El c¨®ctel m¨¢s peligroso
Se inflama en el peor momento internacional un viejo y doble conflicto, interno entre comunidades y externo entre la India y Pakist¨¢n
Es dif¨ªcil encontrar juntos tantos ingredientes explosivos en una sola regi¨®n del planeta. Esto sucede en Cachemira, el lugar m¨¢s peligroso del mundo a decir del expresidente Clinton. All¨ª hay religiones enfrentadas, nacionalismos y odios extremos, limpiezas ¨¦tnicas pasadas y en proyecto, en una direcci¨®n y en la contraria. Tambi¨¦n la m¨¢s pura destilaci¨®n del terrorismo isl¨¢mico, que ha dado forma a Al Qaeda. No faltan una acumulaci¨®n inaudita de armamento, guarniciones militares e infiltraci¨®n de servicios secretos de dos pa¨ªses como Pakist¨¢n y la India que se han combatido directamente en tres ocasiones desde sus respectivas y simult¨¢neas independencias. Ni l¨ªneas divisorias, establecidas por la arbitrariedad de los pasados combates, que cuartean el pa¨ªs, una parte para cada una de las tres potencias que se lo han dividido: no hay que olvidar la Cachemira china. Armas nucleares, naturalmente, tambi¨¦n las hay a porrillo, en manos de los tres grandes pa¨ªses vecinos. E incluso un muro de m¨¢s de 500 kil¨®metros, para evitar el tr¨¢fico de armas y la infiltraci¨®n terrorista, y un tenebroso balance de muerte y de dolor acumulados durante 70 a?os: m¨¢s de 60.000 fallecidos en guerras y represiones y centenares de miles de refugiados.
Hasta ahora ten¨ªa todav¨ªa autonom¨ªa, al menos sobre el papel. Ahora ya no la tiene ni sobre el papel. Los dirigentes que la hab¨ªan gestionado han sido encarcelados. Las comunicaciones bloqueadas. El silencio se ha impuesto sobre un pa¨ªs cerrado a cal y canto. La anulaci¨®n del autogobierno, el m¨¢s amplio de la federaci¨®n india, que solo exclu¨ªa defensa, asuntos exteriores, moneda y comunicaciones, entusiasma a la opini¨®n nacionalista india, que acaba de dar por segunda vez la mayor¨ªa de gobierno a Narendra Modi, el ultranacionalista, y deprime al resto, incluidos los cachemires que quer¨ªan seguir en la India pero con autonom¨ªa y libertad. Si para unos es un golpe de Estado constitucional, una ocupaci¨®n militar ilegal y una pu?alada a la mayor democracia del mundo, para la mayor¨ªa es la restituci¨®n de la unidad sagrada de la India.
Yace hecho trizas el pacto constitucional establecido con la partici¨®n de 1947, cuando el maharaj¨¢ cachemir opt¨® por a?adirse a la Uni¨®n India en vez de Pakist¨¢n. Queda sepultado el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n pendiente desde entonces para optar entre la India, Pakist¨¢n o la independencia. Y, para postre, se inflama en el peor momento internacional un viejo conflicto de doble toxicidad, interna entre comunidades religiosas y externa entre la India y Pakist¨¢n.
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