Dos d¨ªas encerrado con globalistas
El aguerrido editor de este blog se enfrenta a una horda de cient¨ªficos realistas
Reconozco que el discurso de Trump me inquiet¨®. Si el mundo es de los patriotas y no de los globalistas, como afirm¨® la semana pasada ante la Asamblea General de la ONU, mis dos d¨ªas en aquella sala eran una p¨¦rdida de tiempo garantizada. Pero noblesse obligue, pens¨¦: ¡°las comidas est¨¢n pagadas y no tengo nada mejor que hacer en Nueva York¡±. As¨ª que me acomod¨¦ en mi silla para presenciar la reuni¨®n anual de la Sustainable Development Solutions Network (SDSN o Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible), donde un centenar de los mejores cient¨ªficos y acad¨¦micos del planeta se esfuerzan por hacer realidad la Agenda 2030. Lo que siguen son algunas impresiones r¨¢pidas de lo que all¨ª viv¨ª:
- El mundo ser¨¢ de los patriotas, pero m¨¢s vale que se vayan comprando un taparrabos. Una tras otra, las sesiones sobre clima, sistemas alimentarios, salud, financiaci¨®n o biodiversidad fueron desgranando un panorama de deterioro acelerado y respuestas desoladoramente insuficientes (todos los detalles en este ¨ªndice que el SDSN produce anualmente). ?chenle la culpa a drama-queens como Greta, pero, por primera vez en mi vida, salgo de una de estas reuniones verdaderamente asustado.
- No es habitual escuchar a un cient¨ªfico declarando probadas sus propias tesis milenarias, pero eso fue exactamente lo que hizo Johan Rockstr?m, autor del concepto de los ¡®l¨ªmites planetarios¡¯. Sus peores pesadillas se hacen realidad mientras el planeta avanza a zancadas hacia puntos de no retorno en materia de biodiversidad, alteraci¨®n del suelo, emisiones de nitr¨®geno o acidificaci¨®n de los oc¨¦anos, entre otros.
- Me impresion¨® particularmente la sesi¨®n de los cap¨ªtulos amaz¨®nicos del SDSN. Este lugar del planeta ilustra a la perfecci¨®n nuestra urgencia. Y fue precisamente un obispo enviado por Francisco, el ¡°Papa verde¡±, quien desgran¨® las razones para la alarma y llam¨® a la revoluci¨®n pac¨ªfica pero firme contra Bolsonaro. No hab¨ªa escuchado a un cura tan enfadado desde que desmantelaron mi colecci¨®n de c¨®mics picantes en el colegio.
- Lamentablemente, el presidente brasile?o y su club global de l¨ªderes sin camiseta son la punta de lanza de un problema mucho m¨¢s profundo. La sesi¨®n de debate con un pu?ado de eurodiputados me dej¨® dudando en qu¨¦ planeta viven nuestros l¨ªderes. Cada uno de ellos fue desgranando todo lo que la UE se propone hacer en este ¨¢mbito¡ si acordarse de mencionar que nuestro debate p¨²blico est¨¢ secuestrado por una agenda nacional-populista que enloquece o agarrota a quien se expone a ella. Piensen, si no, cu¨¢nto tiempo le han dedicado los medios a la emergencia clim¨¢tica que fue declarada oficial la semana pasada, y cu¨¢nto a Catalu?a o a Boris Johnson.
- La ¨²nica alternativa es embarcarse en lo que investigadores como Mariana Mazzucatto, Jeffrey Sachs, Nebojsa Nakicenovic o el propio Rockstr?m han identificado como las transformaciones que demanda la Agenda 2030. Esta idea parte del proyecto El mundo en 2050 y propone un modelo que simplifica la complejidad de los 17 ODS (y sus 169 metas) e identifica seis ¨¢mbitos de inversi¨®n, regulaci¨®n e innovaci¨®n en los que sectores p¨²blico, privado y civil deben trabajar de manera coordinada en cada uno de los pa¨ªses. El esp¨ªritu ya no es incremental, sino directamente rupturista.
- Nos jugamos mucho, much¨ªsimo, en las pr¨®ximas elecciones. S¨¢nchez e Iglesias ser¨¢n dos irresponsables con un gusto peligroso por s¨ª mismos, pero por ahora son nuestra mejor opci¨®n de no irnos al carajo. La alternativa es elevar a la pol¨ªtica nacional un di¨¢logo similar al que protagoniz¨® recientemente el bueno del alcalde Almeida con un p¨²blico que, claramente, le quedaba grande. Todo el mundo deber¨ªa llevar este v¨ªdeo en sus tel¨¦fonos como vacuna contra la abstenci¨®n.
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