El reencauche de las viejas ¨¦lites
La renovaci¨®n en las elecciones locales en Colombia no ser¨¢ tan grande como se vaticinaba hace algunos meses
Hasta hace algunas semanas el panorama pol¨ªtico colombiano parec¨ªa bastante claro. Se cre¨ªa que los dos grandes ganadores de las elecciones de 2018 iban a crecer a costa de las viejas ¨¦lites locales y regionales. Adem¨¢s, se pensaba que los partidos pol¨ªticos tradicionales iban a decrecer sustancialmente. El Centro Democr¨¢tico, formaci¨®n derecha que actualmente gobierna a Colombia y que es liderado por el expresidente y actual senador ?lvaro Uribe, se hab¨ªa propuesto lograr por lo menos 500 alcald¨ªas entre las poco m¨¢s de 1.100 en las pr¨®ximas elecciones locales de octubre. Su aspiraci¨®n era crecer en detrimento de los partidos tradicionales como el Liberal, Cambio Radical o el Partido de la U. Al otro lado del espectro pol¨ªtico, las fuerzas de izquierda, representadas por la coalici¨®n que lidera Gustavo Petro, ten¨ªan las aspiraciones de lograr varias ciudades importantes. Pero, la aspiraci¨®n m¨¢s importante de las fuerzas pol¨ªticas progresistas estaba concentrada en el centrista Partido Verde, el cual aspiraba a controlar varios departamentos y ciudades importantes.
Ahora que se conocen los listados oficiales de candidatos a alcald¨ªas, gobernaciones, concejos municipales y asambleas departamentales, la sensaci¨®n es que el avance no ser¨¢ tan importante como se pensaba. Lo cierto es que, impulsados por la oportunidad de crecer en el n¨²mero de circunscripciones, entregaron avales a las viejas ¨¦lites en detrimento de sus propios militantes.
El Centro Democr¨¢tico desde hace varios meses hab¨ªa acordado una serie de reglas de juego para consolidar sus candidatos en los diferentes municipios y departamentos. En Bogot¨¢, por ejemplo, se acord¨® una encuesta entre tres candidatos y al final la ganadora fue Angela Garz¨®n. En el departamento de Boyac¨¢ fue designado Guillermo S¨¢nchez. En los ¨²ltimos d¨ªas, a tan solo horas de que cerraran las inscripciones de candidatos -la fecha l¨ªmite era el 27 de julio- el Centro Democr¨¢tico, liderado por el propio senador Uribe, decidi¨® no seguir las reglas que el mismo hab¨ªa puesto, y entreg¨® los avales a las viejas ¨¦lites de siempre. En el caso de Bogot¨¢, sin previo aviso le quit¨® el aval a ?ngela Garz¨®n, se lo entreg¨® a Miguel Uribe, quien viene de la vieja familia de los Turbay y que agrup¨® el aval de los viejos partidos de siempre como el Conservador, el Liberal y la extrema derecha de los partidos cristianos. En Boyac¨¢, igualmente, sin previ¨® aviso, le quit¨® el aval a S¨¢nchez y se lo entreg¨® al representante de los partidos tradicionales.
En el espectro de las fuerzas progresistas pasaron dos cosas. Por un lado, las listas que lidera Gustavo Petro se encontraron con la terrible panor¨¢mica de no tener candidatos viables. Y es la segunda fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs sin candidatos. Literalmente, no ten¨ªan a quien poner a competir. En la Costa Atl¨¢ntica, la zona m¨¢s fuerte de Petro, a excepci¨®n del Magdalena donde compite Carlos Caicedo, no tiene candidatos viables en ninguna circunscripci¨®n.
Por otro lado, en el Partido Verde pasaron tres situaciones. En varias ciudades grandes y departamentos han logrado posicionar a candidatos viables, que representan las aspiraciones de sus votantes, y que lideran esa sensaci¨®n de cambio y de renovaci¨®n pol¨ªtica: en Bogot¨¢, Claudia L¨®pez parece una aplanadora; en Cali, Jorge Iv¨¢n Ospina tiene opciones importantes de ganar; en Santander, por primera vez, una alianza del Polo y Los Verdes podr¨ªan obtener la gobernaci¨®n con Le¨®nidas G¨®mez. Es posible que mantengan los departamentos de Boyac¨¢ y Nari?o, adem¨¢s pueden ganar algunas ciudades intermedias. Sin embargo, en muchos otros sitios, se dio un canibalismo incre¨ªble entre las fuerzas internas del partido. En Manizales, por ejemplo, las disputas internas, que incluyeron agresiones, hacen que su candidato sea inviable. Pero tambi¨¦n, incre¨ªblemente, avalaron a candidatos de las viejas ¨¦lites. En Antioquia, uno de los departamentos m¨¢s importantes del pa¨ªs, en lugar de apoyar a Mauricio P¨¦rez, una opci¨®n de lujo que representa sus aspiraciones ideol¨®gicas y pol¨ªticas, le entregaron el aval al exalcalde de Medell¨ªn An¨ªbal Gaviria, quien ha agrupado a las viejas ¨¦lites pol¨ªticas del departamento. Gaviria lleg¨® como un verdadero hurac¨¢n pol¨ªtico, barriendo con todo.
Todo parece indicar que los partidos tradicionales y las viejas ¨¦lites lograron infiltrar a los dem¨¢s partidos y en su aspiraci¨®n por ganar, las nuevas fuerzas, han sacrificado sus propios candidatos. La renovaci¨®n en las locales no ser¨¢ tan grande como se vaticinaba hace algunos meses.
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