Las mayores aberraciones arquitect¨®nicas de la costa espa?ola
La burbuja inmobiliaria, acrecentada por el auge del turismo, dio lugar a una realidad plagada de desastres urban¨ªsticos en nuestras playas. Estos son los ejemplos m¨¢s sonados
La historia del Urbanismo en Espa?a est¨¢ plagada de datos reveladores. En 1963 Manuel Fraga Iribarne, ministro de Informaci¨®n y Turismo, daba luz verde a los Centros de Inter¨¦s Tur¨ªstico Nacional, para¨ªsos para el turismo de lujo que recibieron todas las facilidades de financiaci¨®n y de ordenaci¨®n del suelo con el objetivo de convertirlos en aspiradores de divisas.
La Comunidad Valenciana ideaba tres d¨¦cadas despu¨¦s la figura del agente urbanizador. Si este lograba el visto bueno de un Ayuntamiento para un plan urban¨ªstico, aunque no fuera propietario de una maceta en el suelo elegido, el plan sal¨ªa adelante. Espa?a lleg¨® a sumar 15.000 reclamaciones ante Europa de ciudadanos comunitarios por los abusos que propici¨® esa norma.
En 1998 una abogada y un periodista presentaron decenas de denuncias contra las viviendas de la Marbella de Jes¨²s Gil que el tiempo demostr¨® que eran ilegales. Fueron sistem¨¢ticamente archivadas. Cuando el juez que paraliz¨® El Algarrobico inst¨® a la Fiscal¨ªa a investigar los posibles delitos de prevaricaci¨®n y contra la ordenaci¨®n del territorio de los pol¨ªticos que hab¨ªan propiciado la construcci¨®n del hotel, el caso fue archivado. Cuando se reabri¨®, los delitos hab¨ªan prescrito.
Est¨¢ claro que el sistema rema en favor del ladrillo. En un pa¨ªs rodeado de agua por casi todas partes, en el que el turismo aporta cerca de doce euros de cada cien al PIB y que ha pasado por un gigantesca burbuja de ladrillo pero sobre todo de cr¨¦dito, eso ten¨ªa por fuerza que dejar huella en la costa. Una realidad plagada de desastres y aberraciones urban¨ªsticas, de historias de personas que sufrieron los abusos del ladrillo que se describe con detalle en Playa Burbuja, un viaje al reino de los se?ores del ladrillo (Datadista, 2018) escrito por Ana Tudela y Antonio Delgado. Extraemos a continuaci¨®n algunos ejemplos de ese periplo.?
Algarrobico, un cambiazo para construir en un parque natural
El 15 de febrero de 1988, el Ayuntamiento de Carboneras (Almer¨ªa) recib¨ªa un informe, preceptivo y vinculante, del director general de Costas en el que se advert¨ªa al municipio de que sus planes para construir una edificaci¨®n en plena playa del Algarrobico iban a incumplir la ley de costas que estaba a punto de ser aprobada. Se aconsejaba resituar la edificaci¨®n ¡°a cien metros contados a partir de la zona mar¨ªtimo-terrestre¡±. El Ayuntamiento, en respuesta, aceler¨® los tr¨¢mites de la edificaci¨®n. De nada le sirvi¨®. La ley, que se public¨® en el BOE el 29 de julio, ten¨ªa car¨¢cter retroactivo. Todo lo aprobado desde el 1 de enero de ese a?o que la incumpliese era papel mojado.
Los planes de construir en la playa de El Algarrobico se complicaron a¨²n m¨¢s en 1994, cuando los terrenos fueron incluidos en el Parque Natural del Cabo de Gata-N¨ªjar y clasificados con una flamante C1. Desde ese momento pasaba a ser suelo protegido de toda edificaci¨®n. Ni una gr¨²a debi¨® entrar all¨ª desde ese momento. Sin embargo, en 1997 alguien desde la Junta de Andaluc¨ªa cambi¨® sobre el papel la C1 por una D2, terrenos urbanizables, e hizo llegar el plano modificado all¨ª donde pod¨ªa reclamarse: al Ayuntamiento de Carboneras y a la direcci¨®n del parque natural.
El argumento que usar¨ªan a?os despu¨¦s ante la justicia fue que el plano original no se ve¨ªa bien. Ni el juez Jes¨²s Rivera, que paraliz¨® las obras de construcci¨®n del hotel de El Algarrobico en febrero de 2006, ni el Tribunal Supremo, que ratific¨® su ilegalidad, creyeron el argumento. El primero calific¨® el cambio en el plano, que se hizo sin publicidad ni expediente alguno, de ¡°burda maniobra¡±. El Supremo directamente lo consider¨® una ¡°triqui?uela¡±.
