El impactante misterio del ¡°escritor sin manos¡± que sigue sin resolverse m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s
Gary DeVore desapareci¨® en 1997 cuando escrib¨ªa una comprometida pel¨ªcula con connotaciones pol¨ªticas. Un a?o despu¨¦s apareci¨® su cuerpo, pero faltaba el guion... y sus manos

Desierto de Mojave, 27 de junio de 1997. El guionista Gary DeVore (1941-1997) era conocido por haber escrito Los perros de la guerra (con Christopher Walken), Ejecutor (con Arnold Schwarzenegger) o Dos hacia California (con Sally Field). Tambi¨¦n por asuntos menos elevados: se le hab¨ªa relacionado sentimentalmente con Janet Jackson y entre sus amistades estaba la familia de Schwarzenegger. DeVore se dirige a su casa tras un periodo de retiro en Nuevo M¨¦xico para finalizar un nuevo guion. El proyecto se llamaba The Big Steal (El gran robo). Gary Devore nunca lleg¨® a su hogar de California.
¡°En los d¨ªas anteriores a su desaparici¨®n estaba muy inquieto por cosas que hab¨ªa descubierto en su investigaci¨®n [para el gui¨®n de The Big Steal]. Hab¨ªa estado investigando sobre la invasi¨®n de Panam¨¢ por parte de los Estados Unidos, porque en ese contexto es donde se desarrollaba la historia que estaba escribiendo", cont¨® su esposa en una entrevista
Desapareci¨® esa noche, a los 55 a?os, sin dejar rastro. Y tras un a?o de b¨²squedas, de detectives privados y de carteles colocados por todos los Estados del sudeste ofreciendo 100.000 d¨®lares (89.851 euros) por alguna pista que llevase a su encuentro, su cad¨¢ver apareci¨® a principios de julio de 1998 metido en su Ford Explorer en el fondo de un embalse de California gracias al soplo de un detective aficionado. La teor¨ªa oficial es un suicidio o un accidente: el veh¨ªculo se sali¨® del acueducto que cruzaba el embalse o bien DeVore se tir¨® de forma premeditada. Pero hay cosas que no encajan: del ordenador port¨¢til que conten¨ªa el guion de The Big Steal, ni rastro. De la pistola que llevaba con ¨¦l, tampoco. Y lo m¨¢s llamativo: sus manos hab¨ªan sido cortadas y tampoco hab¨ªan sido encontradas. Siguen sin aparecer.
Corte a una semana despu¨¦s. Su esposa Wendy acude a un programa de la cadena CNN. Wendy llevaba un a?o casada con el exitoso guionista y productor, y de su bolsillo iban a salir los 100.000 d¨®lares de la recompensa por una pista. Para a?adir m¨¢s misterio, en el guion The Big Steal el protagonista simula su propia desaparici¨®n tras robar un banco.
Ya al principio de la entrevista, Wendy suelta la mecha que encender¨¢ teor¨ªas de conspiraci¨®n que llegan hasta nuestros d¨ªas: ¡°En los d¨ªas anteriores a su desaparici¨®n estaba muy inquieto por cosas que hab¨ªa descubierto en su investigaci¨®n [para el guion de The Big Steal]. Hab¨ªa estado investigando sobre la invasi¨®n de Panam¨¢ por parte de los Estados Unidos [en 1989], porque en ese contexto es donde se desarrollaba la historia que estaba escribiendo, y sobre el derrocamiento de Noriega y las enormes cantidades de blanqueo de dinero en los bancos paname?os y en nuestro propio Gobierno¡±.

El primer elemento extra?o es que los presentadores del programa no vuelven sobre esas palabras en todo el resto de la entrevista, dejando que una posible lluvia de titulares mueran por el camino. El segundo es algo que Wendy explica poco despu¨¦s: comenta que lo llam¨® tres veces, sin ¨¦xito, a su tel¨¦fono m¨®vil y que cuando ¨¦l le devolvi¨® la llamada desde el coche a la una y cuarto de la madrugada del d¨ªa de su desaparici¨®n not¨® que hab¨ªa algo muy extra?o en su conversaci¨®n.
¡°A la una y cuarto mi tel¨¦fono son¨®, y lo primero que me dijo fue: ¡®?Eras t¨² quien me llamaba, cari?o?¡¯, lo cual entend¨ª m¨¢s tarde, cuando me di cuenta de que algo terrible hab¨ªa ocurrido. Que hab¨ªa escuchado el tel¨¦fono y me estaba diciendo que lo hab¨ªa escuchado. Normalmente, me hubiese dicho ¡®No pude responder por esto o por aquello¡¯. Estoy segura de que esa no fue una llamada telef¨®nica normal¡±.
DeVore contin¨²a enumerando m¨¢s cosas extra?as en el comportamiento de su marido tras la llamada: que cuando le pregunt¨® cu¨¢nto tardar¨ªa en llegar a casa, ¨¦l le respondi¨® en t¨¦rminos vagos, cuando era un hombre siempre muy preciso en los datos, y que cuando ella le hizo saber que lo esperar¨ªa despierta, ¨¦l le pidi¨® que no lo hiciera. ¡°No nos hab¨ªamos visto en una semana y nos acab¨¢bamos de casar, llev¨¢bamos juntos un a?o¡±. La conversaci¨®n finaliz¨® con Wendy preguntando a su marido: ¡°?Est¨¢s cansado?¡±. Y ¨¦l le respondi¨®: ¡°No, estoy soltando pura adrenalina¡±. ¡°Este hombre era un profesional de elegir palabras, viv¨ªa de ello. Sab¨ªa exactamente lo que estaba diciendo. Cuando dijo esa frase me alarm¨¦ much¨ªsimo, no entend¨ª por qu¨¦. Y despu¨¦s ¨¦l simplemente dijo: ¡®Te veo en un rato¡±.
Fue la ¨²ltima vez que hablaron.

