Perro ladrador
Donald Trump no quiere m¨¢s guerras. Gallea mucho, pero prefiere la prudencia. Ya lo saben sus enemigos y lo sufren sus amigos y aliados
La pol¨ªtica internacional de Donald Trump, si acaso la tiene o si puede llamarse pol¨ªtica a lo que hace, est¨¢ en las ant¨ªpodas de Theodore Roosevelt, el presidente c¨¦lebre porque acompa?aba sus amables palabras con la muy convincente exhibici¨®n de ¡°un gran bast¨®n¡±.
Trump es una amenaza en s¨ª mismo, por el caos de su presidencia, su imprevisibilidad, su narcisismo, sus pol¨ªticas reaccionarias, su corrupci¨®n y sus mentiras torrenciales. Pero sus amenazas, sobre todo las militares, no son peligrosas, porque luego no producen efectos. Habla alto, pero luego no act¨²a. Lo saben los enemigos de Estados Unidos y lo sufren sus amigos y aliados.
La prudente reacci¨®n de la Casa Blanca al ataque sufrido por Arabia Saud¨ª, que ha reducido a la mitad su capacidad de producci¨®n petrol¨ªfera, es el ¨²ltimo episodio del progresivo desentendimiento estadounidense de la seguridad mundial. El presidente vocifera, insulta y acoquina a sus enemigos, pero luego no tiene inconveniente en sentarse con ellos e intentar alg¨²n acuerdo, a ser posible comercial.
La crisis abierta entre Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª clausura un periodo hist¨®rico de 75 a?os en el que Washington garantizaba la seguridad del pa¨ªs ¨¢rabe y este proporcionaba el petr¨®leo necesario para el funcionamiento de su econom¨ªa. Ahora, Estados Unidos est¨¢ cerrando los paraguas de protecci¨®n que hab¨ªa abierto durante esta larga etapa para que se guarecieran sus aliados de todo el mundo ¡ªen la pen¨ªnsula de Corea, en Afganist¨¢n, en Europa o en Oriente Pr¨®ximo¡ª y se dedica en cambio a obtener acuerdos que beneficien su comercio y su industria.
El trumpismo gallea, pero no quiere guerra. En caso de que tenga que utilizar sus tropas fuera del territorio nacional, su ideal es que sea previo pago del importe. El mercantilismo internacional de Trump le ha llevado a depurar sus filas de diplom¨¢ticos realistas, de militares preocupados por la capacidad disuasiva y de halcones como John Bolton dispuestos a declarar la guerra cada d¨ªa. Solo cuenta su secretario de Estado Mike Pompeo, Mike s¨ª se?or.
Trump sue?a en un encuentro en la cumbre con el presidente iran¨ª Hassan Rouhani, donde demuestre su talento en la obtenci¨®n de acuerdos, despu¨¦s de haberlo hecho todo para que se llegara a la actual escalada de la guerra de los drones. Se lo permiten la debilidad electoral de Netanyahu y el desprestigio de Mohamed bin Salman.
Siempre fuerte con los d¨¦biles y d¨¦bil con los fuertes. Ladra, pero no muerde.
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