El hotel sigue all¨ª. El enjambre legal en el que la promotora y el Ayuntamiento de Carboneras, con el apoyo de la Junta, han ido complicando el tantas veces prometido derribo? a menos de 20 metros de la orilla y en pleno parque natural. Las diferentes Administraciones tratan de ser lo menos proactivas porque Azata, la constructora, pide una indemnizaci¨®n de 70 millones de euros que nadie quiere tener que afrontar. Caiga en la Administraci¨®n que caiga, si gana Azata, pagar¨¢ el bolsillo del ciudadano.
Playa Macenas, un esqueleto hotelero junto a una torre del s. XVIII
Un campo de golf de 18 hoyos, 1.400 viviendas y un resort tur¨ªstico hotelero de cinco estrellas. Las m¨¢quinas de MedGroup entraron en la playa de Macenas (Moj¨¢car, Almer¨ªa), junto a la torre del siglo XVIII que le da nombre, y empezaron a levantar la construcci¨®n donde otros antes lo hab¨ªan intentado sin suerte. All¨ª sigue el esqueleto del complejo hotelero que nunca fue. Las viviendas previstas quedaron en 300.
El campo de golf, que se inaugur¨® en julio de 2008 en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria y con el proyecto en los tribunales acusado de invadir suelo protegido, se cerr¨® en 2014 por no poder afrontar el mantenimiento. Para entonces acumulaba p¨¦rdidas de tres millones de euros.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social lo intent¨® subastar en un par de ocasiones sin suerte. El precio pod¨ªa parecer atractivo para un campo de golf, casi el equivalente a un apartamento en primera l¨ªnea, 153.089 euros, pero llevaba adosada la deuda y nadie quiso asumirla. La empresa Med Golf Macenas fue declarada en concurso de acreedores necesario en marzo de 2018. El 5 de febrero de 2019 entr¨® en fase de liquidaci¨®n.
Marbella y las 38.000 viviendas ilegales
Marbella estuvo a punto de introducir cordura en su dise?o urban¨ªstico. Fue en el plan general de ordenaci¨®n urbana de 1986. Para entonces la ciudad malague?a estaba dividida en dos. Por un lado estaban los n¨²cleos urbanos, que hab¨ªan crecido de forma m¨¢s o menos ordenada hasta los a?os sesenta, pero se hab¨ªan ido desparramando en ensanches con bloques de gran altura que empezaban a recordar los primeros a?os de expansi¨®n de Torremolinos.
Por otro lado, las macrourbanizaciones de la aristocracia y la gente adinerada, que se hab¨ªan ido asentando al oeste de la ciudad desde los a?os cuarenta, formando lo que los arquitectos llaman guetos de lujo. El objetivo fue vincular ambas Marbellas, planificar el crecimiento y hacer accesible a todo el mundo la parte de litoral que las urbanizaciones hab¨ªan semiprivatizado a base de hacer casi imposible el acceso.
En 1991, el Grupo Independiente Liberal (GIL) gan¨® las elecciones en Marbella por aplastante mayor¨ªa absoluta. Jes¨²s Gil y Gil se convert¨ªa en alcalde. Adi¨®s al plan de 1986. Gil cre¨® una empresa p¨²blica, propiedad del Ayuntamiento, llamada Planeamiento 2000 y puso al frente a un tal Juan Antonio Roca. El objetivo era dise?ar el nuevo plan de ordenaci¨®n urbana y, mientras se aprobaba, ir cerrando a toda velocidad convenios con los promotores urban¨ªsticos, a quienes se daba licencia de obras a pesar de que se incumpl¨ªa el plan vigente.
Se dieron licencias para gasolineras en suelo destinado a colegios, se construyeron edificios de 12 plantas donde solo estaban permitidas dos, invadiendo dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre y zona verde, todo era posible en aquella Marbella porque los jueces durante a?os archivaron sistem¨¢ticamente las denuncias contra las edificaciones del GIL. Se llegaron a conceder 1.005 licencias para 38.439 viviendas ilegales. Detr¨¢s, como descubri¨® la investigaci¨®n de Malaya pese a llegar muy tarde, hab¨ªa corrupci¨®n.
Una m¨¢quina de recibir dinero de los promotores urban¨ªsticos y derivarlo a los concejales que aprobaban las licencias en contra de la ley. No todas se construyeron. Los tribunales empezaron a paralizar las obras a partir de 2003, cuando todo se hab¨ªa desbocado ya y Gil hab¨ªa sido inhabilitado. Pero para sonrojo de la justicia all¨ª estaban y est¨¢n, a la vista de todos, alrededor de 20.000 viviendas ilegales que a d¨ªa de hoy siguen sin regularizar y una ciudad desequipada y sin suelo libre para solucionarlo.
