Rota, paraíso y refugio de poetas
Un libro recoge las anécdotas estivales de Joaquín Sabina, Almudena Grandes, Luis García Montero y otros creadores que conviven en verano en la localidad gaditana
“Nuestros veranos son como los de casi todo el mundo. Calurosos, poco madrugadores, un poco más sedientos, ociosos hasta cierto punto. Nos vemos con frecuencia, pero no a todas horas ni todos los días, porque también sabemos ser cargantes. Hay quienes dan por hecho que nos pasamos dos meses de orgías romanas, y no creo que haya que quitarles la ilusión. Ya sabe usted: la verdad también se inventa”. Este apunte del escritor y poeta Felipe Benítez Reyes resume en modo sarcástico el testimonio de la amistad del cantante y poeta Joaquín Sabina con otros literatos y músicos espa?oles, como el propio Benítez Reyes, Luis García Montero, Almudena Grandes, Benjamín Prado, Miguel Ríos o ?ngel González (fallecido en 2008), entre otros. A lo largo de los a?os, todos ellos han coincidido veraneando en la localidad gaditana de Rota. Ahora, sus anécdotas estivales se han recogido en el libro Joaquín Sabina y el club de Rota (Renacimiento), de Francisco Sierra Ballesteros.
No es casual que cada uno de estos “jóvenes poetas líricos”, como denomina a sus amigos García Montero, hayan elegido para sus vacaciones ese pueblo de algo menos de 29.000 habitantes marcado por un pu?ado de peculiaridades naturales e históricas que lo convierten en un lugar casi único del territorio espa?ol: una base naval estadounidense que ha obligado a esta localidad pesquera a convivir con la multiculturalidad desde hace más de 60 a?os, revoltosas aguas atlánticas, kilométricas playas de arenas blancas y una vinculación con destacados escritores.
Fue Rafael Alberti, nacido en la vecina localidad de El Puerto de Santa María, quien a su regreso del exilio en 1977 sirvió de catalizador de los jovencísimos poetas que entonces eran García Montero, Prado o Benítez Reyes. También Joaquín Sabina, quien además de componer sus primeras canciones pugnaba por hacerse un hueco en la poesía y comenzó a frecuentar a ese grupo que se reunía en la costa gaditana, a la que quedó unido para siempre.
“Para mí, la bahía de Cádiz en general y Rota en particular es absolutamente sinónimo de amistad y felicidad”, dijo Sabina, el día de 2017 que el municipio gaditano le homenajeó dando su nombre a una avenida. “Las vacaciones más hermosas en mi vida las he pasado aquí, así que me siento un rote?o más. Y todo esto empezó por querer vivir cerca de Felipe Benítez Reyes, que nos trajo a todos, así como de Luis García Montero, Almudena Grandes, y también de Miguel Ríos, mi compadre y maestro”, a?adió entonces el artista.
Tal es la unión de este grupo de músicos y poetas con Rota que también han dado nombre a algunas de sus calles Miguel Ríos y la pareja formada por Luis García Montero y?Almudena Grandes.
Gracias a esa amistad, todos ellos acabaron comprando una vivienda en la localidad, lo que supuso que los rote?os disfrutaran durante a?os de las Noches de Literatura en la Calle, un evento veraniego donde los escritores, que ejercían de anfitriones de otros cantantes y poetas se reunían en una plaza pública para celebrar la voz y la palabra.
?picas juergas
La leyenda dibuja como épicas las juergas de esta pandilla de talentos. Todos viven en el mismo barrio, junto a la playa de Punta Candor, lo que les permite “cenar, tomar copas y reírnos muy a menudo”, confiesa en el libro García Montero. “Son veladas de amistad en las que intentamos hacer de la vida una celebración, como manera también de comprometerse con el mundo”, a?ade. Almuerzos en el restaurante La Brisa y noches en el Chiringuito de Emilio, por donde también aparecen otros de los amigos satélites del grupo, como el premio Cervantes José Manuel Caballero Bonald, quien pasa los veranos en la playa de La Jara de Sanlúcar de Barrameda, el editor Chus Visor, el poeta gaditano Juan José Téllez o el cantautor Javier Ruibal.
No obstante, también Rota es sinónimo de paz para todos ellos: allí se retira a escribir Sabina; allí ha visto García Montero crecer a sus tres hijos y fue el lugar elegido por Benjamín Prado para casarse en una boda celebrada en el Castillo de la Luna, la fortaleza del siglo XIII que preside el municipio.
Junio, julio y agosto, vacaciones / mortales para Apolo y Afrodita, / a la orilla del mar ?quién necesita / chulos de playa, rayas o condones?, escribe García Montero en uno de los poemas recogidos en el libro. El poeta tiene claro cómo quiere pasar el resto de su vida, según se?ala en el volumen de Sierra Ballesteros: “Cuando pienso en mi futuro, pienso en Rota, junto a Almudena, paseando y contemplando juntos las puestas de sol”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás a?adir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.