Cuando los adultos enloquecieron
No sabemos todav¨ªa como acabar¨¢ la farsa del Brexit pero la l¨¢pida quiz¨¢s rece: Reino Unido. Descansa en paz, Gran Breta?a dio paso a la Peque?a Inglaterra
Por qu¨¦ estamos tan insatisfechos ante un mundo que, con todas sus imperfecciones y desigualdades, multiplica las posibilidades de progreso y bienestar? Nos atenaza una difusa sensaci¨®n de desasosiego, miedo incluso, ante los acontecimientos que nos sobrepasan. Es paralizante. Tambi¨¦n en este est¨ªo del 2019 en lo que se refiere al desorden del orden internacional, desquiciado, fuera de sus ejes cl¨¢sicos. Como todos los veranos: los sue?os y expectativas que nosotros mismos desatamos al comienzo del periodo vacacional, por excesivas, una a?o m¨¢s no se han colmado
Las acciones de la pareja de gemelos del pelo blanco calabaza, Donald y Boris, han puesto de manifiesto que la democracia angloestadounidense est¨¢ en manos de "mentes desordenadas" (Ian Hughes, f¨ªsico y psic¨®logo irland¨¦s). Ambos han perdido el oremus. Johnson, el charlat¨¢n y exc¨¦ntrico brit¨¢nico, que en su demente itinerario radical populista se cree Churchill, ha desatado el monstruo del Brexit a las bravas, que amenaza con colapsar al Reino Unido, da?ar gravemente a la democracia parlamentaria brit¨¢nica, y provocar una fuerte v¨ªa de agua a la Uni¨®n Europea. Ep¨ªtome de las decadentes ¨¦lites pol¨ªticas brit¨¢nicas, educadas a la sombra de Eton y Oxford.
Por su parte, su mentor Trump, se ha empe?ado en ganar r¨¢pido y gratis una guerra comercial y tecnol¨®gica con China, bajo la falacia de que los aranceles que impone los pagan solo los chinos. De momento su cruzada para implosionar las relaciones comerciales globales, que sin embargo no est¨¢ del todo falta de raz¨®n en lo se refiere a China, ya ralentiza el crecimiento mundial. 2019, el verano de la imprevisibilidad o cuando los adultos enloquecieron. Si es que queda alg¨²n adulto al frente de EE UU: en la Casa Blanca, ya no. Los pocos que hubo fueron despedidos sin contemplaciones por el presidente que desoy¨® cualquier consejo profesional de los que sab¨ªan. Y Trump camina solitario sin saber que no sabe. Gobernando v¨ªa impetuosos tuits . S¨ªmbolo digital de una ¨¦poca desdichada para la democracia americana.
Se busca alguien detr¨¢s del escenario occidental, un grupo de personas sensatas que evite que la econom¨ªa mundial encalle de nuevo y sepa apagar la esteril polarizaci¨®n pol¨ªtica y rebatir las recetas m¨¢gicas de los populismos. Mientras tanto, no olvidemos la historia no tan lejana. Aun hoy nos preguntamos como en 1933 fue posible que un demagogo criminal pudo ser elegido democr¨¢ticamente canciller del Reich alem¨¢n, y como el culto pueblo alem¨¢n sigui¨® a Hitler ciegamente en la locura nazi.
Cabe preguntarse tambi¨¦n como una mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa brit¨¢nica se prest¨® al enga?o del Brexit, camelada por una inepta dirigencia pol¨ªtica. Y no menor asombro causa la elecci¨®n del presidente Trump y la probabilidad de que pueda repetir mandato. Detr¨¢s del tel¨®n, la enorme fragilidad de la democracia que si no resuelve los problemas de los ciudadanos, si no es eficaz, no lo est¨¢ siendo, pierde el sustento popular. No sabemos todav¨ªa como acabar¨¢ la farsa del Brexit pero la l¨¢pida quiz¨¢s rece: Reino Unido. Descansa en paz, Gran Breta?a dio paso a la Peque?a Inglaterra. fgbasterra@gmail.com
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