La Manga del Mediterr¨¢neo, el sue?o fallido de Antonio Bonet
A principios de los a?os 50 del siglo XX, una Espa?a al borde del colapso por su aislamiento internacional y su econom¨ªa aut¨¢rquica descubre que debe convertirse en una aspiradora de divisas si quiere sobrevivir. Los planes de desarrollo tendr¨¢n un protagonista indiscutible: el turismo. Para potenciarlo se crean los centros de inter¨¦s tur¨ªstico nacional (CITN), ligados plenamente a la llegada al frente del Ministerio de Informaci¨®n y Turismo de Manuel Fraga Iribarne.
Los amigos m¨¢s allegados a la dictadura fueron los primeros en la fila para recibir autorizaci¨®n para un CITN, un proyecto de impulso privado pero que contaba con todo el apoyo p¨²blico imaginable, tanto desde el punto de vista financiero como de la posibilidad de ordenar suelo considerado r¨²stico hasta ese momento. Jos¨¦ Ban¨²s vio aprobado su proyecto en Marbella. Tom¨¢s Maestre, el suyo en La Manga del Mar Menor.
Lo que hoy se ve en ese brazo de tierra ba?ado por dos mares distintos, el Menor y el mayor, es decir, el Mediterr¨¢neo, nada tiene que ver con lo que dise?¨® para Maestre el arquitecto Antonio Bonet. Los CITN nacieron para atraer turismo de alto copete, el verdadero generador de divisas. La idea de Bonet fue crear peque?as ciudades aut¨®nomas a lo largo de La Manga, alternando edificios de muy alta densidad, hasta veinte plantas, con otros de baja altura, dejando enormes espacios libres entre unos y otros y otorgando un gran protagonismo a las zonas verdes y de ocio.
Los problemas financieros del complejo llegaron desde el primer momento y Maestre empez¨® pronto a vender terreno como forma de financiar su proyecto. Esos problemas, agudizados con la crisis de los setenta, lejos de hacer que Maestre parase las m¨¢quinas le lanzaron a vender terrenos que debieron quedar libres de ladrillo seg¨²n los planes de Bonet. A principios de los ochenta, Maestre pagaba con suelo hasta a contratistas, constructores, alba?iles y fontaneros. Los proyectos individuales e inconexos sembraron el caos.
Hubo un intento de parar en parte el desastre. El Gobierno socialista de la Regi¨®n de Murcia liderado por Carlos Collado inici¨® la suspensi¨®n masiva de licencias urban¨ªsticas en 1988. El lobby Club Costa C¨¢lida, que se emple¨® a fondo en medios con la campa?a La Manga est¨¢ de moda, dio al traste con el intento.
Sin olvidar que la masificaci¨®n de viviendas ha generado otro problema. El vertido de fosfatos al mar Menor procedentes de los desag¨¹es de las viviendas se ha cruzado en la laguna con los nutrientes de los abonos del regad¨ªo del Campo de Cartagena, provocando la eutrofizaci¨®n del agua, que se volvi¨® de color verde en la primavera de 2016.
Hotel de los Arenales, cuatro d¨¦cadas a la espera de su demolici¨®n
Situado en la pedan¨ªa de El Altet, Elche, este hotel de cuatro estrellas abri¨® sus puertas en 1963. Contaba con cuatro plantas y 146 habitaciones. Entre sus lujos dispon¨ªa de sala de fiestas con piano, piscina, peluquer¨ªa, restaurante, bolera, pista de tenis e incluso un minigolf. El hotel estaba abierto todo el a?o y durante muchos a?os fue la ¨²nica construcci¨®n existente en la playa de los Arenales del Sol. Un oasis entre las dunas en una zona virgen de la costa de Alicante.
Durante dos d¨¦cadas vivi¨® el paso de personajes de la far¨¢ndula y pol¨ªticos del r¨¦gimen de Franco, pero en 1979 cerr¨® sus puertas por falta de financiaci¨®n. A su alrededor crec¨ªan como setas hoteles de mayor tama?o y calidad. La planta baja se utiliz¨® ocasionalmente como sala de fiestas en los ochenta. Durante todos estos a?os la edificaci¨®n ha sufrido el vandalismo, esperando su rehabilitaci¨®n o demolici¨®n.
Con la Ley de Costas de 1988, el hotel que estaba construido y abandonado a pie de playa qued¨® incorporado al dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre. Su propietario, el grupo hotelero Princesol, recurri¨® y en 2006 la Audiencia Nacional fall¨® a su favor reconociendo el derecho a la concesi¨®n. La Direcci¨®n General de Costas le otorg¨® en 2007 una concesi¨®n transitoria para que pudieran realizarse obras de reparaci¨®n y mejora pero no pod¨ªan modificar los 7.000 m2 y cuatro plantas iniciales.
