Sin armas contra la peste que est¨¢ aniquilando los naranjos del planeta
Dos cient¨ªficas abren una nueva v¨ªa para luchar contra el drag¨®n amarillo, una plaga que ya ha arrasado los c¨ªtricos de EE UU
Una peste llama a las puertas de Espa?a y amenaza con arrasar las cosechas de naranjas, limones y mandarinas. Y no es una exageraci¨®n. El drag¨®n amarillo o huanglongbing, provocado por una bacteria de origen asi¨¢tico, lleg¨® a Florida (EE UU) en 2005 y tres a?os despu¨¦s ya colonizaba todo el Estado. El microbio deforma los frutos, amarga su sabor, atrofia sus semillas y amarillea los ¨¢rboles hasta que mueren. No hay tratamiento m¨¢s all¨¢ de arrancar las plantas y quemarlas. En la ¨²ltima d¨¦cada, la producci¨®n de naranjas para zumo en EE UU ha ca¨ªdo un 72%.
¡°Es cuesti¨®n de tiempo que la bacteria llegue a Espa?a. Y no tenemos absolutamente ning¨²n tratamiento contra ella¡±, lamenta el bi¨®logo Manuel Tal¨®n, director del Centro de Gen¨®mica del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. En 2014, pese a las medidas de precauci¨®n, el ps¨ªlido africano de los c¨ªtricos ¡ªel insecto chupador que transporta el microbio del drag¨®n amarillo¡ª fue detectado en las comarcas gallegas de A Barbanza y de O Saln¨¦s, aunque la bacteria todav¨ªa no ha aparecido. Pero aparecer¨¢, advierte Tal¨®n: ¡°El huanglongbing ha conseguido saltar todas las barreras¡±.
"Es cuesti¨®n de tiempo que la bacteria llegue a Espa?a", advierte el bi¨®logo Manuel Tal¨®n
La soluci¨®n a la peste podr¨ªa encontrarse en el lugar menos pensado: el laboratorio de Sharon Long. La bi¨®loga, de la Universidad de Stanford (EE UU), ha dedicado 40 a?os de su vida a estudiar las bacterias que colaboran en el crecimiento de la alfalfa. Nunca ha visto un ¨¢rbol infectado por el drag¨®n amarillo. Sin embargo, Long y su colega Melanie Barnett han decidido enfrentarse a la plaga que est¨¢ matando naranjos y limoneros en medio mundo.
¡°Es muy dif¨ªcil estudiar esta enfermedad, porque las bacterias que la causan no sobreviven en condiciones de laboratorio. Necesitan vivir dentro del insecto o de un ¨¢rbol de c¨ªtricos¡±, subraya Barnett. La estrategia de las estadounidenses es ingeniosa. Las cient¨ªficas han cogido los genes responsables de la virulencia de la bacteria del drag¨®n amarillo ¡ªla Liberibacter asiaticus¡ª y los han introducido en una pariente suya, la Sinorhizobium meliloti, que vive en simbiosis con la alfalfa. Mediante ingenier¨ªa gen¨¦tica, Long y Barnett han logrado que las bacterias con la virulencia activada brillasen con un color verde bajo una determinada luz.
Gracias a esta triqui?uela, el equipo pudo probar en el laboratorio 120.000 compuestos qu¨ªmicos en las bacterias de la alfalfa modificadas gen¨¦ticamente. Unos 130 de ellos inhibieron el brillo verde sin afectar a otros microbios beneficiosos. Alguna de estas sustancias podr¨ªa ser la cura del huanglongbing. ¡°El siguiente paso es investigar m¨¢s los compuestos que hemos identificado. Ninguno de ellos ha sido probado todav¨ªa en plantas enfermas. Nosotras no podemos hacerlo, porque la regulaci¨®n estadounidense no nos permite poseer o estudiar plantas enfermas en las instalaciones de nuestra universidad¡±, explica Barnett, una californiana que se ha criado entre naranjos, limoneros y mandarinos.
Tanto ella como Sharon Long se toman la guerra contra el huanglongbing como un asunto personal. Ambas muestran fotos antiguas de sus bisabuelos y otros familiares vinculados al cultivo de c¨ªtricos desde hace un siglo. Las cient¨ªficas han donado su nuevo sistema al dominio p¨²blico, para que cualquier investigador del mundo pueda utilizarlo para buscar el ant¨ªdoto contra la peste de los c¨ªtricos. Sus resultados se publican hoy en la revista especializada PNAS. Long, seg¨²n cuenta, pag¨® los primeros meses de trabajos de su bolsillo.
Espa?a est¨¢ "seriamente amenazada", seg¨²n el Ministerio de Agricultura
¡°Nosotras no solo disfrutamos de los frutos, tambi¨¦n de los ¨¢rboles. Especialmente en diciembre, alrededor de las vacaciones de Navidad, cuando los c¨ªtricos est¨¢n tan bonitos, con sus coloridos limones, naranjas y mandarinas¡±, se?ala Barnett. ¡°Imagino que lo mismo ocurre en Espa?a, que es tan famosa por sus naranjas. Los misioneros espa?oles plantaron los primeros c¨ªtricos en California¡±, recuerda la bi¨®loga.
El Ministerio de Agricultura espa?ol aprob¨® en 2016 un Plan Nacional de Contingencia contra la peste. ¡°Espa?a, sexto pa¨ªs productor mundial de c¨ªtricos, y las regiones citr¨ªcolas libres de la enfermedad (cuenca mediterr¨¢nea, Uruguay, Chile, Australia y Nueva Zelanda) est¨¢n seriamente amenazadas¡±, advierte el documento. La introducci¨®n de plantas de fuera de la UE est¨¢ prohibida. Y, dentro de las fronteras europeas, los c¨ªtricos deben viajar con un pasaporte fitosanitario que garantice que proceden de zonas libres de la plaga.
La Generalitat Valenciana ha llegado a proclamar que ¡°cualquier persona o entidad que sepa o tenga indicios de una introducci¨®n ilegal debe comunicarlo inmediatamente¡± a las autoridades. ¡°Ante el huanglongbing, la irresponsabilidad de unos pocos no debe poner en jaque el buen hacer de la gran mayor¨ªa porque [...] si llegase esta enfermedad lo lamentar¨ªamos todos¡±, afirma la Generalitat. La campa?a 2017-2018 se cerr¨® en la Comunidad Valenciana con una producci¨®n de casi 3,2 millones de toneladas de c¨ªtricos, sobre todo naranjas dulces y mandarinas.
Long y Barnett ¡°ofrecen una metodolog¨ªa para detectar compuestos que puedan ser utilizados contra el huanglongbing¡±, celebra Manuel Tal¨®n, que no ha participado en la nueva investigaci¨®n. ¡°Son honestas, no lanzan las campanas al vuelo. Esto es una guerra a largo plazo. Es un problema del cual desconocemos pr¨¢cticamente todo. Si llega a Espa?a, ocurrir¨¢ lo mismo que en Florida¡±, alerta Tal¨®n.
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