Esto que ves no es Tom Cruise, sino el producto de una tecnolog¨ªa tan incre¨ªble como inquietante

Este extracto de una entrevista con el actor Bill Hader no es nuevo. Tiene, de hecho, once a?os. Pertenece a una entrevista que concedi¨® a David Letterman en 2008 para promocionar Thunder Tropic: una guerra muy perra (Ben Stiller, 2008) y en ¨¦l Hader describe c¨®mo fue sentarse en la mesa de lectura de guion con estrellas como Ben Stiller, Tom Cruise o Robert Downey Jr.

Nadie sabe qui¨¦n se esconde tras el mote 'ctrl shift face'. Pese a que concedi¨® una entrevista, no quiso en ella dar detalles sobre su identidad salvo que ten¨ªa 31 a?os, era esloveno (pero no vive all¨ª) y trabaja en el campo de los gr¨¢ficos digitales

En la entrevista original el actor explicaba su interactuaci¨®n con Tom Cruise, del que ¨¦l era muy admirador, y lo imitaba con mucha pericia, provocando la risa entre el p¨²blico presente en plat¨®. Pero en este extracto que ahora nos ocupa algo cambia y lo hace de manera tan limpia, perfecta y casi alqu¨ªmica que la reacci¨®n que provoca en el espectador es de asombro, delirio y terror a la vez. Esta vez, cada vez que Bill Hader imita a Tom Cruise, o sea, cada vez que pone su voz para remarcar algo que ¨¦l le dijo durante su conversaci¨®n, Hader se convierte en Tom Cruise.

Observen. No hace falta entender ingl¨¦s, la magia es meramente visual: ocurre en los minutos 0:54, 1:00, 1:23, 1:38 y 1:45. De repente otro actor c¨®mico, Seth Rogen, aparece en el hilo de la conversaci¨®n y Hader se convierte de facto en ¨¦l en el minuto 1:54. Volver¨¢ a convertirse, en los tres minutos escasos que dura el extracto, en Tom Cruise tres veces m¨¢s.

El sorprendente v¨ªdeo en el que el actor Bill Hader se convierte, gracias a la tecnolog¨ªa, en Tom Cruise de forma repentina.

El efecto es impresionante. No solo por la perfecci¨®n (?es Tom Cruise!), sino por la forma suave e imperceptible en que un rostro pasa a ser otro. El v¨ªdeo acumula en pocos d¨ªas m¨¢s de dos millones de visualizaciones y los comentarios reflejan muy bien el asombro de un p¨²blico que parec¨ªa curado de espantos con los adelantos de la tecnolog¨ªa. Se pueden leer cosas como: "Tengo miedo, ?Jes¨²s! El mundo va a arder con esta tecnolog¨ªa"; "esta es, sin duda, la mierda m¨¢s divertida y terror¨ªfica que he visto en mucho tiempo" o "?alguien m¨¢s est¨¢ preocupado por c¨®mo esto va a ser utilizado como arma para beneficios pol¨ªticos?".

Este ¨²ltimo comentario da en la diana: es obvio que la posibilidad de crear v¨ªdeos donde cualquier persona hace y dice cosas que no ha dicho ni hecho en la realidad puede cambiar las reglas del juego de una campa?a pol¨ªtica. Ya hemos visto esta tecnolog¨ªa usada con esos fines. La pasada primavera por Facebook corri¨® como la p¨®lvora un v¨ªdeo en el que Nancy Pelosi (presidenta de la C¨¢mara de Representantes y una de las rivales m¨¢s visibles de Trump en las filas dem¨®cratas) aparec¨ªa supuestamente borracha. Es un ejemplo de deepfake, el nombre que recibe este tipo de trucaje.

