La ¨²ltima controversia de unos padres ¡®youtubers¡¯: venden una r¨¦plica exacta de su beb¨¦ por 305 euros
Estamos acostumbr¨¢ndonos a que los 'influencers' comercialicen todo tipo de productos, pero la brit¨¢nica familia Ingham ha sobrepasado, para muchos, los l¨ªmites de lo permisible
La fama digital, producto con denominaci¨®n de origen en el siglo XXI que marca la verdadera grieta generacional (los j¨®venes adoran a los influencers?mientras sus padres no saben exactamente qu¨¦ ni qui¨¦nes son), deja noticias llamativas casi todos los d¨ªas. Hace apenas dos semanas nos sorprend¨ªamos ante el caso de Belle Delphine, la influencer inglesa especializada en videojuegos que hab¨ªa vendido el agua de su ba?era. Pero la familia Ingham ha ido un poco m¨¢s all¨¢.
Los Ingham han ido un paso m¨¢s all¨¢ en lo que supone el merchandising personal: su ¨²ltimo invento es vender la r¨¦plica de su ¨²ltima hija, Jace, en forma de mu?eco reborn (un tipo de mu?eco hiperrealista que parece un beb¨¦ humano)
Los Ingham, una familia brit¨¢nica con 1.250.000 suscriptores en YouTube, pertenecen a un tipo muy especial de influencers: las familias. En estos perfiles de YouTube e Instagram no hay un personaje ¨²nico que muestre su cotidianidad y se dirija a sus seguidores para dar consejos de estilo de vida (y hacer publicidad de las marcas que as¨ª se lo ofrezcan), sino que se muestra a una familia entera. Progenitores, ni?os y animales de compa?¨ªa. En Espa?a el fen¨®meno se refleja en canales como el de Verdeliss o Los Mundos de Nico (con casi dos millones de suscriptores cada uno) o la familia Carameluchi (casi 1.600.000 suscriptores).
Estas familias reciben enormes beneficios, pero tambi¨¦n muchas cr¨ªticas: no solo de parte de aquellos que consideran que explotan a menores al utilizar su imagen para ganar seguidores y fama, sino porque gran parte de su p¨²blico son otros ni?os y estos se exponen, desde peque?os, a mensajes publicitarios continuos desde plataformas como YouTube Kids, creada especialmente para los influencers m¨¢s j¨®venes.
Pero los Ingham han ido un paso m¨¢s all¨¢ en lo que supone el merchandising personal: su ¨²ltimo invento es vender la r¨¦plica de su ¨²ltima hija, Jace, en forma de mu?eco reborn (un tipo de mu?eco hiperrealista que parece un beb¨¦ humano), por unos 305 euros. El v¨ªdeo en el que lo anuncian (titulado ¡°Tenemos un secreto muy especial que contaros¡±) acumula casi 150.000 visualizaciones y en ¨¦l se puede ver dos de las otras hijas del matrimonio en una jugueter¨ªa mientras la madre les entrega algo que parece su hermano¡ pero es solo un beb¨¦ de pl¨¢stico. A continuaci¨®n, mientras su hija peque?a hace de estanter¨ªa humana y sujeta complementos como un baby o un cat¨¢logo, la madre la graba explicando todos los complementos que los compradores del beb¨¦ de pl¨¢stico se llevar¨¢n a casa.
¡°Estamos m¨¢s que excitados por trabajar con Mary Shortle [empresa juguetera especializada en mu?ecos reborn] en esta hermosa, hermosa, hermosa y estrictamente limitada edici¨®n de nuestra beb¨¦ Jace, que representa a Jace cuando ten¨ªa dos semanas¡±. Con el beb¨¦, los compradores reciben tambi¨¦n una copia del certificado de nacimiento de Jace, adem¨¢s de ropa para vestirla e incluso pa?ales.
Jace, que actualmente tiene cerca de un a?o, es la ¨²ltima en llegar a una familia compuesta por Chris, el padre, Sarah, la madre, y las hijas Isabelle, Esm¨¦ e Isla. En sus aventuras de YouTube tambi¨¦n aparece su perro, una especie de caniche llamado Pop Prinny. Gracias a los ingresos generados por su fama en la plataforma de v¨ªdeos y por la publicidad que se incluye en los v¨ªdeos, la familia puede permitirse viajes a Estados Unidos, Asia, Australia y Oriente Medio, as¨ª como excursiones por Europa y el Mediterr¨¢neo.
Jace, un beb¨¦, no ha podido comentar qu¨¦ le parece que cualquiera pueda tener en casa una copia exacta de su cuerpo para hacer lo que desee con ella. Se fabricar¨¢n 250 unidades, con un n¨²mero marcado detr¨¢s de su cuello. Si el beb¨¦ no convence a un comprador, por cierto, la web de Mary Shortle indica que tiene 14 d¨ªas laborables para devolverlo.
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