La soberan¨ªa de los Estados: ?un obst¨¢culo en la lucha por el clima?
Muchos pa¨ªses alegan su derecho a seguir explotando sus recursos naturales y utilizando su territorio en aras de su desarrollo
Con motivo de la apertura de la 74? sesi¨®n de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el d¨ªa 23 de septiembre se celebr¨® la Cumbre del Clima como parte de la denominada semana de las cumbres que ha convocado el Secretario General, Antonio Guterres, para impulsar la ambici¨®n y acelerar los compromisos para aplicar el Acuerdo de Par¨ªs. Guterres ha pedido a los l¨ªderes mundiales que lleven a este encuentro planes reales y concretos para mejorar sus contribuciones determinadas a nivel nacional, que permitan reducir las emisiones de gases efecto invernadero en un 45% en esta pr¨®xima d¨¦cada para llegar en 2050 a emisiones netas cero. Pero, ?estos compromisos ser¨¢n suficientes para lograr esa reducci¨®n?
En primer lugar, debemos tener claro qu¨¦ es lo que deseamos proteger. De acuerdo con la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas contra el Cambio Clim¨¢tico (CMNUCC), firmado en 1992, el objetivo es proteger el sistema clim¨¢tico, al que define como ¡°la totalidad de la atm¨®sfera, la hidrosfera, la biosfera y la geosfera y sus interacciones¡±. Aqu¨ª nos encontramos con la primera dificultad: estamos ante unos bienes cuyos componentes se encuentran tanto dentro como fuera de la soberan¨ªa de los Estados. As¨ª, estos ejercen soberan¨ªa en su territorio que comprende ¨¢reas donde se encuentran componentes de los bienes que conforman el sistema clim¨¢tico como, por ejemplo, las aguas continentales, pero no la ejercen en otras ¨¢reas como en la atm¨®sfera, que algunos consideran como patrimonio com¨²n de la humanidad.
Las actividades que se realizan dentro de la jurisdicci¨®n o soberan¨ªa de los Estados afectan negativamente a la estabilidad del sistema clim¨¢tico. Recordemos c¨®mo, hace unas semanas, los incendios en la Amazon¨ªa suscitaron una tensi¨®n diplom¨¢tica. Esto se debe a que, por una parte, el Convenio sobre la Diversidad Biol¨®gica reconoce la soberan¨ªa de los estados sobre los recursos de la biodiversidad que se encuentran dentro de su jurisdicci¨®n, mientras que la CMNUCC declara que los ¡°cambios del clima de la Tierra y sus efectos adversos son una preocupaci¨®n com¨²n de la humanidad¡±. La Amazon¨ªa desempe?a un papel fundamental como sumidero de carbono, que es un servicio que beneficia al sistema clim¨¢tico. Bolsonaro recalc¨® en su intervenci¨®n en la apertura de la Asamblea General, el 24 de septiembre, que bajo el esp¨ªritu de Naciones Unidas se debe respetar la soberan¨ªa, haciendo hincapi¨¦ en la soberan¨ªa de Brasil sobre la Amazon¨ªa.
Las actividades que se realizan dentro de la jurisdicci¨®n de los pa¨ªses afectan negativamente a la estabilidad del sistema clim¨¢tico
El principio de soberan¨ªa permanente sobre los recursos naturales, a¨²n vigente en el derecho internacional, deriva del debate poscolonial cuando los pa¨ªses que se independizaban luchaban por retomar el control sobre sus recursos naturales. En 1952 la Asamblea General de las Naciones Unidas declar¨®: "El derecho de los pueblos a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales es inherente a su soberan¨ªa conforme a los prop¨®sitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas (...)". Pero, el principio de ¡°preocupaci¨®n com¨²n de la humanidad¡± ha impactado y alterado el papel tradicional y la comprensi¨®n de la soberan¨ªa de los Estados. Se ha ido sometiendo a ciertas limitaciones como consecuencia del reconocimiento gradual de la interconectividad entre la vida, los recursos y los ecosistemas.
Ya en la Cumbre de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo en 1972, se establecieron algunos l¨ªmites a la soberan¨ªa, reconociendo que ¡°los Estados tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos en aplicaci¨®n de su propia pol¨ªtica ambiental [y de desarrollo] y la obligaci¨®n de asegurar que las actividades que se lleven a cabo dentro de su jurisdicci¨®n o bajo su control no perjudiquen al medio de otros Estados o zonas situadas fuera de toda jurisdicci¨®n nacional¡±. Pero, al mismo tiempo, tanto el CMNUCC como el Acuerdo de Par¨ªs incluyen el principio de ¡°responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades¡± y ¡°a la luz de las diferentes circunstancias nacionales¡± este ¨²ltimo.
Existe una tensi¨®n entre el concepto de soberan¨ªa, que siempre se utiliza en el sentido pol¨ªtico, con diferentes interpretaciones dependiendo del contexto e intenci¨®n, y la necesidad de proteger el sistema clim¨¢tico y otros muchos recursos naturales. As¨ª, muchos pa¨ªses alegan, en base al principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, su derecho a seguir explotando sus recursos naturales y utilizando su territorio en aras de su desarrollo.
Nos encontramos ante principios fundamentales del derecho internacional que est¨¢n en conflicto permanente y que no ofrecen una respuesta adecuada a las necesidades y conocimientos actuales sobre el funcionamiento del sistema clim¨¢tico. A ello hay que a?adir que los cient¨ªficos nos han advertido de que la Tierra es un sistema ¨²nico, con nueve l¨ªmites planetarios. De hecho, la reciente declaraci¨®n de los di¨¢logos para a Transici¨®n energ¨¦tica y el cuidado de nuestra casa com¨²n entre el Vaticano y las empresas petroleras e inversores reconoce que ¡°es innegable que la Tierra es un sistema ¨²nico y la humanidad un todo ¨²nico¡±. La unidad del sistema terrestre no est¨¢ reconocida por el derecho internacional y para poder proteger nuestro clima no solo se requieren compromisos. Tambi¨¦n es urgente introducir reformas estructurales y profundas en el derecho internacional para conciliar la soberan¨ªa de los estados con la interdependencia ecol¨®gica y funcional de nuestro planeta.
Ana Barreira es directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente. LL.M Estudios Jur¨ªdicos Internacionales (New York University) y en Derecho Ambiental (London University). Es miembro de la junta directiva de Common Home of Humanity.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.