Charlotte Perriand: la dise?adora que invent¨® la rep¨²blica independiente de tu casa antes que Ikea

No le pudo el g¨¦nero. Tampoco los c¨¢nones est¨¦ticos predominantes en la ¨¦poca. El sino de Charlotte Perriand (1903-1999) era revolucionar el mobiliario destinado a nuestro hogar. Una labor en la que destac¨® y que llev¨® a cabo junto a los grandes. Pierre Jeanneret, Le Corbusier o Jean Prouv¨¦ fueron algunos de sus colaboradores en la tarea de inventar un nuevo dise?o de interiores, del que Perriand es un referente indiscutible.

Ahora, al tiempo que se estrena una exposici¨®n en la Fundaci¨®n Louis Vuitton en colaboraci¨®n con Cassina que conmemora el 20 aniversario de su muerte (el pr¨®ximo 27 de octubre) y para la que la editora de mobiliario de dise?o, que tiene los derechos de producci¨®n de los modelos de Perriand, ha elaborado piezas ex profeso, la?Galerie Downtown de Fran?ois Laffanour de Par¨ªs celebra cuatro d¨¦cadas de trabajo con los dise?os de la dise?adora. Lo hace a trav¨¦s de una muestra abierta al p¨²blico hasta el 2 de noviembre y un libro titulado Living with Charlotte Perriand, en el que se repasa su trayectoria a trav¨¦s de interiores reales en casas particulares que coleccionan sus muebles en todo el mundo. Estas estancias no son solo habitaciones maravillosamente decoradas, sino una forma de habitar interiores, pues, aunque suene a t¨®pico, fue todo un hallazgo en la ¨¦poca que le toc¨® vivir.

El concepto de almacenaje dom¨¦stico, las mesas de madera en su forma m¨¢s honesta o el mobiliario multifuncional, son ideas heredadas de la arquitecta y dise?adora. "Su forma de esculpir la madera en muebles simples y excepcionales hace que encaje perfectamente en el estilo del siglo XXI", explica Laffanour. "Para nosotros era muy importante mostrar c¨®mo funcionan los muebles de Perriand en un interior contempor¨¢neo y con arte de este momento. Queremos ofrecer a quienes coleccionan sus piezas una visi¨®n de c¨®mo interact¨²an en espacios actuales, no recrear los cincuenta".

Cuando las mujeres 'serv¨ªan' para bordar cojines

Despu¨¦s de que Le Corbusier recibiera por primera vez a Perriand con la desafortunada frase "desgraciadamente, aqu¨ª no bordamos cojines", fue el arquitecto quien, despu¨¦s de ver algunos de sus interiores, acompa?ado por Pierre Jeanneret, le pidi¨® que se uniera a su estudio. Era un mundo de hombres, pero ella ya hab¨ªa conseguido derribar barreras de g¨¦nero y tambi¨¦n lo hizo con Le Corbusier, con quien comenz¨® a trabajar en 1927. Durante una d¨¦cada de colaboraci¨®n, Perriand, Jeanneret y Le Corbusier formar¨ªan un tri¨¢ngulo creativo que definir¨ªa el escenario arquitect¨®nico y de interiores moderno.

La misi¨®n: equipar los interiores de una forma de vida emergente, que pretend¨ªa estandarizar la decoraci¨®n y huir de cualquier extravagancia. Pero su papel fue m¨¢s all¨¢ de la simple racionalizaci¨®n del mobiliario. La pericia con la que abord¨® la funcionalidad permiti¨® tambi¨¦n a Perriand introducir el confort y el bienestar en sus creaciones.

A lo largo de este periodo, su nombre aparecer¨ªa junto al de los dos arquitectos en la patente de la Chaise Longue LC4, aunque seg¨²n indica la autora del libro, Anne Bony, "Charlotte fue sin duda la impulsora de la pieza".

Desarrollar¨ªa mobiliario para diversos proyectos del estudio, estableciendo un v¨ªnculo entre la arquitectura y el dise?o interior. Villa Church (1928-1929), estudios para la Maison Minimum (1929), El Pabell¨®n Suizo de la Ciudad Universitaria (1930-1932) o la Ciudad Refugio del Ej¨¦rcito de Salvaci¨®n fueron algunos de sus trabajos en esta ¨¦poca.

