Lo que ense?a la adolescencia compartida de humanos y monos
Los primates aprenden a controlar sus impulsos durante esa etapa. Muchas enfermedades mentales aparecen por fallos en el desarrollo del sistema de inhibici¨®n en ese periodo
La adolescencia es una ¨¦poca de impulsividad y malas decisiones. Un an¨¢lisis publicado en Nature Human Behaviour calculaba que el 90% de los varones de entre 15 y 19 a?os comet¨ªa alg¨²n tipo de acto ilegal. Pese a ser una etapa dif¨ªcil para sus padres, para las autoridades y para los propios adolescentes, tambi¨¦n es un periodo necesario y que compartimos con nuestros parientes animales m¨¢s pr¨®ximos, seg¨²n cuentan en un art¨ªculo publicado en la revista Trends in Neurosciences.
Este tipo de comportamientos ¡°est¨¢ basado en procesos neurobiol¨®gicos adaptativos que son cruciales para moldear el cerebro a partir de la adquisici¨®n de nuevas experiencias¡±, se?ala Beatriz Luna, investigadora de la Universidad de Pittsburgh y coautora del art¨ªculo. Luna ha realizado experimentos simples en los que a ni?os, adolescentes y adultos se les pide que mantengan su mirada hacia el frente aunque reciban un est¨ªmulo desde un lateral. Los ni?os son los que m¨¢s dificultad presentan a la hora de contenerse ante el est¨ªmulo, pero a¨²n no tienen las estructuras cerebrales necesarias para ejercer ese autocontrol. Pese a que los adolescentes s¨ª cuentan con ellas, acaban cayendo en la tentaci¨®n de mirar donde no deben con m¨¢s frecuencia que los adultos.
Se busca el mejor sistema educativo, que funcione para todo el mundo, pero este enfoque es err¨®neo
Este tipo de experimentos muestran una dificultad para dominarse que tambi¨¦n se ha observado en monos adolescentes. ¡°No tienes este sistema de control inhibitorio perfecto en la adolescencia, pero eso tiene un por qu¨¦. Se ha mantenido durante la evoluci¨®n porque permite obtener informaci¨®n sobre el entorno a partir de nuevas experiencias, algo fundamental para una especializaci¨®n ¨®ptima del cerebro¡±, apunta Luna, que considera que comprender los mecanismos neurales que hay tras este periodo de transici¨®n en nuestros parientes animales m¨¢s cercanos es importante para conocer ese proceso de maduraci¨®n cerebral y cognitiva en humanos.
Lo que han observado los estudios neurol¨®gicos, tanto en humanos como en animales, es que, aunque en la adolescencia ya existen las estructuras b¨¢sicas del cerebro adulto, en esa etapa se produce un refinamiento de los sistemas, podando conexiones redundantes o que no se utilizan para que el cerebro se adapte a su entorno espec¨ªfico. Adem¨¢s, los autores explican que no solo se trata de una diferencia en los sistemas de autocontrol sino un desarrollo de los sistemas neuronales que permiten planificar para estar listos en el momento que haya que dar una respuesta.
Los autores afirman que este tipo de conocimientos puede tener aplicaciones pr¨¢cticas. Por un lado, seg¨²n explica Christos Constantinidis, investigador de la Escuela de Medicina Wakeforest y coautor del estudio, ¡°uno de los hallazgos m¨¢s claros de nuestros estudios es que la mayor variabilidad en el cerebro humano se da durante la adolescencia¡±. Esto tiene implicaciones para la educaci¨®n de los adolescentes, aunque la respuesta de Constantinidis no va a resolver la vida de los padres preocupados. ¡°Cada individuo es diferente y cada uno aprende de una forma distinta. Se dedica mucho esfuerzo intentando encontrar el mejor sistema educativo, que funcione para todo el mundo, pero este enfoque es err¨®neo. Es importante comprender que cada individuo tiene habilidades diferentes y madura a un ritmo distinto¡±, plantea el investigador.
Prevenir enfermedades
Otro de los aspectos interesantes de estudiar el normal desarrollo de los cerebros adolescentes, tanto en animales como en humanos, es la comprensi¨®n y la prevenci¨®n de patolog¨ªas como la esquizofrenia, que surgen durante la adolescencia y tienen que ver con un fallo en el sistema que nos permite inhibir determinados comportamientos. ¡°Si las conexiones inhibitorias no maduran apropiadamente, una actividad cerebral espuria puede producir alucinaciones y una distorsi¨®n de las funciones cognitivas normales¡±, explica Constantinidis a Materia.
El objetivo de los investigadores ahora consistir¨ªa en diagnosticar con tiempo utilizando t¨¦cnicas muy sensibles de neuroimagen una maduraci¨®n an¨®mala del cerebro antes de que los circuitos se cierren. ¡°Adem¨¢s, deber¨ªamos desarrollar terapias apropiadas para tratar esa maduraci¨®n an¨®mala, algo que de momento no tenemos¡±, explica el cient¨ªfico de Wake Forest. Como m¨¦todo diagn¨®stico, se plantea utilizar entre otros el test antes mencionado en el que se pide al paciente que aparte la mirada de un est¨ªmulo que se le presenta en una pantalla. ¡°Hemos visto que pacientes con esquizofrenia, e incluso parientes suyos sin diagnosticar, tienen dificultades con este test¡±, a?ade Constantinidis. Esta ser¨¢ una de las aplicaciones de conocer mejor qu¨¦ hay detr¨¢s de esa etapa cr¨ªtica del desarrollo humano.
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