La carta de ajuste: censuras, fallos y la verdadera funci¨®n del que fue el ¡®programa¡¯ m¨¢s visto
El a?o que viene se cumplen 15 a?os de su desaparici¨®n. Se meti¨® en la casa de todos los espa?oles, que protestaron por su abstracci¨®n. Ignoraban que ese dise?o no era un capricho
¡°Televisi¨®n Espa?ola emitiendo en periodo de pruebas. Regule los mandos de su receptor con ayuda de la carta de ajuste. Le recordamos que el d¨ªa 28 de octubre iniciaremos las emisiones de una forma regular¡±. Una voz en off sobre una versi¨®n orquestal de Toda una vida, de Antonio Mach¨ªn, advert¨ªa a los espa?oles privilegiados poseedores de este electrodom¨¦stico (no m¨¢s de 50.000) de que la televisi¨®n ya estaba aqu¨ª. Era 1956, y en los d¨ªas previos al alumbramiento, lo ¨²nico que pod¨ªa verse en pantalla era una extra?a imagen est¨¢tica que mezclaba c¨ªrculos, rayas, cuadr¨ªculas y distintos tonos de grises. La carta de ajuste, imagen que, en distintas versiones (en color, a partir de 1973, para los privilegiados espa?oles con una tele en color), acompa?¨® a los telespectadores hasta 2002.
Como advert¨ªa aquella voz en off, la carta de ajuste serv¨ªa precisamente para eso, para ajustar bien la se?al. No solo en casa: para la cadena tambi¨¦n es ¨²til porque le permite mantener activos todos los factores de la emisi¨®n (contraste, tono, el brillo, sonido¡), as¨ª como comprobar inmediatamente la calidad de la se?al. Aquella primera de TVE no era m¨¢s que una cartulina a la que enfocaba una c¨¢mara fija, algo habitual en todas las cadenas del mundo hasta que, con la irrupci¨®n de los ordenadores, empezaron a generarse digitalmente.
Ignorantes de las necesidades t¨¦cnicas, muchos de aquellos telespectadores pioneros protestaban por lo antiest¨¦tica que era esa carta de ajuste. Propon¨ªan, por ejemplo, que en vez de esa imagen casi abstracta pusieran pinturas famosas. Pero el dise?o no era ning¨²n capricho
En aquellos a?os en los que hab¨ªa m¨¢s horas sin emisi¨®n que con contenidos, la carta de ajuste aparec¨ªa en pantalla una hora antes de la programaci¨®n, que en La Primera (entonces TVE1), era a las dos de la tarde y en La 2 (UHF, como se conoc¨ªa popularmente), a las ocho de la tarde. Ambas cadenas terminaban la emisi¨®n a las doce de la noche. Y ya. Aunque tambi¨¦n es cierto que en aquellos primeros a?os no era extra?o que irrumpiera en mitad de alguna emisi¨®n por culpa de un fallo t¨¦cnico.
Ignorantes de las necesidades t¨¦cnicas, muchos de aquellos telespectadores pioneros protestaban por lo antiest¨¦tica que era esa carta de ajuste. Propon¨ªan, por ejemplo, que en vez de esa imagen casi abstracta pusieran pinturas famosas o esculturas. Pero el dise?o no era ning¨²n capricho. El elegido por TVE (y luego tambi¨¦n por la mayor¨ªa de las televisiones auton¨®micas y privadas) era el patr¨®n PM5544, patentado por la casa Philips.
La m¨²sica tambi¨¦n era un ingrediente importante. Y la censura, presente durante todo el franquismo y que aqu¨ª tambi¨¦n impon¨ªa su ley. Por eso, la selecci¨®n se volcaba sobre todo en la cl¨¢sica, sin olvidar por supuesto un g¨¦nero tan espa?ol como la zarzuela, aunque las del maestro Pablo Soroz¨¢bal estaban vetadas. Por republicano. Tampoco pod¨ªan emitirse obras de Carl Orff, pero en este caso por motivos econ¨®micos. El compositor alem¨¢n no cobraba sus derechos de autor a trav¨¦s de la SGAE, con la que la cadena ten¨ªa un acuerdo. Y, por lo visto, tampoco los cobraba baratos.
En los ochenta, con la llegada de las televisiones auton¨®micas, primero, y en los noventa, con el nacimiento de las privadas, despu¨¦s, nuestros televisores se sembraron de distintas versiones de la carta de ajuste. Telecinco incluso se apart¨® del modelo imperante y opt¨® por unas muy sobrias barras de color. Pero era el canto del cisne. En marzo de 1995 Antena 3 inici¨® sus emisiones 24 horas, lo que no dejaba espacio para la carta de ajuste, y provoc¨® un efecto domin¨® en el resto de cadenas. El 2005 Canal 9 de la Comunidad Valencia fue la ¨²ltima en retirarla. Y nadie parece echarla de menos.
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