C¨®mo Dennis Hopper convirti¨® una pel¨ªcula juvenil para televisi¨®n en un desvastador cl¨¢sico generacional

Al hablar de Dennis Hopper es inevitable citar Easy rider (1969), la pel¨ªcula que abri¨® el camino del llamado Nuevo Hollywood. El autor de aquel formidable triunfo de la contracultura acab¨® dos a?os despu¨¦s en una cuneta por culpa del alcohol, la coca¨ªna y la ruina de su siguiente filme, The last movie. Pero Hopper no se dio por vencido. Una d¨¦cada despu¨¦s del monumental tortazo, el azar le dio una nueva oportunidad con Out of the blue [1980, que en Espa?a se tradujo como Ca¨ªdo del cielo]. Su tercera pel¨ªcula como director se estren¨® en el Festival de Cannes, aunque su inc¨®modo relato no cuaj¨® y, maltratada, apenas tuvo eco. Casi 40 a?os despu¨¦s est¨¢ considerada una obra de culto.

Se trataba de una pel¨ªcula canadiense juvenil destinada a la televisi¨®n. Apenas un par de semanas despu¨¦s de empezar el rodaje, el director fue despedido y el actor tom¨® el relevo. Hopper cambi¨® el guion y con su estilo descarnado, a veces hasta turbio, le dio un giro imprevisto

Desde hace unos meses circula por Internet una campa?a para lograr financiaci¨®n para la restauraci¨®n de esta pel¨ªcula fundamental. Encabezada por su distribuidor original, John Alan Simon, y su socia, Elisabeth Karr, se han sumado al rescate actrices como Natasha Lyonne y Chlo? Sevigny. La nueva copia acaba de pasar por el festival de Venecia, en su secci¨®n de cl¨¢sicos, adelant¨¢ndose a la efem¨¦ride de 2020. Para sus admiradores, entre los que ¨Cya lo habr¨¢ adivinado¨C me encuentro, todo en Out of the blue, desde el cartel publicitario a su emblem¨¢tica canci¨®n, est¨¢ rodeado de significados.

El afiche presentaba a la actriz protagonista, Linda Manz, con una cazadora de cuero y el pelo engominado. Con mirada retadora, se lee a sus pies: ¡°Ella tiene 15 a?os y el ¨²nico adulto que admira es Johnny Rotten¡±. La canci¨®n, de la que la pel¨ªcula tambi¨¦n tom¨® su t¨ªtulo, es el ¨¦pico Hey hey, my my, de Neil Young, cuyos versos, ¡°it¡¯s better to burn out than to fade away¡± (es mejor quemarse que desvanecerse) acabaron extractados en la nota de suicidio de Kurt Cobain.

Dennis Hopper hab¨ªa aterrizado al principio del proyecto solo como actor, para interpretar al padre de la adolescente CeBe. Se trataba de una pel¨ªcula canadiense juvenil destinada a la televisi¨®n. Apenas un par de semanas despu¨¦s de empezar el rodaje, el director fue despedido y el actor tom¨® el relevo. Cambi¨® el guion y con su estilo descarnado, a veces hasta turbio, le dio un giro imprevisto.

CeBe vive con su madre, una camarera yonqui, e idolatra a su padre, Don (un enorme Hopper), al que no ve desde hace a?os porque cumple condena por un terrible accidente que conocemos en la primera secuencia de la pel¨ªcula. Borracho, Don conduce un cami¨®n mientras juguetea con su hija. Los dos se r¨ªen. En un descuido el veh¨ªculo acaba estampado contra un autob¨²s escolar cargado de ni?os. Todo lo que viene despu¨¦s estar¨¢ determinado por este fatal suceso.

CeBe es una chica rebelde que se refugia en la m¨²sica y en los nuevos movimientos punk de Vancouver. Sus ¨ªdolos son Sid Vicious, Johnny Rotten, Elvis y su padre. Pero todos, dice CeBe, la han abandonado. Sobre todo su padre. Si Easy rider es la road movie que supo capturar los sue?os y pesadillas de la cultura hippie a finales de los a?os sesenta, Out of the blue ilustr¨® la defunci¨®n de aquel ideal a trav¨¦s de la tr¨¢gica toma de conciencia de una adolescente que ya ha dejado de creer y que vive entregada al escepticismo propio de finales de los setenta, un nihilismo que cristaliz¨® en el No future de los Sex Pistols.

Para m¨ª no deja de ser revelador que quien tuvo la lucidez para detectar ese mecanismo de defensa en la generaci¨®n que llegaba, quien puso sobre la mesa el dolor y los anhelos de los hu¨¦rfanos de un naufragio, fuese un cineasta a la deriva y en permanente delirium tremens.