La m¨¢xima del minimalismo y el amor por la artesan¨ªa

El pa¨ªs asi¨¢tico fue una de las grandes fascinaciones de Perriand. Contraria a toda decoraci¨®n superflua, era una gran defensora de que el dise?o interior y la propia casa deben transmitir paz y una atm¨®sfera en la que se puedan desarrollar relaciones con otras personas y con el propio mundo. Y en Jap¨®n encontr¨® la horma de su zapato: "Viaj¨® por primera vez en 1941 para quedarse unos a?os. A lo largo de su vida volver¨ªa en dos ocasiones. De inmediato hizo suya la tradici¨®n del minimalismo y la adapt¨® a su trabajo", indica Laffanour.

Durante ese primer viaje, comenz¨® una investigaci¨®n sistem¨¢tica de la cultura y artesan¨ªa japonesas, desarrollando su propia interpretaci¨®n. Tras una visita al Museo Mingeikan sobre artesan¨ªa y folclore aut¨®ctono descubri¨® el uso de la paja y la corteza de madera. De la mano del dise?ador Sori Yanagi, que despu¨¦s trabajar¨ªa en su estudio, conoci¨® a una red de ceramistas, expertos en tintura, as¨ª como fabricantes de alfombras y de sillas de bamb¨².

Despu¨¦s de tres semanas de investigaci¨®n, lanz¨® su plan de dise?os realizados por artesanos. El resultado fue un equilibrio entre t¨¦cnicas y materiales, industria, artesan¨ªa y tradici¨®n. Su chaise longue de bamb¨², que data de 1940, es una muestra de ello. Pero si algo era importante en la filosof¨ªa de Charlotte Perriand era crear espacio.

De hecho, su inter¨¦s por el almacenaje se convertir¨ªa casi en una obsesi¨®n despu¨¦s de su experiencia japonesa, tras observar una forma de vida en la que el mobiliario se reduc¨ªa a la m¨ªnima expresi¨®n. "Muebles que creen vac¨ªo", era la forma que defin¨ªa su intenci¨®n de crear las condiciones id¨®neas para habitar en equilibrio y liberar la mente. En esta l¨ªnea, se sit¨²an sus estanter¨ªas murales y sus aparadores En Forme. Estas ideas orientales tambi¨¦n se ver¨ªan aplicadas en las paredes utilitarias, que hac¨ªan las veces de separadores de estancias y armarios.

El arte sin l¨ªmites y sin marcos

Colgar de la pared el Mia Villiers-farrow On A Bed de Diane Arbus, supone hoy un desembolso de 22.000 euros. Pero, cuando Charlotte Perriand ide¨® sus interiores, era una pr¨¢ctica inconcebible no solo por cuesti¨®n de dinero. Ella fue pionera en otorgar a la fotograf¨ªa no solo el papel de elemento decorativo, sino en situarla al mismo nivel que otros tipos de arte, sin jerarqu¨ªa. Una visi¨®n que iba en contra de los c¨¢nones de la ¨¦poca, y que implicaba una puesta en escena desde la funcionalidad m¨¢s que desde la decoraci¨®n.

Con esta premisa, decor¨® las oficinas de Air France alrededor del mundo. Utiliz¨® fotos de objetos que tom¨® durante las d¨¦cadas de los veinte y treinta. "El arte est¨¢ en todo", era una de sus frases favoritas. En 1949, durante la exposici¨®n Formes Utiles, coloc¨® junto a un tapiz de Le Corbusier una impresi¨®n con apsaras bailando, las ninfas de la mitolog¨ªa hind¨², procedente de un bajorrelieve encontrado en un templo en Java. Sol¨ªa decir que todo estaba conectado y por eso tambi¨¦n odiaba los marcos en los cuadros, porque establec¨ªan l¨ªmites artificiales.

Formas libres para 'rep¨²blicas independientes'

Si hay una imagen famosa de la dise?adora es aquella en la que aparece de espaldas, con el torso desnudo y los brazos en alto contemplando las monta?as. Es la imagen que mejor expresa su devoci¨®n por la naturaleza: "Charlotte Perriand estaba muy unida a Los Alpes", cuenta Laffanour, "una zona que amaba y que la mantuvo cerca de los materiales naturales y del arte folcl¨®rico".