En el cuarto episodio de la visionaria miniserie brit¨¢nica 'Years and years' aparecen v¨ªdeos de los candidatos al gobierno brit¨¢nico diciendo cosas que ellos no han dicho. Son ejemplos de la tecnolog¨ªa 'deepfake' aplicados a la pol¨ªtica

Y en el cuarto episodio de la visionaria miniserie brit¨¢nica Years and years aparecen v¨ªdeos de los candidatos al gobierno brit¨¢nico diciendo cosas que ellos no han dicho. El episodio narra muy bien el peligro impl¨ªcito en todo esto incluso aunque sepamos que esos v¨ªdeos no son reales: la ultraderechista Vivian Rook (Emma Thompson), la ¨²nica que no aparece en esos v¨ªdeos-montaje, admite que pueden ser falsos, s¨ª, pero que esos pol¨ªticos seguramente dicen esas cosas. El p¨²blico sabe que se enfrenta a una mentira, pero la imagen del pol¨ªtico al que iban a votar diciendo cosas horribles, aunque sean generadas digitalmente, cala hondo en ellos. En la ficci¨®n, Vivian Rook gana y se convierte en primera ministra.?

El creador de este v¨ªdeo, el artista visual con el seud¨®nimo ctrl shift face, tiene muchos otros v¨ªdeos en su perfil de YouTube con esta misma tem¨¢tica. En ellos convierte a Bruce Lee en Keanu Reeves o a Jim Carrey en Jack Nicholson. Sin embargo, este se ha convertido en su obra m¨¢s popular. Nadie sabe qui¨¦n se esconde tras el mote ctrl shift face. Pese a que concedi¨® una entrevista a la p¨¢gina Digital Trends, no quiso en ella dar detalles sobre su identidad. Eso s¨ª, revel¨® que ten¨ªa 31 a?os, era esloveno (pero no vive all¨ª) y trabaja en el campo de los gr¨¢ficos digitales.

La primera vez que o¨ªmos hablar de esta tecnolog¨ªa fue en un reportaje de Motherboard (la parte de noticias digitales de la plataforma Vice) en diciembre de 2017. Y, por supuesto, lo primero que los aprendices de Internet y amateurs de esta t¨¦cnica hicieron con ella fue... porno. Porno con sus celebridades favoritas, porno con amigos y vecinos. Ese es otro de los grandes peligros: la posibilidad de ver una escena de sexo expl¨ªcito con los cuerpos de dos int¨¦rpretes de cine para adultos y los rostros de dos estrellas de cine, pol¨ªticos, figuras culturales o, mucho peor todav¨ªa, nuestros padres.

Barack Obama, Jordan Peele y la web Buzzfeed ya unieron esfuerzos en abril de 2018 para alertar a la poblaci¨®n sobre los v¨ªdeos 'deepfake'.

La preocupaci¨®n ya era suficientemente alta en abril de 2018 como para que Jordan Peele (humorista y premiado director de las cinta de terror D¨¦jame salir y Us) y la plataforma Buzzfeed crearan el siguiente v¨ªdeo, en el que Obama se dirig¨ªa al p¨²blico alertando sobre las fake news (noticias falsas) y v¨ªdeos manipulados... para demostrarse a la mitad que, efectivamente, aquel no era Obama sino un v¨ªdeo perfectamente manipulado.

En 2020 hay elecciones presidenciales en Estados Unidos, unas de las m¨¢s decisivas de la historia, en la que el pa¨ªs deber¨¢ decidir si revalida a Donald Trump o da oportunidad a un nuevo camino. Ser¨¢ el momento de saber si las fake news van un poco m¨¢s all¨¢ y los v¨ªdeos deepfake, con los candidatos diciendo todo tipo de barbaridades que beneficien al contrario, se convierten esta vez en la norma. Y tambi¨¦n de comprobar si esos efectos especiales impresionantes que alucinaron al mundo, por ejemplo, en el v¨ªdeo de Black or White de Michael Jackson, dejan de estar en manos de unos cuantos ejecutivos adinerados de Hollywood y pasan a ser posibles para cualquiera con un tel¨¦fono m¨®vil y unos cuantos conocimientos.