Cristina de Borb¨®n seguir¨¢ un a?o m¨¢s en Ginebra

Cristina de Borb¨®n ha retomado su vida en Ginebra tras el par¨¦ntesis veraniego. Con ella est¨¢n sus dos hijos menores, Miguel e Irene, que ya han comenzado las clases en el colegio Ecolint. Los mayores ya viven fuera del hogar. El mayor, Juan, estudia en el Reino Unido como el a?o pasado y el segundo, Pablo, ha fichado por el Nantes, un equipo de balonmano franc¨¦s tras jugar la temporada anterior en Hannover, en Alemania. As¨ª que, a la espera de que su marido I?aki Urdangarin obtenga alg¨²n beneficio penitenciario, no hay se?ales de que la Infanta vaya a cambiar su domicilio. Lisboa y Madrid eran las ciudades candidatas para acoger a la hermana menor de Felipe VI de cara a un posible cambio de r¨¦gimen de vida carcelaria de su esposo

El 19 de junio pasado Urdangarin?cumpli¨® el primero de los 5 a?os y 10 meses de condena por delitos de malversaci¨®n, prevaricaci¨®n, fraude a la Administraci¨®n, dos delitos fiscales y tr¨¢fico de influencias a los que est¨¢ condenado en la c¨¢rcel de Brieva, en ?vila.

A finales del mes de noviembre Urdangarin podr¨¢ solicitar su primer permiso. Todo indica que el juez se lo conceder¨¢. Como otros presos, tendr¨¢ derecho a una serie de d¨ªas, que no podr¨¢n ser m¨¢s de seis seguidos. Cuando llegue ese periodo de tiempo la vida del marido de Cristina de Borb¨®n cambiar¨¢, ya que poco a poco se acercar¨¢ al tercer grado, que puede llegar cuando haya cumplido la mitad de su condena. Tener arraigo y un trabajo har¨¢ m¨¢s f¨¢cil que Urdangarin, como ocurre con cualquier otro preso, logre el tercer grado.

Seg¨²n fuentes penitenciarias, Urdangarin es un preso que no da problemas. Correcto y educado con los funcionarios, cumple con las normas recogidas en el libro El d¨ªa a d¨ªa en prisi¨®n, que se entrega a todos los reclusos al ingresar en la c¨¢rcel. En ¨¦l se recogen, por ejemplo, el r¨¦gimen de visitas a las que tienen derecho y las llamadas telef¨®nicas que pueden hacer. El marido de Cristina de Borb¨®n puede, como otros presos, hacer un m¨¢ximo de 10 llamadas telef¨®nicas a la semana de cinco minutos a uno de los n¨²meros previamente autorizados por Prisiones, y cuyo importe debe asumir ¨¦l. Casi todas las comunicaciones son con su esposa, aunque tambi¨¦n habla con su madre.

La Infanta en este ¨²ltimo a?o se ha dejado ver m¨¢s en Espa?a. Ya no solo visita Barcelona por razones laborales, sino que?tambi¨¦n viaja a Madrid para ver a su familia. No se sabe nada, en cambio, de en qu¨¦ lugar ha pasado el verano. En otras ocasiones lo ha hecho en Bidart, en el sur de Francia donde la familia Urdangarin suele alquilar una casa. Quienes s¨ª han aparecido en p¨²blico han sido sus hijos menores, que visitaron a su abuela, la reina Sof¨ªa, en Palma de Mallorca antes de que don Felipe, do?a Letizia, la princesa de Asturias y la infanta Sof¨ªa llegaran a la isla. Luego la Infanta acudi¨® con tres de sus cuatro hijos a visitar a su padre en el Hospital Quir¨®n de Madrid donde fue operado del coraz¨®n.