La econom¨ªa global necesita del trabajo en equipo
Los retos planetarios son tan acuciantes que se requieren medidas concretas y conjuntas
Emergencia clim¨¢tica. Automatizaci¨®n y robotizaci¨®n. Revoluci¨®n digital. Polarizaci¨®n pol¨ªtica y discurso de odio en las redes sociales. Ocaso del multilateralismo construido con esfuerzo tras la Segunda Guerra Mundial. Estancamiento del crecimiento econ¨®mico global. Desigualdad. Todos estos conceptos guardan tres similitudes entre s¨ª: est¨¢n vinculados con el cambio generalizado en el que estamos inmersos, llevan a?os circulando en la esfera p¨²blica y medi¨¢tica, y apenas se han formulado respuestas globales. En plena reuni¨®n de l¨ªderes globales en el seno de las Naciones Unidas y para tratar de contribuir a formular una r¨¦plica com¨²n desde una ¨®ptica espa?ola, latinoamericana y estadounidense a este abanico de amenazas y retos que tiene por delante el mundo en las pr¨®ximas d¨¦cadas, la C¨¢mara de Comercio Espa?a-EE UU y EL PA?S organizaron el pasado martes un foro de una jornada en Nueva York en la que ministros, empresarios y acad¨¦micos arrojaron luz sobre las cuestiones que m¨¢s inquieta a la ciudadan¨ªa en su d¨ªa a d¨ªa.
El encuentro, celebrado en el Paley Center for Media con el patrocinio de Abertis, Baker McKenzie, BBVA, PWC y Telef¨®nica; y con la colaboraci¨®n de Iberia, la C¨¢mara de Comercio y el Ministerio espa?ol de Industria, Comercio y Trabajo, reuni¨® en la ciudad de los rascacielos a especialistas de un buen n¨²mero de ¨¢mbitos y sectores para compartir una visi¨®n estrat¨¦gica entre los dos continentes. Como dijo la ministra espa?ola de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, se trata de "fortalecer el trabajo en equipo en una econom¨ªa global" para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades del cambio.
Ante desaf¨ªos de calado se necesitan respuestas certeras y profundas. La lucha contra el cambio clim¨¢tico, por ejemplo, ha pasado de temor a urgencia: el momento de actuar es ahora y el desaf¨ªo toma a¨²n m¨¢s relevancia en un momento de incertidumbre econ¨®mica. Pero, como subray¨® el presidente de Iberdrola, Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n en el tramo final del acto, "la econom¨ªa verde es una inmensa oportunidad para Europa y el mundo".
A pocos meses del cierre de 2019 empieza a ser hora de hacer balance. Y aunque en el terreno de la praxis no se pueda sacar mucho peso de los acuerdos internacionales para hacer frente com¨²n contra los retos de nuestro tiempo, s¨ª puede afirmarse sin temor a la duda que el a?o en curso ser¨¢ aquel en el que la desaceleraci¨®n econ¨®mica y, sobre todo, la emergencia clim¨¢tica pasaron al primer plano de las preocupaciones. En el primer ¨¢mbito, el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, desarroll¨® los motivos por los que el crecimiento fue perdiendo fuerza en los ¨²ltimos meses: el sector manufacturero ha entrado ya en terreno recesivo por la guerra comercial, el Brexit y la moderaci¨®n del consumo en China, y esa l¨ªnea descendente aumenta el riesgo de contagio al sector servicios, que no ha dejado de ganar presencia en la matriz econ¨®mica de EE UU y Europa. La gran afectada es la segunda, tanto por su apertura comercial como porque sus socios comerciales est¨¢n muy expuestos.
Ecolog¨ªa en boga
La relaci¨®n entre ecolog¨ªa y econom¨ªa hab¨ªa sido una de las menos exploradas en el debate p¨²blico. Y, sin embargo, en lo que va de 2019, la emergencia clim¨¢tica se ha impuesto en la agenda medi¨¢tica, obligando a las empresas a buscar soluciones individuales y colectivas a las emisiones que generan y a los Estados a repensar sus esquemas tributarios para mitigar las externalidades negativas de las actividades m¨¢s contaminantes. El cambio clim¨¢tico va a forzar a reorientar los presupuestos p¨²blicos, a repensar los riesgos para el sistema financiero y llevar¨¢ a ser m¨¢s transparentes a la hora de establecer el nuevo modelo. Un dato: la OCDE calcula que el calentamiento provocar¨¢ una merma del PIB global superior al 2% para mediados de este siglo, una cifra que se multiplica en ?frica y, sobre todo, Asia.
