es taparse la cara con una gruesa mascarilla negra: "Me siento as¨ª con ella durante todo el vuelo". "Da igual qu¨¦ vuelo cojas, privado o comercial", relata la brit¨¢nica sobre sus experiencias volando y los motivos por los que lo hace as¨ª, "cuando el avi¨®n desciende, la gente empieza a?estornudar y a toser, y los estornudos y las toses me hacen... Es que no puedo. As¨ª que esta es mi protecci¨®n para la gente que tose y estornuda". "Es decir, como viajo mucho, tendr¨ªa que resfriarme y enferma a menudo, pero por suerte no me pasa", relata, tocando con superstici¨®n la madera de la bandeja de delante, "as¨ª que creo que esto", gesticula con las manos en referencia a su ritual, "realmente me ayuda, esta peque?a rutina. Y eso es todo. Gracias por volar conmigo. ?Os veo al otro lado!".