El barrio amigo de la lactancia: 50 lugares donde poder dar de mamar

Normalizar la lactancia materna en el barrio. Esta es la ¨²ltima propuesta que ha llegado a las calles de Valencia: madres que pueden amamantar a sus hijos con tranquilidad en los locales y sin pagar nada. Las calles del barrio valenciano de Russafa, el primero de la ciudad, han conseguido que las mujeres puedan dar el pecho, si as¨ª lo desean, en hornos de pan, bares, florister¨ªas y as¨ª hasta en medio centenar de locales. Con una pegatina distintiva, los establecimientos han habilitado sitios c¨®modos y acogedores en los que puede haber un silloncito en un rinc¨®n tranquilo y en los que madre y reci¨¦n nacido pueden disfrutar de este momento fundamental en la crianza.

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De esta forma, este vecindario ha empezado a formar parte de la primera Red Amiga de la lactancia materna que se crea en la ciudad, gracias a la iniciativa Ciutat Cuidadora, impulsada por el centro de innovaci¨®n Las Naves. Desde all¨ª, Jos¨¦ A. Fuentes, responsable del departamento de prensa explica: ¡°Nosotros nos dedicamos a trabajar con organizaciones y gente en el terreno para mejorar la vida de los barrios¡±. Seg¨²n argumenta Fuentes, ahora mismo su actuaci¨®n de innovaci¨®n est¨¢ enfocada en diferentes actividades sociales. "Entre ellas, est¨¢ fomentar que los ni?os vayan caminando al cole; la lucha contra la soledad de las personas mayores y la creaci¨®n de esta red de amigos de lactancia en la que asociaciones como Amamanta colaboran con vecinos y comerciantes de Russafa", explica Fuentes. "El objetivo es visibilizar la lactancia materna en los espacios p¨²blicos y promover esta pr¨¢ctica, generando unos entornos m¨¢s amables hacia las madres lactantes", prosigue.

Dar el pecho sin consumir

¡°Lo m¨¢s interesante de la medida es que las mujeres que deseen amamantar a sus reto?os no se ver¨¢n obligadas a consumir en los locales afines a la campa?a¡±, seg¨²n han indicado desde Las Naves. ¡°Russafa es un barrio que sufre la gentrificaci¨®n, est¨¢ muy pr¨®ximo al centro de Valencia y los alquileres han subido mucho. La idea de estas medidas es recuperar la vida de barrio, que se est¨¢ perdiendo¡±, termina Fuentes.

Para Inma Bauset, de la Plataforma per Russafa, que las familias puedan lactar con comodidad es una de las medidas fundamentales para ¡°que nuestro barrio sea un barrio cuidador. Poner en el centro de las relaciones de cuidado y a las personas, en mitad de un proceso de turistificaci¨®n que estamos sufriendo", expone Bauset en un comunicado. Por su parte Pilar Abad, portavoz de la asociaci¨®n Amamanta, ha puesto el acento en que la iniciativa es "un paso para normalizar y hacer cotidiana la lactancia materna, no solo en establecimientos comerciales participantes sino tambi¨¦n en los espacios p¨²blicos del barrio", informa en el mismo texto.

La lactancia materna en las v¨ªas p¨²blicas siempre genera debate entre los que ven este acto como algo natural y aquellos que sienten reparo cuando una mujer se saca la teta para dar de comer a su hijo. Fomentar que las madres amamanten a sus peque?os va a acorde con las recomendaciones lanzadas por distintas organizaciones mundiales como la Organizaci¨®n Mundial de la Salud que aconseja que los reci¨¦n nacidos lacten de forma exclusiva hasta los seis meses como alimentaci¨®n complementaria hasta, por lo menos, los dos a?os.

M¨¢s iniciativas para lactar en locales en Espa?a

Breastfeeding Welcome lleva a?os fomentando que las madres lacten libremente en la calle, ¡°a salvo del ruido, la contaminaci¨®n, el tiempo, el pudor o los juicios¡±, explican en su p¨¢gina web. ¡°En otras palabras: que ver a una madre dando el pecho llegue a pasar tan inadvertido como ver a una pareja de ancianos pasear de la mano¡±. Una pegatina rosa que permite, por ejemplo, en Madrid, lactar en m¨¢s de 1.000 locales adheridos. Cada establecimiento participante tiene sus normas, informa Mar¨ªa Rufilanchas, de teta&teta, organizaci¨®n asociada a este movimiento.

"Medidas como la ¨²ltima de Valencia permiten?desexualizar la teta y a la mujer. La lactancia materna es una forma de alimentaci¨®n", a?ade Rufilanchas. "Me asusta el hecho de que no veo a mujeres dando el pecho en la calle y c¨®mo, en los ¨²ltimos a?os, el porno, la moda o la publicidad han hecho de un acto natural, una provocaci¨®n. Y la teta no es un ¨®rgano sexual, es glandular". "Normalizar algo natural no deber¨ªa ser una novedad. Pero sigue ocurriendo y sigue sorprendi¨¦ndonos y seguiremos en la lucha", termina Rufilanchas.