Los hombres que am¨® y us¨® Coco Chanel
La dise?adora mantuvo relaciones sentimentales con artistas y arist¨®cratas que le ayudaron a forjar su imperio en la moda
Si Coco Chanel logr¨® transformar la moda para siempre fue porque supo leer el signo de los tiempos. Ella entendi¨® antes y mejor que nadie que las mujeres necesitaban un nuevo guardarropa con el que ser activas, independientes y libres. ¡°Una mujer ocupada necesita sentirse c¨®moda con su ropa. Tienes que ser capaz de subirte las mangas¡±, declar¨® en la d¨¦cada de los a?os 20. Su capacidad para absorber ideas y su talento para adaptarlas a sus dise?os solo era comparable a su don para rodearse de las personas apropiadas: una mezcla imposible de artistas y arist¨®cratas que le ayudaron a estimular su creatividad y, en los inicios de su carrera, tambi¨¦n a financiarla.
Con muchos mantuvo relaciones amorosas, pero la mayor¨ªa, sencillamente, solo disfrutaban de tenerla cerca. Ahora, una biograf¨ªa reci¨¦n publicada en Reino Unido, Living with Coco Chanel. The homes and landscapes that shaped the designer, a?ade nuevos datos. Escrito por la escocesa Caroline Young, el libro recorre los lugares y casas que frecuent¨® Coco ¡ªunas veces, en calidad de amante de sus due?os; otras, como en el caso de La Pausa, su villa cerca de Montecarlo, como su orgullosa propietaria¡ª, y explora c¨®mo la molde¨® e inspir¨® cada entorno.
Hasta en el convento de Aubazine, donde la dej¨® su padre de ni?a, hall¨® Young elementos que luego Coco referenciar¨ªa en su firma. ¡°Fui a Aubazine, la abad¨ªa donde se cri¨® despu¨¦s de haber sido abandonada a la edad de doce a?os. Es un lugar muy remoto, tranquilo, en lo alto de una meseta, rodeado de bosque, y descubr¨ª que ah¨ª es donde comienza la leyenda de Chanel¡±, cuenta la autora a EL PA?S. Pero Living with Coco Chanel no es un mero compendio de datos de interiorismo; son las experiencias junto a los hombres de su vida ¡ªde esa vida sentimental tan intensa y azarosa¡ª las que protagonizan gran parte de la obra.
El primero fue el oficial de caballer¨ªa y heredero textil Etienne Balsan, que se fij¨® en ella cuando solo era una joven costurera. Balsan la convirti¨® en su segunda amante, la instal¨® en su castillo y acab¨® prest¨¢ndole un apartamento en Par¨ªs donde Coco empez¨® a vender sus sombreros. ¡°?l era un inconformista al que le gustaba rodearse de gente de fuera de su c¨ªrculo, e incluy¨® a Chanel en su mundo porque era diferente y ¨²nica. Esto fue alrededor de 1905 o 1906 y en esos tiempos las mujeres no ten¨ªan poder; Chanel sab¨ªa que, sin familia ni riqueza, necesitar¨ªa crearse su suerte¡±, explica Young.
Estando con Balsan, Coco conoci¨® al empresario y playboy Arthur Boy Capel, su gran amor, que le ayud¨® a financiar su primera boutique, aunque despu¨¦s le romper¨ªa el coraz¨®n dos veces: al casarse con otra mujer y al matarse en un accidente de coche en 1919. Tambi¨¦n fue sonado su affaire con el gran duque Dmitri Pavlovich, nieto del zar Alejandro II, que hab¨ªa huido de Rusia tras la revoluci¨®n bolchevique y que, seg¨²n la autora, le regal¨® las perlas que ella convertir¨ªa en un accesorio emblem¨¢tico de su look. O su larga relaci¨®n con Hugh Grosvenor, segundo duque de Westminster, de quien Chanel tomaba prestadas las chaquetas de tweed que hoy son se?a de identidad de la marca, y con quien vivi¨® en una mansi¨®n en las Highlands.
Que muchas de sus parejas fueran hombres ricos y poderosos no significa, para Caroline Young, que ella los eligiera as¨ª ex profeso: ¡°No creo que los sedujera de forma deliberada; fue su pasi¨®n, creatividad y fuerza lo que atra¨ªa a la gente hacia ella. Sus amantes despu¨¦s de Boy Capel, incluyendo a Dmitri Pavlovich y Stravinsky, ten¨ªan muy poco dinero, pero se sinti¨® atra¨ªda por Dmitri porque era un Romanov, y a ella le impresionaban los t¨ªtulos. Cuando conoci¨® al duque de Westminster, Chanel era muy rica por derecho propio, y ¨¦l encontr¨® su independencia refrescante¡±. Chanel nunca renunci¨® a esa independencia. ¡°Se cree que se comprometi¨® con Paul Iribe a mediados de los 30, pero ¨¦l muri¨® de un ataque card¨ªaco en las canchas de tenis de La Pausa delante de ella¡±, cuenta la bi¨®grafa. ¡°Tambi¨¦n pudo haber deseado casarse con el duque, pero ella no pod¨ªa quedarse embarazada. Para entonces, Chanel podr¨ªa haberse dado cuenta de que ser independiente y vivir de la manera que quer¨ªa era vital para ella¡±. La propia mademoiselle lo resumi¨® as¨ª: ¡°Dios sabe que quer¨ªa amor. Pero en el momento en el que tuve que elegir entre el hombre que amaba y mis vestidos, eleg¨ª los vestidos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.