Las formas org¨¢nicas que divisaba cuando escalaba ser¨ªan una inspiraci¨®n en su trabajo y la clave con la que romper¨ªa con el racionalismo est¨¦ril. Fiel defensora de que el cuerpo y el movimiento eran esenciales para mantener cierta armon¨ªa, incorpor¨® estos par¨¢metros a su universo.

Aunque trabaj¨® con pl¨¢stico y metal, sent¨ªa debilidad por los materiales naturales. "Le encantaba la atemporalidad de la madera. Su aspecto flexible, sereno y sencillo", comenta sobre ella la periodista y especialista en arte contempor¨¢neo Elisabeth V¨¦drenne. As¨ª lo expresan obras suyas como las mesas Forma libre de 1962. "Tras la Exposici¨®n Internacional de Par¨ªs de 1937, Pierre guard¨® algunas vigas de pinos del Pabell¨®n Temps Nouveaux y me los dio para hacerme una mesa", coment¨® en una ocasi¨®n Perriand. "Fue mi primera mesa de forma libre, a la que llam¨¦ as¨ª porque la dise?¨¦ con esto en mente".

Su aproximaci¨®n a la belleza natural hizo que admirarse el trabajo de dise?adores escandinavos como Alvar Aalto, aunque su estilo permaneci¨® m¨¢s cerca de los c¨¢nones asi¨¢ticos. Su forma de aplicar el capital natural puede verse tambi¨¦n en sus sillones de piel de vaca y estructura en madera. Otra alusi¨®n a los animales aut¨®ctonos de las monta?as son sus taburetes tr¨ªpode, de diferentes tama?os y con varios matices de madera, y que pueden disponerse en forma reba?o.

Muebles en esencia para las masas

La producci¨®n en masa ya estaba presente en las creaciones de Charlotte Perriand. S¨ª, mucho antes de Ikea, ella particip¨® en la democratizaci¨®n del mobiliario con el objetivo de generar una sensaci¨®n de bienestar dentro del hogar. En la ¨¦poca en la que trabaj¨® junto a Le Corbusier, este comenzaba sus investigaciones para hacer llegar el dise?o contempor¨¢neo al mayor n¨²mero de personas posible y eso marc¨® su modo de entender la producci¨®n final. Pero ser¨ªa junto a Jean Prouv¨¦ cuando crear¨ªa T¨²nez y M¨¦xico, dos de sus estanter¨ªas m¨¢s ic¨®nicas para la Ciudad Universitaria de Par¨ªs.

So?aba con objetos que aportaran estabilidad al mundo, eliminando lo sup¨¦rfluo, todo aquello que carec¨ªa de sentido, que envejec¨ªa mal o se pasaba de moda. "Justo despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, comenz¨® la producci¨®n en masa junto a Pierre Jeanneret. Su Bureau Central de Construction (BCC) comenz¨® en 1947 con una lista de piezas estandarizadas para la situaci¨®n precaria de postguerra", comparte Laffanour.

Pero en Francia hab¨ªa una gran competici¨®n en aquella ¨¦poca. "Estaba la generaci¨®n del Art d¨¦co (Ren¨¦ Gabriel, Jules Adnet..), la de la d¨¦cada de los cuarenta y el clasicismo de Gilbert Poillerat, los representantes del movimiento moderno (Louis Sognot, Jean Prouv¨¦, la misma Charlotte...) y los emergentes (Paulin, Guariche e Hitier)", indica el galerista.

Pero no solo se trataba de algo interno, en lo internacional tambi¨¦n exist¨ªa una gran competencia por parte de Italia, los pa¨ªses escandinavos y EE.UU. "No era un periodo f¨¢cil para trabajar en masa. Por ello, Charlotte Perriand sol¨ªa trabajar en piezas ¨²nicas para clientes privados, finalmente una parte importante de su trabajo", concluye. Su gran idea, la democratizaci¨®n del mobiliario tuvo que esperar a tener un contexto m¨¢s favorable.