Liderar la transici¨®n energ¨¦tica

Uno de los aspectos m¨¢s rese?ables de las elecciones al Parlamento Europeo celebradas hace dos meses fue la relevancia que adquirieron en el debate aspectos como la protecci¨®n del medio ambiente y la lucha contra el cambio clim¨¢tico. La incorporaci¨®n de nuevas generaciones al electorado se halla entre los principales factores clave que explican este fen¨®meno. As¨ª, en Alemania, un 35% de los menores de 30 a?os ha votado a grupos verdes, y otros pa¨ªses han registrado una tendencia similar. Como en tantas ocasiones, el empuje de los j¨®venes est¨¢ contribuyendo a la movilizaci¨®n del resto de la sociedad.

La nueva presidenta de la Comisi¨®n Europea, la alemana Ursula von der Leyen, ya ha anunciado que la pol¨ªtica clim¨¢tica ser¨¢ uno de los principales pilares de su mandato: en sus primeros 100 d¨ªas presentar¨¢ un Pacto Verde Europeo, y se ha comprometido a que Europa sea el primer continente neutro en carbono en 2050. Para ello, prev¨¦ aumentar el objetivo de reducci¨®n de emisiones a 2030 desde el 40% actual hasta el 50% o incluso el 55%, potenciando la inversi¨®n p¨²blica y privada y convirtiendo al Banco Europeo de Inversiones en un aut¨¦ntico banco clim¨¢tico.

La sostenibilidad energ¨¦tica no puede quedar sujeta a las disputas partidistas. Debe tratarse como una aut¨¦ntica cuesti¨®n de Estado sobre la que los ciudadanos, m¨¢s all¨¢ de sus ideas pol¨ªticas, esperan y reclaman comportamientos responsables por parte de los pol¨ªticos, las instituciones y las empresas.

El Gobierno espa?ol ha mostrado una firme determinaci¨®n en su voluntad de aprovechar el potencial que supondr¨ªa para nuestro pa¨ªs asumir un papel de liderazgo en esta transici¨®n. As¨ª se puso de manifiesto hace pocos meses en la presentaci¨®n del Marco Estrat¨¦gico de Energ¨ªa y Clima, que apuesta inequ¨ªvocamente por el desarrollo de las renovables y la eficiencia energ¨¦tica. La ambici¨®n y el rigor de este Marco han sido reconocidos por la Comisi¨®n Europea, e instituciones del prestigio de la European Climate Foundation lo han valorado como el mejor de entre todos los publicados por los Estados miembros.

Los costes de las instalaciones fotovoltaicas y e¨®licas han bajado entre el 50% y el 65%, y seguir¨¢n bajando en el futuro

Aunque el desaf¨ªo es enorme, y la urgencia por acometerlo es cada vez mayor, las tecnolog¨ªas que permiten avanzar en la descarbonizaci¨®n, en particular las energ¨ªas renovables, han evolucionado mucho m¨¢s r¨¢pido de lo que se pod¨ªa esperar hace apenas unos pocos a?os. Los costes de las instalaciones fotovoltaicas y e¨®licas (tanto marinas como terrestres) se han reducido entre el 50% y el 65%, y la previsi¨®n es que sigan disminuyendo en los pr¨®ximos a?os. Diversos trabajos de investigaci¨®n indican que, ya para 2030, el mix el¨¦ctrico m¨¢s eficiente y de menor coste en un pa¨ªs como el nuestro incluir¨ªa entre un 70% y un 80% de generaci¨®n a partir de fuentes renovables, en sinton¨ªa con los objetivos del Plan Nacional de Energ¨ªa y Clima.

Los avances tecnol¨®gicos est¨¢n permitiendo tambi¨¦n extender los usos de la electricidad, beneficiando a los consumidores en t¨¦rminos de fiabilidad, costes y emisiones. Son, en este sentido, destacables los sectores del transporte (que constituye un 42% del consumo energ¨¦tico final) y la generaci¨®n de calor (que supone un 31%). El precio de compra del coche el¨¦ctrico se igualar¨¢ al del veh¨ªculo de combusti¨®n interna antes de 2025, y su coste de operaci¨®n y mantenimiento es ya muy inferior. Por su parte, la climatizaci¨®n residencial a trav¨¦s de bombas de calor est¨¢ cada vez m¨¢s extendida debido a sus innegables ventajas. Ambas soluciones son, adem¨¢s, entre tres y cuatro veces m¨¢s eficientes energ¨¦ticamente que otras de origen t¨¦rmico.