La batalla comercial, coinciden el responsable de Econom¨ªa Global y Asuntos P¨²blicos de BBVA, Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez-P¨¢ramo, y la analista jefa de Standard & Poor's, Lisa Schineller, est¨¢ afectando a la din¨¢mica de los negocios y la inversi¨®n. "Hay fuerzas que dominan la evoluci¨®n de la econom¨ªa", explic¨® Gonz¨¢lez-P¨¢ramo, una opini¨®n que cuenta con a?os de experiencia en el BCE, lo que est¨¢ forzando a los bancos centrales a tratar de amortiguar estos efectos negativos. El ritmo de crecimiento en todo el mundo, dice, es "decente" pero est¨¢ por debajo del potencial al que se estaba acostumbrado. Pero lo importante ¡ªalgo en lo que tambi¨¦n profundiz¨® el ministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, Jos¨¦ Manuel Restrepo¡ª es evitar las crecientes barreras al libre comercio, fricciones entre pa¨ªses que ralentizan a¨²n m¨¢s el crecimiento, la creaci¨®n de empleo y el intercambio de tecnolog¨ªa. "Hay que construir puentes, no muros", concluy¨® el directivo de BBVA.
Conviene, sin embargo, ampliar el plano m¨¢s all¨¢ de EE UU y Europa: en Am¨¦rica Latina, por ejemplo, aunque afectada tambi¨¦n por el bajo crecimiento global, la mirada es mucho m¨¢s optimista. "No veo ninguno de los elementos que desembocaron en la recesi¨®n global de 2007 y 2008", subray¨® el ministro de Econom¨ªa chileno, Juan Andr¨¦s Fontaine. "A estos desaf¨ªos", subray¨® la jefa de Asuntos P¨²blicos de Telef¨®nica y exministra espa?ola de Exteriores, Trinidad Jim¨¦nez, "solo se puede responder de forma global. O se entiende que el mundo es global y digital o no se habr¨¢ entendido nada". Optimista sobre el futuro, Jim¨¦nez pidi¨® sin embargo "ser conscientes" de la revoluci¨®n tecnol¨®gica que est¨¢ en marcha para poder sacar provecho de ella y cambiar, por ejemplo, los modelos de tributaci¨®n. "No podemos seguir teniendo una fiscalidad del siglo XX con una econom¨ªa del siglo XXI. Las nociones de territorialidad, por ejemplo, ya no son v¨¢lidas". En la misma l¨ªnea, el secretario de Hacienda de M¨¦xico, hombre fuerte de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador para cuestiones econ¨®micas, Arturo Herrera, remarc¨® la apuesta de su pa¨ªs por aumentar la recaudaci¨®n procedentes de las plataformas digitales, que han encontrado en el pa¨ªs noteamericano un terreno f¨¦rtil para engordar su cuenta de resultados.
Los representantes del sector privado, del p¨²blico y de la academia coincidieron en que la transformaci¨®n debe realizarse tanto para modernizar los sistemas de producci¨®n como de consumo. "Hay que empoderar a la gente" para que aproveche las oportunidades, apunt¨® Keith Krach, subsecretario de Crecimiento Econ¨®mico, Energ¨ªa y Medio Ambiente en el Departamento de Estado de EE UU. La adaptaci¨®n al nuevo paradigma productivo requiere actuar en dos frentes a la vez: Se debe acompa?ar el proceso de salida de actividades que durante las ¨²ltimas d¨¦cadas fueron el motor de la econom¨ªa, al tiempo que se incentiva lo que se necesite para la plena descarbonizaci¨®n.
Pol¨ªticas p¨²blicas a largo plazo y sin intereses partidistas
La receta de crecimiento de las ¨²ltimas d¨¦cadas ha cambiado: de la idea de que la mejor pol¨ªtica industrial es la no pol¨ªtica industrial se ha pasado en pocos a?os a la revalorizaci¨®n de la figura del Estado como tim¨®n de largo plazo. "Hemos entrado en otra fase", confirma Lourdes Casanova, profesora de la Escuela de Administraci¨®n Samuel Curtis Johnson y directora del Instituto de Mercados Emergentes, ambos adscritos a la Universidad de Cornell. Y Am¨¦rica Latina no puede ser ajena a esta nueva realidad: "Ha de tenerla en cuenta. Hay una vuelta a los bancos de desarrollo en todo el mundo, muchos pa¨ªses se han dado cuenta de que hace falta algo m¨¢s que el mercado y la regi¨®n no puede ir en direcci¨®n contraria", apunta.
