El duque de Alba reivindica su trabajo tras los ataques de su hermano Cayetano
En v¨ªsperas de la apertura al p¨²blico del palacio de Liria el 19 de septiembre, Carlos Fitz-James Suart habla de sus casi cinco a?os como gestor del ingente patrimonio familiar
Carlos Fitz-James Suart, actual duque de Alba, est¨¢ en v¨ªsperas de ver cumplido su proyecto de abrir el palacio de Liria al p¨²blico el pr¨®ximo 19 de septiembre. Es una manera de poder financiar tan costosa residencia y a la vez mostrar parte del ingente patrimonio familiar. La residencia estar¨¢ abierta todos los d¨ªas salvo unas fechas en Navidad. En grupos de 20 personas se podr¨¢n recorrer sus instalaciones de cuyas paredes cuelgan importantes cuadros- goyas, vel¨¢zquez, rubens o tizianos incluidos- y visitar la biblioteca que posee importante documentos hist¨®ricos. Todo ello llega d¨ªas despu¨¦s de que Cayetano Mart¨ªnez de Irujo, el hermano menor de los Alba, haya arremetido duramente contra el duque y dos de sus hermanos -Alfonso y Jacobo- en el libro que ha escrito titulado De Cayetana a Cayetano.
En una entrevista con la revista ?Hola! con motivo del 75? aniversario de la publicaci¨®n, el arist¨®crata responde sin nombrarle a su hermano y a algunas de las cr¨ªticas que ha recibido de ¨¦l por su gesti¨®n al frente de la Casa de Alba. "Creo que en cuatro a?os y medio he hecho much¨ªsimas cosas aunque no me corresponde a mi decirlas. He mejorado notablemente la situaci¨®n econ¨®mica de la Casa. He ordenado el patrimonio art¨ªstico y he abierto mis tres casas: primero Due?as, luego Monterrey y ahora Liria; y llevo restaurados m¨¢s de 50 cuadros".
Cayetano Mart¨ªnez de Irujo no piensa as¨ª. En su libro asegura: "La transici¨®n de la Casa de Alba al siglo XXI la he hecho yo por encargo de mi madre y me ha molestado que me hayan apartado y no me lo hayan agradecido. A d¨ªa de hoy mis tres hermanos mayores no me quieren¡±. Y a?ade: ¡°El 1 de enero de 2015, un mes despu¨¦s de morir mi madre, mi hermano Carlos me quit¨® de todo: todas las atribuciones que ten¨ªa dentro del palacio y dentro de la estructura, me dej¨® sin sueldo, me dej¨® en la calle. No ten¨ªa ning¨²n ingreso¡±. El asegura que solo ha hecho frente a la historia de su vida y que no tiene nada en contra de ninguno de sus hermanos, aunque est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo a Fernando y a Eugenia. Tambi¨¦n afirma que se decidi¨® a escribir el libro cuando ten¨ªa todo digerido, sin resquemores, pero que ha querido hacerlo con total sinceridad. Y que solo busca dejar constancia de lo que ha hecho por la Casa para evitar que le borren del mapa.
El cisma familiar qued¨® en evidencia el pasado fin de semana cuando ninguno de los cinco hermanos de Cayetano acudi¨® a la fiesta que organiz¨® en San Sebasti¨¢n por la mayor¨ªa de edad de sus hijos Amina y Luis. "No vendr¨¢ ninguno. Aqu¨ª est¨¢n solo los que me quieren", dijo el menor de los Alba.
Carlos Fitz-James Suart habla en la entrevista que de "cercan¨ªa, sinceridad y dignidad", son las normas por las que rige su trabajo y reivindica el papel de sus hijos: Fernando y Carlos. Ellos junto a ¨¦l forman ahora el n¨²cleo duro de la Casa de Alba por lo que el resto de los hijos de la duquesa han quedado apartados de su anterior papel, algo a lo que Cayetano no se resigna. "Ellos todav¨ªa son j¨®venes y se dedican a sus trabajos. Nos obstante est¨¢n muy bien informados sobre el desenvolvimiento de la Casa. Fernando termin¨® su carerra de Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas y estudi¨® en EE UU y Londres trabajando luego en un banco y ahora va a hacer un m¨¢ster. Carlos estudi¨® F¨ªsicas y actualmente se dedica al mundo de los negocios".
El duque sin embargo no responde a su hermano en cuestiones m¨¢s personales como estas afirmaciones: ¡°Mi madre hizo muchas cosas bien, pero ser madre¡ Cuando muri¨® mi padre, Fernando y yo nos quedamos en medio de ninguna parte¡±. ¡°No nos dejaron despedirnos de mi padre. Fernando y yo rezamos durante d¨ªas en la capilla de casa por su salud y ¨¦l ya hab¨ªa muerto¡±. ¡°Durante dos a?os estuve en la Cienciolog¨ªa. Fue dif¨ªcil salir. Aquello me cost¨® dos millones de pesetas. Yo probaba todo lo que pod¨ªa ayudar¡±. ¡°No puedo valorar a las mujeres por el miedo a lo que me pas¨® con las nannies. Me pegaban palizas con una vara de bamb¨²¡±. ¡°La coca¨ªna me perturb¨® por completo y solo quer¨ªa seducir a mujeres¡±. ¡°La modelo", [como Cayetano se refiere a Mar Flores, con quien tuvo una relaci¨®n], ¡°fue la horma de mi zapato en el peor de los sentidos. Yo, que pensaba que todas las mujeres estaban a mi disposici¨®n, sabore¨¦ mi propia medicina: era una mujer maquiav¨¦lica y fr¨ªa, de doble personalidad¡±. O: "A mi madre le ten¨ªamos miedo. Yo me sent¨ªa como Oliver Twist dentro de palacio. Iba a pedir comida o una explicaci¨®n y lo ¨²nico que recib¨ªa eran golpes. A Fernando no le pegaban, s¨®lo a m¨ª, porque ¨¦l no se rebelaba¡"
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Una vieja aspiraci¨®n
En 1976 Cayetana cre¨® la fundaci¨®n para mantener ¨ªntegro (e inviolable) el legado hist¨®rico de la familia, formado principalmente por la colecci¨®n que mont¨® Carlos Miguel Fitz James (1794-1835), decimocuarto duque de Alba. A ¨¦l le deben la compra de las pinturas de las escuelas italiana, flamenca y espa?ola. Entre las joyas ¡ªse?aladas como cardinales en el Museo del Prado¡ª destacan ejemplos de Bellini, Palma el Viejo, Perugino, Tiziano, Luca Giordano, Andrea del Sarto, Guido Reni, Rembrandt, Rubens, Antonio Moro, Teniers, Ingres, Murillo, Ribera, Vel¨¢zquez, Goya, Mengs o Raimundo de Madrazo.
La fundaci¨®n se compone desde su creaci¨®n por 219 ¨®leos, 54 dibujos, 177 acuarelas, 137 miniaturas, 52 tapices, el archivo y la biblioteca (de m¨¢s de 30.000 vol¨²menes, con los Diarios de a bordo de Col¨®n, una Biblia miniada del siglo XV o el testamento aut¨®grafo de Felipe II), adem¨¢s de los muebles y los objetos que se podr¨¢n ver en el recorrido. Y, por supuesto, el mayor jard¨ªn hist¨®rico privado que se conserva en el centro urbano madrile?o. El palacio neocl¨¢sico levantado por Ventura Rodr¨ªguez, de 1770, fue destruido por los bombardeos franquistas en la Guerra Civil y reconstruido por Edwin Lutyens entre 1939 y 1956.
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