El ego argentino, la nueva v¨ªctima de la crisis
Los argentinos miran con cada vez m¨¢s respeto el modelo pol¨ªtico y econ¨®mico de Uruguay, el "paisito"
Uruguay es un peque?o pa¨ªs que queda al oeste de la Argentina. Hasta hace poco, esa hubiera sido una manera razonable de definirlo. Al fin y al cabo, ni Messi ni Maradona nacieron en Uruguay, ni tampoco el papa Francisco. Pero adem¨¢s, la superficie de Argentina es casi 20 veces m¨¢s grande que la uruguaya y la poblaci¨®n 12 veces m¨¢s numerosa. Basta mirar a ambos pa¨ªses en el mapa de Am¨¦rica del Sur para entender la superioridad de uno sobre el otro: Uruguay es mucho m¨¢s peque?o que algunas provincias argentinas. Por eso, el apodo: el paisito.
Pero todo esto ocurr¨ªa en el pasado. Algo ha cambiado. La nueva crisis argentina ha producido una transformaci¨®n muy curiosa en la mirada que cada pa¨ªs tiene sobre el otro. La primera evidencia de ello ocurri¨® hace algunas semanas cuando Alberto Fern¨¢ndez, el peronista que muy probablemente suceder¨¢ a Mauricio Macri en diciembre, propuso una salida de la crisis argentina "a la uruguaya". ?A la uruguaya! Ni el milagro japon¨¦s, ni el modelo coreano, ni la Alemania de posguerra. No. Dijo que deb¨ªamos imitar al "paisito".
Pero eso se repite a cada paso. En estos d¨ªas, el carism¨¢tico expresidente uruguayo, Jos¨¦ Mujica, est¨¢ de visita en Argentina. En el Colegio Nacional Buenos Aires, tal vez el m¨¢s influyente del pa¨ªs, lo recibi¨® una multitud de alumnos. La presidenta del Centro de Estudiantes, Julia Epstein, lo present¨® de esta manera: "Si hay una persona que admiro en el mundo es a Pepe, porque como presidente conquist¨® un mont¨®n de derechos y todos vemos a Uruguay como el modelo a donde queremos llegar". No mencion¨® a Cuba ni al Che como faros inspiradores, como hubiera ocurrido en otros tiempos en esa tarima, sino a Uruguay.
Un viejo chiste que circula en Am¨¦rica Latina desde siempre sostiene que "el mejor negocio consiste en comprar un argentino por lo que vale y venderlo por lo que cree que vale". Ya no. Crisis tras crisis, el ego argentino empieza a resquebrajarse: tanto que el modelo empieza a ser Uruguay, "el paisito".
Cuando mencion¨® una salida "a la uruguaya", Fernandez se refiri¨® a un hecho puntual. La Argentina enfrenta en estos d¨ªas un problema recurrente: contrajo una deuda que no puede pagar. Se supone que ahora empezar¨¢ una negociaci¨®n muy delicada que implicar¨¢ un alargamiento de plazos de pago o una reducci¨®n de montos, o ambas cosas. En 2002, ante el mismo dilema, Argentina dej¨® de pagar y redujo forzosamente las cantidades. Uruguay, en cambio, solo prorrog¨® los pagos. Eso le permiti¨® mantener la confianza de los mercados financieros. Fern¨¢ndez ya est¨¢ proponiendo esa segunda v¨ªa.
Pero la discusi¨®n es m¨¢s profunda. Porque Uruguay, en aquel entonces, prometi¨® que en poco tiempo convertir¨ªa un d¨¦ficit fiscal peque?o en un super¨¢vit gigantesco, justamente para pagar esa deuda. Para hacerlo, entre otras decisiones, recort¨® un 10% los salarios, que ya ven¨ªan golpeados por una brutal devaluaci¨®n. El esquema funcion¨® porque el crecimiento mundial empuj¨® a todos los pa¨ªses de la regi¨®n. Pero unos a?os despu¨¦s, Argentina volvi¨® a tener problemas y Uruguay no. ?La raz¨®n? El Frente Amplio uruguayo nunca descuid¨® el frente fiscal: no volvi¨® a tener d¨¦ficit. Entonces, cuando Argentina se derrumb¨® de nuevo, Uruguay se sostuvo. All¨ª radica su milagro: en desprender su destino de los sacudones de Brasil y Argentina.
Pepe Mujica es muy distinto de Mauricio Macri, pero tambi¨¦n a Cristina Kirchner. Es la figura m¨¢s rutilante de una clase pol¨ªtica que se vincula entre s¨ª con razonables niveles de armon¨ªa, que no abunda en due?os de la verdad ni en gritones, y que concilia, vaya milagro, los anhelos de justicia con la matem¨¢tica moderna. Un partido de centro izquierda que, en tiempos de bonanzas, no se dej¨® tentar por la idea de que eso durar¨ªa para siempre es, ahora, el ejemplo para una joven kirchnerista en el Nacional Buenos Aires. Tal vez en la admiraci¨®n por un proceso tan moderado haya un cambio de punto de vista, una oportunidad.
La Argentina siempre se sinti¨® el granero del mundo, el pa¨ªs europeo de Am¨¦rica, la naci¨®n predestinada para figurar entre las m¨¢s destacadas del planeta.
Los golpes de la vida han hecho que Goliat se rindiera ante David.
Quiz¨¢s ahora pueda aprender algo de ¨¦l.
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