Hasta 2015 no se resolvi¨® el expediente. En 2016 comenzaron las obras. A los seis meses, Costas las paraliz¨® al considerar que la rehabilitaci¨®n aprobada no inclu¨ªa su demolici¨®n y reconstrucci¨®n integral, que era lo que estaban haciendo. En junio de este a?o, la Audiencia Nacional aval¨® en una sentencia la decisi¨®n de la Direcci¨®n General de Costas. Mientras se resuelve este litigio en el Tribunal Supremo, las ruinas del hotel Arenales seguir¨¢n ocupando durante algunos a?os los primeros metros de la playa de los Arenales.
Gemelos 28, el desastre medioambiental de Benidorm
Un conjunto residencial de lujo compuesto por dos torres gemelas de 21 plantas se empez¨® a construir en 2008 en Punta Llisera (Benidorm) despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de tramitaci¨®n del proyecto que incluy¨® la demolici¨®n del edificio anterior que ocupaba la parcela. Los edificios gemelos se empezaron a proyectar antes de la entrada en vigor de la Ley de Costas de 1988 y cuando en 2005 les concedieron la licencia de construcci¨®n su ubicaci¨®n contraven¨ªa la ley al invadir el dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre.
Los pisos de lujo se vendieron desde 240.000 euros los m¨¢s baratos, de un dormitorio, y hasta por 750.000 los superiores, de dos dormitorios. Una parte se reserv¨® para alquiler tur¨ªstico y vacacional. Las moles se levantaron delante de otro conjunto residencial y los vecinos lo denunciaron por taparles las vistas.
Despu¨¦s de un periplo judicial por diferentes estancias, el Tribunal Supremo dict¨® el pasado mes de noviembre que las dos torres y sus 168 viviendas de lujo deb¨ªan derribarse por invadir la zona de servidumbre de protecci¨®n. Uno de los edificios invade esta zona en 12 metros y el otra en 7. La sentencia indica que el derribo, que puede afectar a una pradera de posidonias y al Parque Natural Regional de la Serra Gelada, tiene que realizarse de forma manual. La Generalitat encarg¨® un informe para valorar las consecuencias medioambientales de la demolici¨®n.
En la parcela urbana puede volver a construirse si finalmente se ejecuta la sentencia siempre que la nueva construcci¨®n se levante unos metros m¨¢s atr¨¢s de la ubicaci¨®n original. Adem¨¢s, en Benidorm, al no existir limitaci¨®n de altura, podr¨ªa construirse un conjunto residencial a¨²n m¨¢s alto. El coste de demolici¨®n y la indemnizaci¨®n a los propietarios puede suponer m¨¢s de 100 millones de euros a la Generalitat, seg¨²n una estimaci¨®n realizada por la Conselleria de Vertebraci¨®n del Territorio.
Hotel Miramar, s¨ªmbolo del 'boom' tur¨ªstico de los 60
En 1941 el Ayuntamiento de Castro Urdiales (Cantabria) construy¨® sin ning¨²n tipo de permiso un edificio en la Playa de Brazomar como balneario y lugar de descanso para enfermos. En 1945 se transform¨® en hotel con unas pocas habitaciones. Diez a?os m¨¢s tarde, el Ayuntamiento logr¨® la concesi¨®n de uso del dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre para que diera servicio de balneario. Tras pasar por varias manos privadas y reformas para ampliar sus dimensiones, el hotel contaba con 34 habitaciones y un restaurante para casi dos centenares de comensales.
Durante muchos a?os fue la ¨²nica construcci¨®n existente en esa zona de la costa y se utiliz¨® como imagen promocional del municipio durante el 'boom' tur¨ªstico de los 60. A?os m¨¢s tarde, la Ley de Costas de 1988 determin¨® que m¨¢s de 500 m2 del hotel quedaran dentro del dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre. En 2007 se intent¨® declararlo bien de inter¨¦s local para salvarlo, pero no se consigui¨®. Un a?o m¨¢s tarde, Costas declara la caducidad de la concesi¨®n al no estar utiliz¨¢ndose como balneario, sino como hotel.
El edificio termin¨® cerrando sus puertas en 2013. Durante m¨¢s de una d¨¦cada se ha intentado evitar el derribo con todo tipo de recursos y con el visto bueno de las autoridades locales, al considerarlo un s¨ªmbolo del municipio, pero en febrero de este a?o el Tribunal Supremo confirm¨® la demolici¨®n aprobada en el acuerdo del Consejo de Ministros de septiembre de 2017 que declar¨® de utilidad p¨²blica el suelo sobre el que se asienta el hotel y dictamin¨® su expropiaci¨®n.
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