A la busca de un modelo fiscal integral que cierre los agujeros que merman la recaudaci¨®n
Los expertos denuncian que el esquema actual arroja recursos insuficientes para el Estado y alertan de los retos que supone la Tasa Google
La principal caracter¨ªstica del sistema tributario espa?ol es que carece de un modelo fiscal integral que lo soporte, lo que genera un buen n¨²mero de agujeros por los que se escapa parte de la recaudaci¨®n, haciendo insuficientes los recursos p¨²blicos que el Estado obtiene para financiarse. Esta es la principal conclusi¨®n de consenso alcanzada por varios prestigiosos expertos en la materia durante el debate La fiscalidad personal y empresarial y las nuevas f¨®rmulas en una econom¨ªa digital, celebrado en el marco del Foro Futuro, Observatorio de Tendencias Econ¨®micas, organizado por Cinco D¨ªas en colaboraci¨®n con Banco Santander. As¨ª, alertan los especialistas, los problemas afectan desde el IVA al IRPF, pasando por Sociedades, la fiscalidad del ahorro o el modelo de tributaci¨®n de los aut¨®nomos.
No es f¨¢cil hacer casar todos ¡°los principios que deber¨ªan orientar el buen dise?o de un sistema fiscal¡±, admite Jorge Onrubia, investigador asociado de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea) y profesor titular del departamento de Econom¨ªa aplicada VI (Hacienda P¨²blica y Sistema Fiscal) de la Universidad Complutense. Lo ideal, dice, ser¨ªa tener un modelo que se rija por ¡°razones de eficiencia econ¨®mica y metas de equidad, a la vez hacerlo con un sistema fiscal sencillo de gestionar, lo que supone hacer m¨ªnimos los costes de administrarlo por parte de administraci¨®n y los costes que deben soportar los contribuyentes, y a su vez, desde un punto de vista macroecon¨®mico, que realmente sea un sistema tributario capaz de comportarse con flexibilidad y actuar de forma contrac¨ªclica¡±. Sin embargo, alerta, en Espa?a ¡°puntuamos bastante mal¡± en todos los campos, ¡°como reiteradamente expertos e instituciones internacionales nos vienen advirtiendo¡±.
¡°En nuestro pa¨ªs, nos hemos plantado casi en el inicio de la tercera d¨¦cada del siglo XXI con un problema de ausencia del modelo tributario¡±, sostiene Onrubia, lo que genera una clara ¡°insuficiencia recaudatoria¡±. ¡°Esto no quiere decir que tengamos un problema de tipos impositivos¡± bajos, asevera, sino de ¡°agujeros en las bases fiscales¡±. El ejemplo tradicional es el del impuesto de sociedades, el ¨²nico que no ha recuperado los niveles de recaudaci¨®n precrisis, si bien Onrubia cree que las marcas de la burbuja inmobiliaria no se van a repetir. De hecho, aunque admite que las grandes compa?¨ªas practica una ¡°planificaci¨®n fiscal agresiva y estrategias para reducir sus bases¡± imponibles que conviene vigilar, el profesor apunta que ser¨ªa interesante complementar la tributaci¨®n de las empresas con la de sus accionistas, elevando el gravamen sobre el ahorro. La idea, aduce, ser¨ªa acercar el tipo del ahorro, que va del 19% al 23%, al tipo nominal de Sociedades, del 25% general y el 30% para banca y petroleras.
¡°Tenemos un sistema fiscal que grava poco y mal¡±, lo que se ha intentado resolver sin ¨¦xito poniendo ¡°parche sobre parche¡± a la legislaci¨®n, concuerda Fernando Fern¨¢ndez, doctor en Econom¨ªa y profesor en IE Business School, quien no ve prudente, sin embargo, gravar m¨¢s un ahorro que est¨¢ en m¨ªnimos hist¨®ricos. En su opini¨®n, lo realmente efectivo ser¨ªa permitir que la Agencia Tributaria aproveche la tecnolog¨ªa y controle los pagos de todos los contribuyentes a trav¨¦s de sus tel¨¦fonos m¨®viles, idea que admite que ser¨ªa impopular pese a que los ciudadanos ya ceden pr¨¢cticamente todos sus datos de esta forma a empresas privadas como es el caso de Google o Facebook, dice.
M¨¢s all¨¢, en una econom¨ªa digital, global y cada vez m¨¢s desalarizada, Fern¨¢ndez asume que habr¨¢ que acabar centr¨¢ndose en gravar las rentas gastadas en lugar de las rentas generadas, como ven¨ªa siendo habitual.
Falta voluntad pol¨ªtica
¡°Los grandes problemas parecen estar en el IRPF¡±, expone, por su parte, Santiago Carb¨®, catedr¨¢tico de Econom¨ªa y Finanzas de Cunef y director de estudios financieros de Funcas. Pone como ejemplo la ineficacia del sistema de tributaci¨®n por m¨®dulos de los aut¨®nomos, la existencia de deducciones con poco sentido, como las dirigidas a arrendadores de vivienda, o la baja tributaci¨®n que afecta a los pensionistas en un pa¨ªs con un serio problema de envejecimiento de la poblaci¨®n. Carb¨® denuncia que si ning¨²n Gobierno introduce reformas es por inter¨¦s electoral, ya que estos cambios afectar¨ªan a los colectivos que ¡°cubren a un mayor n¨²mero de votantes¡±. ¡°No hay voluntad pol¨ªtica de cambiarlo¡±, asegura.
