De la China de Chien-lung a la de Xi Jinping
La Rep¨²blica Popular que fund¨® Mao Zedong tiene numerosos proyectos econ¨®micos en el exterior
El 1 de octubre, un gran desfile celebr¨® en Pek¨ªn los 70 a?os de la Rep¨²blica Popular que fund¨® Mao Zedong. Hubo una imponente exhibici¨®n militar y el presidente Xi Jinping pronunci¨® un discurso concebido para colmar de fiebre patri¨®tica a las masas que festejaban los progresos del pa¨ªs. Unos 15.000 uniformados avanzaron al paso de la oca y se mostraron las nuevas armas. Luego les toc¨® a los civiles: 70 carrozas y la participaci¨®n de unas 100.000 personas que destacan en distintas profesiones. Lo que se vio fue una mezcla cargada de futuro, la de una poblaci¨®n disciplinada al comp¨¢s del Partido Comunista y enchufada a una potente y sofisticada tecnolog¨ªa.
Entre 1405 y 1431, China pas¨® por otro momento de esplendor. El Gobierno de los Ming reforz¨® su poder sobre las distintas provincias y mejor¨® la econom¨ªa agraria y la red fluvial. Fue entonces cuando ¡°los emperadores despacharon al almirante eunuco Cheng-ho a efectuar siete asombrosas traves¨ªas al oc¨¦ano ?ndico para reafirmar el poder¨ªo mar¨ªtimo chino¡±, cuenta el historiador John Darwin en El sue?o del imperio, donde se ocupa del auge y de la ca¨ªda de las potencias globales entre 1400 y 2000. Viaj¨® con ¡°flotas compuestas por m¨¢s de veinte mil hombres¡± y llev¨® el poder¨ªo chino a lugares entonces tan remotos como el mar Rojo y la costa oriental africana.
La gran cuesti¨®n es qu¨¦ pas¨® despu¨¦s para que ese en¨¦rgico dinamismo se fuera evaporando. China abandon¨® su expansi¨®n por el mar, se volc¨® hacia dentro ¡ªcomo hace hoy el principal rival de la Rep¨²blica Popular, los Estados Unidos de Donald Trump¡ª, perdi¨® aquel ¨ªmpetu que produjeron las innovaciones tecnol¨®gicas y organizativas del periodo anterior. John Darwin: ¡°No fue China la que se apresur¨® a hacer una revoluci¨®n industrial, sino Occidente¡±. ¡°Cuando lord McCartney visit¨® China en 1793 con la intenci¨®n de persuadir al emperador Chien-lung para que estableciera relaciones diplom¨¢ticas con Gran Breta?a¡±, los gobernantes rechazaron su propuesta. Se desentendieron de los regalos de los brit¨¢nicos, calific¨¢ndolos de ¡°juguetes y baratijas¡±, y Chien-lung, que formaba ya parte de la dinast¨ªa Ching, le envi¨® este mensaje a Jorge III: ¡°Los productos manufacturados de su pa¨ªs no me sirven para nada¡±.
Ahora, China tiene otra actitud. Ha puesto en marcha una nueva Ruta de la Seda que pretende conectar 70 pa¨ªses de Eurasia a trav¨¦s de un sinf¨ªn de infraestructuras y su presencia es cada vez mayor en Indonesia, ?frica o Am¨¦rica Latina. Los chinos facilitan el dinero a trav¨¦s de pr¨¦stamos, ponen la tecnolog¨ªa y el conocimiento, construyen, explotan las riquezas naturales, sacan partido e influencia. ?Neocolonialismo? Otra manera de de hacer imperio: hacia dentro, a palos (presos pol¨ªticos, confinamiento de un mill¨®n de uigures, represi¨®n en Hong Kong); hacia fuera, sin violencia y con buenos modales. Los ingenieros no se mezclan, dan desde lejos las ¨®rdenes a los lugare?os que trabajan.
El comunismo mao¨ªsta rima bien con las ense?anzas de Confucio, que los chinos tienen interiorizadas desde que se generalizaron durante el imperio de la era Han (201?a. C.-220 d. C.). Es otro sistema, nada que ver con valores como libertad, igualdad, fraternidad: gobierno de los justos, burocracia fiel, importancia de jerarqu¨ªa y orden y cohesi¨®n social, obediencia, autocontrol, subordinaci¨®n de los deseos individuales. Es lo que hay: una China cada vez m¨¢s fuerte y un Occidente ensimismado.
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