Una esp¨ªa llamada Coco Chanel
La gran dise?adora trabaj¨® para los servicios secretos alemanes durante la ocupaci¨®n de Par¨ªs. Intent¨® aprovechar las leyes antisemitas para apropiarse de las acciones de su socio jud¨ªo
Hay genios que esconden un lado oscuro. Coco Chanel es uno de ellos. La mujer que fund¨® el imperio que lleva su nombre, la misma que transform¨® el modo de vestir de millones de mujeres y que comercializ¨® el perfume m¨¢s prestigioso y conocido (el N?5), trabaj¨® clandestinamente para los servicios secretos alemanes durante la ocupaci¨®n francesa (1940-1944). Un libro biogr¨¢fico del medio centenar publicados sobre el perfil de este emblema de Francia convirti¨® en certeza hace dos a?os lo que hasta entonces era una sospecha: Coco Chanel fue reclutada por el espionaje germano. Esta semana, por vez primera, un medio nacional ¡ªFrance 3¡ª ha indagado en las profundidades de un lado de la historia que Francia prefiere con frecuencia ignorar: el colaboracionismo de uno de sus grandes mitos contempor¨¢neos.
Cuando los alemanes ocuparon Par¨ªs en mayo de 1940 Coco Chanel ten¨ªa 57 a?os. Para entonces, ya era una referencia mundial en el universo de la moda y una empresaria de prestigio con 4.000 empleados en sus diferentes talleres. Ella, como otras celebridades de la ¨¦poca, huy¨®, asustada, al sur del pa¨ªs para regresar al poco tiempo a Par¨ªs. Los alemanes deseaban mantener la fama de la ciudad como capital de las artes y el entretenimiento y lograron el retorno de Chanel, del actor Jean Gabin o de la bailarina y cantante Jos¨¦phine Baker, convertida secretamente tambi¨¦n en esp¨ªa, pero en este caso al servicio de los aliados.
Durante dos horas de emisi¨®n, el programa mensual de France 3 La sombra de una duda desgran¨® el pasado lunes, en un cap¨ªtulo titulado Los artistas bajo la ocupaci¨®n, el destino de un buen pu?ado de celebridades durante la ocupaci¨®n alemana. El de Chanel resulta especialmente doloroso. La gran dise?adora no solo volvi¨® a Par¨ªs, sino que regres¨® a su lujosa vida en el hotel Ritz y se enamor¨® de Hans G¨¹nther von Dincklage, un diplom¨¢tico alem¨¢n que dominaba el franc¨¦s y que result¨® ser un reclutador nazi de esp¨ªas. A trav¨¦s de ¨¦l logr¨® Chanel la liberaci¨®n de su sobrino Gabriel, del que siempre se sospech¨® que era hijo de la propia dise?adora.
Una vida de lujo
Coco Chanel naci¨® en 1883 en Saumur (un pueblo del centro de Francia) en el seno de una familia humilde
El gran amor de su vida, el arit¨®crata brit¨¢nico Boy Capel, le prest¨® el dinero para su primer talles. Al cabo de unos a?os, la dise?adora hab¨ªa creado un imperio de la moda y explotaba, junto a su socio Pierre Wertheimer, Chanel N? 5, el perfume creado por ella en 1921
Vivi¨® durante casi su vida en grandes hoteles. Dos 'suites' del Ritz fueron su casa en Par¨ªs hasta su muerte en 1971
Los datos y documentos difundidos en el programa de France 3 son incontestables. Al poco de la ocupaci¨®n, Coco Chanel, aprovechando las nuevas normas antisemitas, intent¨® arrebatar a su socio, el jud¨ªo Pierre Wertheimer, la empresa Bourjois que comercializaba Chanel N? 5. No lo logr¨®. Wertheimer, conocedor de los peligros que le acechaban, hab¨ªa puesto previamente sus acciones a nombre de un tal F¨¦lix Amiot, que se las devolvi¨® al final de la guerra. En aras de presentar una empresa renovada, Chanel, una mujer altiva y poco emp¨¢tica, despidi¨® a gran parte de su personal; una venganza, en realidad, por la huelga que sus empleados hab¨ªan realizado meses antes.