Para avanzar en esta senda es necesario establecer condiciones que permitan a todas las tecnolog¨ªas competir sin distorsiones. Debe acometerse una reforma del sistema tributario, para que emita se?ales adecuadas que reflejen los impactos ambientales. Esta modificaci¨®n supondr¨ªa eliminar de la factura el¨¦ctrica los costes ajenos al suministro ¡ªque duplican hoy su importe¡ª, en especial los impuestos de car¨¢cter meramente recaudatorio, y hacer expl¨ªcitos los costes medioambientales que provocan los combustibles f¨®siles.

Asimismo, distribuir este flujo creciente de energ¨ªa de origen renovable con los m¨¢ximos est¨¢ndares de seguridad, eficiencia y calidad requerir¨¢ reforzar y dotar de mayor inteligencia a las redes el¨¦ctricas, integrando soluciones como el almacenamiento y ofreciendo a los consumidores la posibilidad de elegir con una mayor proactividad las opciones que mejor se adaptan a sus necesidades. Para ello, es esencial contar con un marco regulatorio estable y razonable, que resulte atractivo para atraer la inversi¨®n en unos mercados de capitales cada vez m¨¢s globales.

La necesidad de cumplir con los objetivos clim¨¢ticos en unas condiciones asumibles en t¨¦rminos de plazo y coste sit¨²a a la electrificaci¨®n de la econom¨ªa en el epicentro de la soluci¨®n. Con ello, no solo contribuiremos a la reducci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino tambi¨¦n a revertir la contaminaci¨®n del aire, especialmente en las grandes ciudades.

Es necesario establecer condiciones que permitan a todas las tecnolog¨ªas competir sin distorsiones

Los ¨²ltimos estudios confirman que el avance hacia un modelo energ¨¦tico plenamente sostenible tendr¨¢ efectos muy positivos para la econom¨ªa y la sociedad espa?olas. La inversi¨®n media prevista de unos 10.000 millones al a?o en nuestro pa¨ªs generar¨¢ m¨¢s de 120.000 puestos de trabajo, afectando positivamente al consumo y la generaci¨®n de riqueza. Tan solo Iberdrola est¨¢ invirtiendo ya hoy en Espa?a a un ritmo superior a los 1.500 millones anuales, y tenemos planes para incrementar este importe en el futuro pr¨®ximo.

Esta inversi¨®n reducir¨¢ el coste del suministro, aprovechando el potencial de las energ¨ªas m¨¢s limpias, y permitir¨¢ una bajada sustancial de las importaciones de hidrocarburos ¡ªque en 2017 lastraron nuestra balanza de pagos por m¨¢s de 25.000 millones de euros¡ª, sustituy¨¦ndolas por fuentes aut¨®ctonas y reduciendo la dependencia energ¨¦tica y los riesgos asociados.

Nos hallamos ante el reto de situar a Espa?a y a sus peque?as, medianas y grandes empresas a la cabeza de un sector b¨¢sico cuya transformaci¨®n debe afrontarse sin demora en todo el mundo. La transici¨®n energ¨¦tica es imparable a nivel global, y aquellos que logren liderarla podr¨¢n aprovechar una oportunidad ¨²nica. Es perfectamente posible poner en marcha este proceso conjugando los intereses de todos los sectores sociales si actuamos con valent¨ªa y evitamos caer en la trampa de quienes se escudan en el catastrofismo para defender sus intereses a corto plazo.

Afrontar con ¨¦xito una transici¨®n de esta magnitud requiere llevar a cabo un importante ejercicio de planificaci¨®n, pero tambi¨¦n tomar medidas de forma inmediata. Es necesario contar con objetivos a medio y largo plazo y establecer pol¨ªticas que den seguridad regulatoria a todos los agentes. Es esta una estrategia transversal, pero en la que el ¨¢rea de transici¨®n ecol¨®gica debe asumir la iniciativa y la coordinaci¨®n.

Podemos consolidarnos como pa¨ªs l¨ªder en la transformaci¨®n hacia un sistema energ¨¦tico sostenible, contribuyendo al mismo tiempo al cumplimiento de los ODS, ese programa global establecido por Naciones Unidas para alcanzar un mundo m¨¢s saludable, pr¨®spero e inclusivo. Y ello situar¨¢ a Espa?a, a su vez, en la vanguardia de la econom¨ªa mundial en un sector que genera riqueza, empleo y calidad medioambiental en beneficio de todos. Es, sin duda, una oportunidad que no debemos dejar escapar. Es futuro y es prosperidad.

Ignacio S. Gal¨¢n es presidente de Iberdrola.