¡°Wendy, ?por qu¨¦ te alarmaste tanto?¡±, pregunta la entrevistadora. Y responde la viuda: ¡°Porque creo que hab¨ªa alguien con ¨¦l en el coche¡±. Hacia el final de la entrevista, vuelve a expresar sus dudas sobre la muerte de su marido: seg¨²n la autopsia no hab¨ªa fracturas en el cr¨¢neo o la columna vertebral que le hubiesen impedido salir del coche cuando este cay¨® del acueducto al embalse y, adem¨¢s, la ventana estaba abierta y Gary era "un gran nadador", de modo que seg¨²n ella pudiese haber salido del coche hasta la superficie. Tanto ella como otros familiares y detectives privados descartaron la posibilidad de que se hubiese suicidado: era un hombre de ¨¦xito, reci¨¦n casado y con un gran proyecto entre manos.
Nada encajaba en la teor¨ªa del suicidio o del accidente. Seg¨²n el libro de Matthew Alford, The Writer With No Hands, (El escritor sin manos), publicado en 2014 y que en 2017 se convertir¨ªa en un documental, el acueducto hab¨ªa sido investigado al mil¨ªmetro en las semanas posteriores a la desaparici¨®n y no hab¨ªa ninguna se?al de impacto. Para que el coche cayese desde el acueducto en el punto donde finalmente apareci¨®, seg¨²n sus investigaciones, Gary DeVore hubiese tenido que conducir tres millas en sentido contrario al tr¨¢fico y sin luces, pues estaban apagadas cuando el coche se encontr¨®.
En el documental, los hechos extra?os se disparan: llegaron a encontrar restos de manos en el embalse donde apareci¨® el cad¨¢ver con las manos cortadas de Gary Devore, pero seg¨²n las pruebas de ADN eran demasiado viejas para ser suyas (el Daily Mail public¨® que ten¨ªan unos 200 a?os). Eran, pues, de otra persona. En el documental tambi¨¦n se afirma que agentes del Gobierno entraron en la casa de Gary buscando informaci¨®n del guion d¨ªas despu¨¦s de su desaparici¨®n. Y que el registro de esa ¨²ltima llamada de Wendy a su marido en el coche a la 1:15 de la madrugada del 27 de junio de 1997 fue borrado.

Se afirma tambi¨¦n que DeVore hab¨ªa trabajado en una base a¨¦rea del Gobierno y ten¨ªa relaciones muy cercanas con los militares y la oficina de la CIA en Hollywood (cuya cara visible era, por cierto, el primo de Tommy Lee Jones, Chase Brandon). El documental no solo se centra en investigar las circunstancias de la muerte de DeVore, sino en demostrar que el poder pol¨ªtico y militar de Estados Unidos sigue teniendo una enorme influencia sobre el entretenimiento que se fabrica en Hollywood y, tal vez, DeVore quiso salt¨¢rselo.
Aqu¨ª llega la cumbre de la teor¨ªa conspirativa: en el guion de The Big Steal, seg¨²n Alford, Gary DeVore podr¨ªa haber contado que la invasi¨®n de Panam¨¢ por parte de Estados Unidos fue una cortina de humo, pues no quer¨ªan derrocar al dictador Manuel Noriega, sino obtener fotos incriminatorias y v¨ªdeos de contenido sexual de altos funcionarios estadounidenses que Noriega podr¨ªa haber tenido en su poder y estar utilizando para chantajear al pa¨ªs.
Probablemente las verdaderas circunstancias de la desaparici¨®n y muerte de Gary DeVore nunca se conozcan. Probablemente los cabos sueltos en este caso se han convertido en una parte tan inflada del mismo como sus teor¨ªas conspirativas. Pero la mecha para estas ¨²ltimas es tan amplia que es imposible no rendirse a ellas y se extienden mucho m¨¢s all¨¢ de la muerte de DeVore en 1997. Si el documental, que llevaba unos cuantos a?os rodado, tard¨® en estrenarse fue porque Michael Sands, el publicista de Gary DeVore, muri¨® atragantado en un supermercado de Los ?ngeles al probar un poco de carne. Sands hab¨ªa sido, adem¨¢s de representante y publicista, empresario quesero, modelo de Playgirl y operativo secreto de la CIA a tiempo parcial. Est¨¢ claro que hay otra gran historia ah¨ª, pero cont¨¦mosla en otro momento.
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