El tren de vida de Chanel durante los a?os de ocupaci¨®n siempre gener¨® sospechas en la sociedad francesa. Hal Vaughan, un viejo periodista americano, veterano de la guerra, public¨® en 2012 los datos que confirmaban tan inc¨®moda sospecha. Gabrielle Bonheur Chanel, m¨¢s conocida por Coco Chanel, figuraba en los servicios alemanes como la agente F-7124. France 3 ha rescatado ahora documentos in¨¦ditos del ministerio de Defensa franc¨¦s, de la Prefectura de polic¨ªa y del Archivo Nacional de Francia que corroboran esa versi¨®n. De hecho, el viaje que Coco Chanel realiz¨® a Espa?a en 1943 fue un intento de utilizar sus enlaces indirectos con el entonces primer ministro brit¨¢nico, Winston Churchill, para intentar que Londres se aviniera a firmar la paz unilateralmente con Berl¨ªn. Una misi¨®n fracasada.
El final de la ocupaci¨®n de Par¨ªs, en agosto de 1944, dio paso, los primeros d¨ªas, a la cruel persecuci¨®n de todo colaboracionista. Mientras las turbas rapaban y emplumaban a las mujeres, Coco Chanel era detenida y llevada ante un comit¨¦ de depuraci¨®n que la interrog¨® durante un par de horas antes de dejarla marchar. Nunca m¨¢s fue molestada. Nadie indag¨®. Ning¨²n tribunal interrog¨® siquiera a esta due?a de un imperio de la moda, la joyer¨ªa y la perfumer¨ªa que manten¨ªa espl¨¦ndidas relaciones con la aristocracia y el arte de todo el continente. A pesar ello, opt¨® por un exilio dorado en Suiza que dur¨® diez a?os. All¨ª se tom¨® la ¨²ltima foto que se tiene de ella, datada de 1949, junto a su apuesto amante alem¨¢n.
Coco Chanel regres¨® a Par¨ªs y recuper¨® sus lujosas estancias en el Ritz. All¨ª muri¨® la millonaria, en 1971, tras encontrarse repentinamente enferma, tumbada en su cama, perfectamente vestida, peinada y maquillada, a los 88 a?os de edad. Pocos han querido remover despu¨¦s el lado m¨¢s tenebroso de su biograf¨ªa. ¡°?Ha visto usted la repercusi¨®n que ha tenido el programa?¡±, pregunta ret¨®ricamente a EL PA?S el productor ejecutivo de Martange Production Fr¨¦d¨¦ric Lusa, responsable de este programa, para responderse: ¡°Por esta historia solo se han interesado los medios extranjeros¡±.
La sobrina-nieta de Gabrielle Bonheur Chanel, Gabrielle Palasse, hija de Gabriel ¡ªaquel al que salv¨® Hans G¨¹nther von Dincklage¡ª, confes¨® una vez p¨²blicamente que nunca se atrevi¨® a preguntarle a Coco Chanel si en realidad era nieta suya. Pierre Wertheimer termin¨® convenciendo al genio de la moda para quedarse con la firma, si bien mantuvo a la gran Coco como socia creativa y cubri¨® todos sus gastos hasta el fin. Los nietos de Pierre, Gerard y Alain Wertheimer, son hoy los due?os del imperio Chanel, que dispone de casi 200 tiendas en todo el mundo. Firma familiar que no cotiza en bolsa, Bloomberg evalu¨® recientemente la fortuna de los Wertheimer en 5.600 millones de euros.
En 1983, los nuevos gestores ficharon al dise?ador Karl Lagerfeld, el estramb¨®tico y genial personaje. Esta es su opini¨®n sobre Coco Chanel y su lado oscuro: ¡°La verdad no nos concierne. Una leyenda es una leyenda. Prefiero mi fantas¨ªa a los detalles hist¨®ricos [...]. Lo que importa no es la realidad, sino la idea que tenemos de las cosas y las personas. Para m¨ª, Chanel es una idea y eso es lo que yo desarrollo¡±.
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