El motivo por el que Isabel II se neg¨® a usar en el Parlamento la corona imperial
La reina de Inglaterra sustituy¨® la valiosa pieza por otra m¨¢s ligera. En el pasado, la soberana de 93 a?os ya cont¨® lo dif¨ªcil que es llevarla
La reina de Inglaterra rompi¨® el lunes la tradici¨®n en la apertura del Parlamento y declin¨® usar la corona imperial que siempre ha llevado en estas ocasiones, uno de los s¨ªmbolos de la monarqu¨ªa brit¨¢nica y la joya m¨¢s importante del tesoro que conserva la familia real. La valiosa pieza ocup¨® una peque?a mesa cerca de ella durante el solemne acto ?La raz¨®n de este cambio? El peso de la corona en cuesti¨®n.
Esta pieza fue hecha especialmente para la coronaci¨®n del rey Jorge VI, en 1937, y pesa dos kilos. Una creaci¨®n directamente inspirada en la corona usada por la reina Victoria en 1838. La corona imperial se compone de 2.868 diamantes engastados en monturas de plata, 17 zafiros, 11 esmeraldas y 269 perlas. No es de extra?ar, por lo tanto, que el peso haya desanimado a prescindir de ella a sus 93 a?os. En 76 a?os de reinado, la reina se hab¨ªa negado a usar la corona imperial solo una vez, en 2017. Esa vez opt¨® por un simple sombrero azul y amarillo: dos colores interpretados, en ese momento, como un gui?o a la bandera de la Uni¨®n Europea.
En enero de 2018, la reina en una entrevista con Alastair Bruce, realizada para un documental de la BBC, explic¨® dif¨ªcil que era llevarla. "Porque si se baja la cabeza, el cuello se romper¨ªa y la corona se caer¨ªa ", se?al¨®. La reina de Inglaterra tambi¨¦n rebaj¨® en el pasado su altura para que fuera m¨¢s pr¨¢ctica.
En lugar de esta pieza, Isabel II llev¨® una diadema heredada de Jorge VI, fechada en 1820, m¨¢s ligera y adornada con rosas, tr¨¦boles, 1.333 diamantes y 169 perlas. Isabel II ya la hab¨ªa usado? en el camino a su coronaci¨®n, en 1953, antes de ser reemplazada por la corona imperial durante su reinado.
La reina en los ¨²ltimos tiempos ha tomado alguna precauciones por su edad. En abril pasado, Isabel II renunci¨® a una de sus aficiones favoritas: conducir. La decisi¨®n la ha tomado la reina, seg¨²n The Times, semanas despu¨¦s de que su marido Felipe de Edimburgo renunciara a su carn¨¦ tras haber sufrido un accidente mientras conduc¨ªa a los 97 a?os y en el que result¨® herida una pasajera del veh¨ªculo contra el que choc¨®. La reina, adem¨¢s, cada vez delega m¨¢s sus tareas de representaci¨®n en especial en el extranjero aunque sigue teniendo una agenda activa.
El recorte sufrido en la agenda de la soberana, junto a la jubilaci¨®n oficial de Felipe de Edimburgo, suscit¨® el a?o pasado verano especulaciones sobre sus supuestos planes de cederle el papel al heredero una vez cumplidos los 95 a?os, invocando la Ley de Regencia. Fuentes de palacio se aprestaron a desmentir tal hip¨®tesis, recordando que para Isabel II "lo primero es la obligaci¨®n para con su pa¨ªs", por lo que se dispone a mantener ese compromiso mientras la salud se lo permita. Otra cuesti¨®n es que por razones de edad y a causa de una cierta p¨¦rdida de las energ¨ªas la monarca comparta algunas de sus tareas reales con su hijo mayor y, de forma creciente, con su nieto Guillermo .
"Todav¨ªa estoy viva", ha bromeado la reina en alguna ocasi¨®n. Sin embargo, sus fuerzas ya no son las de antes. Por ello ha comenzado a entregar, sobre todo, la tarea de representar a la corona en el extranjero, misi¨®n que ahora recae en Carlos de Inglaterra.
En las navidades de 2016 hubo un primer gesto de cambio La reina renunci¨® al patronato honor¨ªfico de 25 organizaciones brit¨¢nicas para disminuir su carga de trabajo. Aunque Isabel II ¡ªla m¨¢s longeva que ha tenido nunca Reino Unido¡ª sigue ostentando la titularidad de otras 600 instituciones, este movimiento tiene un claro significado: el hecho de que ya no se espera que pueda llevar a cabo todos los compromisos sociales que ha tenido durante d¨¦cadas. La casa real brit¨¢nica explic¨® en un comunicado que muchas organizaciones que ya contaban con miembros de la familia real como presidentes o vicepresidentes, "lo que asegura una suave transici¨®n".
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