Los bienes de la Iglesia
Conocer todas y cada una de las propiedades inscritas es el primer paso para delimitar el alcance de posibles reclamaciones
La relaci¨®n de bienes que la Iglesia cat¨®lica ha inscrito a su nombre en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas sigue siendo, inexplicablemente, una materia reservada. Los registradores de la propiedad enviaron hace ya un a?o al Gobierno la lista de propiedades inmatriculadas por los diferentes obispados, pero nada se conoce sobre su contenido. Una de las pocas cosas que han trascendido es que, entre lugares de culto y otros bienes, son alrededor de 30.000 las propiedades que la Iglesia ha registrado a su nombre sin tener necesariamente la titularidad. En aras de una imprescindible transparencia, los ciudadanos tienen derecho a saber con la m¨¢xima precisi¨®n las catedrales, iglesias, ermitas, casas parroquiales, abad¨ªas, escuelas, plazas o solares inmatriculados desde hace 20 a?os y a comprobar qu¨¦ bienes son de dominio p¨²blico o forman parte del patrimonio cultural.
Al amparo de una ley franquista de 1946 y de una reforma legislativa de la Ley Hipotecaria aprobada en 1998, durante el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, la Iglesia ha ido inscribiendo a su nombre decenas de miles de propiedades sin necesidad de demostrar que fueran suyas. Este privilegio ¡ªmantenido en vigor hasta 2015¡ª ha permitido actuaciones tan surrealistas como la inscripci¨®n a nombre del clero de monumentos singulares como la Mezquita de C¨®rdoba, que fue de titularidad p¨²blica hasta hace 13 a?os.
Desde la oposici¨®n, los socialistas impulsaron hace dos a?os en el Parlamento una proposici¨®n no de ley para conocer el listado de los bienes que la Iglesia cat¨®lica anot¨® a su nombre entre 1998 y 2015. El Gobierno de Pedro S¨¢nchez ha tenido tiempo suficiente para remitir al Congreso los datos recabados por los registradores. Escudarse en que la lista sigue en elaboraci¨®n parece m¨¢s bien una excusa para no abrir un nuevo frente con la c¨²pula eclesi¨¢stica. Conocer todas y cada una de las propiedades inscritas es el primer paso para determinar hasta qu¨¦ punto se han cometido abusos y delimitar el alcance de posibles reclamaciones.
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