Valorar el talento
El debate entre meritocracia y endogamia es una constante en el ¨¢mbito acad¨¦mico
Las aparentes irregularidades que han salpicado las oposiciones convocadas en la Comunidad de Madrid a catedr¨¢tico de artes esc¨¦nicas, han esparcido una alargada sombra de sospechas que debe ser despejada cuanto antes. Que miembros de un tribunal examinador sean recusados, dimitan por discrepancias sobre los criterios de evaluaci¨®n o concedan una puntuaci¨®n rid¨ªcula a verdaderos maestros son anomal¨ªas que requieren una explicaci¨®n convincente. En cualquier proceso de selecci¨®n acad¨¦mico tienen que primar los m¨¦ritos y el talento de los candidatos. Trat¨¢ndose de disciplinas en las que calibrar la calidad de los aspirantes entra?a una gran dosis de subjetividad, es especialmente necesario que los tribunales no solo est¨¦n compuestos por profesionales acreditados, sino tambi¨¦n que sean equilibrados.
El debate entre meritocracia y endogamia es una constante en el ¨¢mbito acad¨¦mico. Espect¨¢culos como los vividos en la Comunidad de Madrid al hilo de las oposiciones a catedr¨¢tico de instrumentista de cuerda en el Real Conservatorio de M¨²sica, as¨ª como en la Escuela Superior de Canto, reflejan esa batalla. Aspirantes a estas plazas no han dudado en calificar de ¡°vergonzoso¡± y ¡°chapuza¡± un proceso en el que distintos miembros de un mismo tribunal exhiben criterios irreconciliables a la hora de valorar las pruebas de interpretaci¨®n. Esta disparidad ha provocado la renuncia de varios jueces examinadores y, en consecuencia, a congelar el proceso hasta septiembre, con un nuevo tribunal.
A la Consejer¨ªa de Educaci¨®n le corresponde velar para que las pruebas se desarrollen con la m¨¢xima transparencia garantizando la profesionalidad y autonom¨ªa de los componentes de los tribunales calificadores. Es preciso evitar cualquier atisbo de duda y, desde luego, no es un buen s¨ªntoma que los aspirantes puedan ser examinados por sus compa?eros de aula. Adem¨¢s de establecer con la m¨¢xima precisi¨®n los baremos, las bases del concurso de oposici¨®n deben ser claras y respetadas de manera rigurosa.
El hecho de que 17 tribunales hayan sido impugnados por irregularidades formales hace a¨²n m¨¢s perentorio extremar las medidas para acreditar la limpieza de las pruebas. Quienes aspiran a desempe?ar tareas pedag¨®gicas, ya sea en la m¨²sica o el canto o en cualquier otra disciplina, han de obtener la plaza en buena lid. Solo si se destierra la parcialidad, se pone coto a la endogamia y se valoran los atributos de todos con el mismo rasero, se garantizar¨¢ que accedan los mejor cualificados. El talento est¨¢ re?ido con las, lastimosamente demasiado habituales, pr¨¢cticas endog¨¢micas en todo el mundo acad¨¦mico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.