A la revalorizaci¨®n de la funci¨®n rectora del Estado se ha sumado "el pensamiento, en Europa y EE UU, de que igual se ha ido demasiado lejos en la desindustrializaci¨®n de sus econom¨ªas a la busca de beneficios a corto plazo" y el ocaso de la idea de que el ¨²nico objetivo de las empresas ha de ser la maximizaci¨®n de sus propios beneficios y no de aspectos sociales, que "ha imperado en las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero no ha funcionado nunca. Eso se ha acabado". En un mundo cambiante, subraya Casanova, la necesidad de planes a largo plazo es m¨¢s importante que nunca. "Y eso es todo lo contrario a lo que vemos en muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, donde los bandazos son frecuentes, y apenas piensa en medio y largo plazo. La b¨²squeda de consenso en torno a pol¨ªticas de futuro es lo que da fuerza a una naci¨®n".
La sempiterna ausencia de valor a?adido sobre las exportaciones latinoamericanas es, apunta, un buen ejemplo de a qu¨¦ se refiere cuando habla de ausencia de planificaci¨®n. "Pensemos en la soja: Argentina y Brasil se han convertido en dos de los mayores productores mundiales de soja, en buena medida para abastecer el mercado chino. Pero hasta ahora no han sido capaces de darle un valor a?adido al producto". ?Se puede hablar de maldici¨®n de las materias primas? "Ni mucho menos; solo hay que ver los casos de Canad¨¢, EE UU, Australia o Nueva Zelanda... Son una bendici¨®n, pero solo si eres capaz de agregarles valor".
La otra gran lecci¨®n del discurrir de la econom¨ªa global en los ¨²ltimos a?os es que la lucha por ver quien produce m¨¢s barato "se ha terminado". Es una batalla, afirma Casanova, que ha ganado Asia: primero China ¡ª"que ahora ya ha pasado a otra fase, de inversi¨®n: participa cada vez en m¨¢s compras de empresas en el extranjero"¡ª y, m¨¢s recientemente, Vietnam y Camboya... "Es algo que tiene que aprender Am¨¦rica Latina y, sobre todo, M¨¦xico, un pa¨ªs que hoy por hoy tiene un coste laboral incluso m¨¢s bajo que China. ?Y eso le importa a alguien? No, a la larga lo que sirve es la escala, la cadena de valor y el tama?o del mercado interno".
Las empresas detectan los cambios en la econom¨ªa mucho antes de que se reflejen en los indicadores o en los an¨¢lisis de los organismo internacionales. Hace un a?o se hablaba de un crecimiento a escala global que se calificaba de s¨®lido y sincronizado tanto para las econom¨ªas en desarrollo como las avanzadas. De golpe, se alzaron nubarrores. La brecha entre la proyecci¨®n y el rendimiento actual, como admite Luciano Scandolari desde la consultora PwC al mirar las curvas, es cuanto menos preocupante. Walmart, la mayor cadena comercial del planeta, es un term¨®metro en este sentido. ¡°La conversaci¨®n el a?o pasado giraba sobre el crecimiento¡±, recuerda Enrique Ostal¨¦, ejecutivo regional del grupo para Am¨¦rica Latina. Hay una mezcla de factores internos y externos que, explican, est¨¢n afectando al rendimiento de la regi¨®n. Luis Berruga, consejero delegado del fondo Global X, se?ala en este sentido que la confianza es clave para tomar decisiones de inversi¨®n. Eso, junto a la innovaci¨®n en los servicios financieros y la competencia, permiti¨® que el negocio de la gesti¨®n de activos duplicara en tama?o desde la pasada crisis. Ostal¨¦ habla en paralelo de que las grandes corporaci¨®n est¨¢n tratando de entender tambi¨¦n cuales son las nuevas din¨¢micas en el empleo derivadas de la automatizaci¨®n. La formaci¨®n a lo largo de la vida laboral es una responsabilidad y una necesidad para las empresas, que reclaman m¨¢s flexibilidad para afrontar esta transici¨®n. Los mismo pasa con la sostenibilidad. Cada vez m¨¢s empresas la integran en sus estrategias de negocio para reducir el impacto de su actividad en el planeta. Los inversores, se?ala Berruga, ¡°quieren mover su dinero de una manera responsable. El problema es que muchas veces no saben a qu¨¦ compa?¨ªas¡±, a?ade.
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