Abrir todos los brazos
La par¨¢lisis de los mandatarios moderados mantiene la cuesti¨®n migratoria en las bocas de quienes m¨¢s se benefician de ella: los extremistas
Venezuela y sus vecinos, el Mediterr¨¢neo y el corredor de Centroam¨¦rica hacia el norte son los escenarios de las tres grandes olas migratorias de occidente. Quienes migran se dirigen por regla general a lugares m¨¢s pluralistas e inclusivos que aquellos de los que decidieron salir, pero parad¨®jicamente es el mismo sistema que garantiza la libertad (una democracia abierta) el que posibilita la emergencia de movimientos y partidos que buscan restringir su libertad de movimientos.
Son estas din¨¢micas electorales las que dificultan a su vez los intentos (necesarios, casi inevitables) de coordinaci¨®n entre pa¨ªses receptores. Los mandatarios son normalmente reacios a tomar iniciativas de acogida por miedo al castigo de sus votantes. O m¨¢s bien de aquellos l¨ªderes que pretenden conformar coaliciones antiinmigraci¨®n, y que arrastran al extremo las opiniones de porciones cada vez m¨¢s significativas de los electorados nacionales. Este problema, adem¨¢s, ha adquirido el mismo cariz internacional en los medios: un titular con las palabras ¡°Salvini dice¡± o ¡°Trump decide¡± ya acapara m¨¢s atenci¨®n fuera de Italia o EE?UU que las declaraciones de sus equivalentes espa?oles, alemanes, colombianos o mexicanos. Los inmigrantes, mientras, asisten a las decisiones sobre su destino con una pasividad forzada: sin apenas voz ni voto en sus destinos, como generalmente tampoco la ten¨ªan en sus puntos de origen.
A medida que se enquistan los problemas de coordinaci¨®n entre las naciones receptoras, tambi¨¦n lo hace el debate p¨²blico. La par¨¢lisis de los mandatarios moderados mantiene la cuesti¨®n migratoria en las bocas de quienes m¨¢s se benefician de ella: los extremistas, porque ellos lo interpretan ante su p¨²blico como si les estuviesen dando la raz¨®n en sus demandas. El coste electoral que terminar¨¢n por pagar los primeros ser¨¢ probablemente mayor que el asumido de haber llegado a un acuerdo de acogida funcional, ordenada e incluyente.
En este sentido, la mayor¨ªa de los l¨ªderes europeos y americanos est¨¢n actuando como quien decide endeudarse a pesar de disponer del efectivo necesario en el momento. Por miedo a quedarse sin votos ahora (algo poco probable) est¨¢n dispuestos a asumir unos intereses inciertos en el futuro sobre su caudal electoral. Probablemente pecan de optimismo cuando estiman el precio que acabar¨¢n pagando por esta falta de arrojo disfrazada de prudencia. @jorgegalindo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.