¡°Comparto el problema de ausencia de modelo tributario y el problema de la suficiencia, una combinaci¨®n extraordinariamente peligrosa¡±, apunta Francisco P¨¦rez, catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universitat de Valencia y director de investigaci¨®n del Ivie. ¡°La falta de modelo se deriva de que tenemos un sistema tributario que no responde a criterios¡± t¨¦cnicos, critica, ¡°sino a una acumulaci¨®n de presiones que hacen de ¨¦l un verdadero galimat¨ªas¡± como consecuencia de las peticiones de deducciones o tipos reducidos de todo tipo de colectivos. Centr¨¢ndose en la ¡°acumulaci¨®n de tipos reducidos del IVA¡±, expone, ¡°las estimaciones prudentes de lo que significa de menor recaudaci¨®n respecto de la potencial, no se sit¨²an por debajo del 25%, eso es much¨ªsimo dinero¡±, advierte.
Onrubia a?ade un dato significativo en este asunto, revelando que en Espa?a solo la mitad de las operaciones gravadas con IVA est¨¢n sujetas al tipo ordinario, del 21%, mientras que el resto se benefician del tipo reducido del 10% o el superreducido del 4%. Solo pasar las operaciones sujetas a este ¨²ltimo tipo al tramo intermedio, elevar¨ªa la recaudaci¨®n en m¨¢s de 2.000 millones al a?o, revela. ¡°No hay sector en Espa?a que no quiera su tipo reducido¡±, concluye.
El urgente dilema de d¨®nde debe tributar un negocio digital
El debate fiscal m¨¢s acuciante que se est¨¢ produciendo actualmente en todo el planeta, y el que mayor trascendencia tendr¨¢ en el futuro, es el de c¨®mo gravar los negocios digitales, coinciden en destacar los expertos reunidos en el Foro Futuro, Observatorio de Tendencias Econ¨®micas, organizado por Cinco D¨ªas y Banco Santander.
¡°En el debate de d¨®nde se genera el valor y d¨®nde se grava, el sistema de gravamen tradicional quiz¨¢s ya no es operativo¡±, plantea Jorge Onrubia, profesor de Econom¨ªa e investigador de Fedea. El car¨¢cter intangible, global y digital de estas nuevas actividades genera el dilema de si el gravamen debe aplicarlo el pa¨ªs en el que tenga su sede la empresa, haci¨¦ndola tributar por los beneficios que saca de sus algoritmos, como defiende EE UU; o si la compa?¨ªa debe tributar en cada territorio que le aporte consumidores, que es lo que plantea Europa, explica Onrubia.
¡°?D¨®nde genera valor Google? Eso no lo s¨¦, pero s¨¦ d¨®nde vende y ah¨ª lo puedo gravar¡±, aduce Fernando Fern¨¢ndez, doctor en Econom¨ªa y profesor del IB Business School. Bajo ese axioma, mientras la UE y la OCDE buscan consensuar una tasa Google, pa¨ªses como Francia y Reino Unido ya han decidido impulsarla en solitario. El Gobierno del PSOE, de momento en funciones, busca impulsar este impuesto en Espa?a en 2020 gravando al 3% las operaciones de grandes firmas globales dedicadas a la venta de datos, la intermediaci¨®n y la publicidad online.
¡°La tasa Google viene a plantear un gravamen que no pesa sobre el beneficio, sino sobre el volumen de ventas¡±, detalla Onrubia, alertando de los riesgos de impulsar impuestos unilaterales porque generan ¡°deslocalizaci¨®n¡± de empresas.
¡°Pa¨ªses peque?os tienen una situaci¨®n favorable para captar valor ofreciendo tipos muy bajos¡±, ilustra Francisco P¨¦rez, catedr¨¢tico de Econom¨ªa e investigador del Ivie, sobre dicho riesgo. ¡°Es el caso de Irlanda¡±, donde han instalado su sede europea gigantes tecnol¨®gicos como Google, Apple o Facebook, para pagar menos impuestos, recuerda Santiago Carb¨®, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de Cunef y director de estudios de Funcas. En su opini¨®n, los pa¨ªses no tardar¨¢n en abrazar la tasa Google, pero teme que ¡°se queden cortos¡± porque ¡°la parte de la econom¨ªa que m¨¢s crece es la digital¡± y el sistema fiscal debe estar listo para adaptarse a su naturaleza cambiante.
As¨ª lo considera tambi¨¦n Onrubia, quien cree que ¡°deber¨ªa haber un departamento de fiscalidad digital en los Ministerios. Es un tema cambiante. El que hoy tiene una panader¨ªa ma?ana repartir¨¢ pan por internet¡±, ilustra.
¡°Me preocupa que ahora parece que la soluci¨®n a todo es crear impuestos, para los bancos, las tecnol¨®gicas...¡±, apunta Fern¨¢ndez, quien defiende que los impuestos no deben coartar el crecimiento y aboga por bajar algunos tipos para incentivar las inversiones. P¨¦rez, por su parte, replica que hay pocas certezas sobre qu¨¦ clase de fiscalidad impulsa la econom¨ªa, pero bastantes de que bajar impuestos, reduce la recaudaci¨®n.
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