Los ni?os desobedecen la infancia feliz
D¨¦spotas e idiotas utilizan un mito de la modernidad para atacar a Greta Thunberg y su generaci¨®n
Cuando Donald Trump ataca a Greta Thunberg en Twitter, burl¨¢ndose de su performance para desviar la atenci¨®n del contenido de lo que dice, manipula un mito popular: la infancia solo feliz. La sueca de 16 a?os pronunci¨® en la Cumbre del Clima de la ONU: "La gente est¨¢ sufriendo. La gente se est¨¢ muriendo. Ecosistemas enteros se est¨¢n colapsando. Estamos en el comienzo de una extinci¨®n masiva. Greta ten¨ªa la cara contra¨ªda y el cuerpo tr¨¦mulo de indignaci¨®n. El m¨¢s poderoso negacionista del clima la atac¨®: "Parece una joven muy feliz desando un futuro brillante y maravilloso".
Es interesante darse cuenta de las armas que se usan contra Greta. Al inspirar una huelga escolar que moviliza a millones, la adolescente amenaza los intereses de corporaciones poderosas como la del petr¨®leo. Pone en riesgo ganancias multimillonarias. En un a?o, consigue hacer lo que los cient¨ªficos del clima no han podido en treinta. ?Y qu¨¦ hacen los d¨¦spotas elegidos? Utilizan la infancia contra la ni?a.
La felicidad de los hijos, que sustenta el ideal de los padres, es una marca de la infancia de este momento hist¨®rico. Los peque?os tienen que ser siempre felices y totalmente inocentes, protegidos de las atrocidades y tambi¨¦n de los sentimientos humanos. Los callan, muchas veces con medicamentos. Cualquier sufrimiento es una se?al de patolog¨ªa. Esta infancia solo puede existir apartada del mundo, entre muros. No porque los muros la protegen. Sino porque los muros impiden que todos descubran que solo existe a costa de silenciarla.
Y entonces surge esta nueva generaci¨®n que reivindica voz y escucha. La ni?a de las trenzas les muestra a Trump y los dem¨¢s que se niega a colgarse en la cara una sonrisa de querub¨ªn mientras ellos defecan en el mundo en que vive y vivir¨¢. Los adultos obscenos la atacan, insinuando que las ni?as como Greta est¨¢n "perturbadas". Si estuvieran sanas, ver¨ªan que el futuro que les espera es un para¨ªso. Exigen que Greta y su generaci¨®n brinquen como corderitos de Disney ante la cat¨¢strofe que se anuncia, para no fastidiar los juegos del hambre de los adultos.
La emergencia clim¨¢tica ha hecho que los ni?os salgan del lugar donde los han encarcelado por tanto tiempo. El concepto de infancia ya ha empezado a cambiar, ahora por la voz de los protagonistas. Greta todav¨ªa va m¨¢s all¨¢ al asumirse como Asperger y anunciar su diferencia como un "superpoder". No como una enfermedad, ni trastorno, ni s¨ªndrome. Los "Aspies" se anuncian "at¨ªpicos" ante una supuesta normalidad. Los d¨¦spotas llaman a esta ni?a "retrasada" y "enferma mental". Los ni?os y los enfermos mentales sufren el mismo prejuicio brutal: no saben lo que dicen.
Que los d¨¦spotas elegidos y los idiotas in¨²tiles pataleen. Los ni?os desobedecer¨¢n la infancia para garantizar un futuro. No necesariamente feliz, pero al menos posible.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza.
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