El profesor que siempre regresa
Juan Bosch es una figura ejemplar de la historia moderna dominicana, que no se explica sin ¨¦l, pero es tambi¨¦n, al mismo tiempo, una figura tr¨¢gica
La Rep¨²blica Dominicana ha sido sacudida por un terremoto pol¨ªtico: el expresidente Leonel Fern¨¢ndez, aspirante a una nueva candidatura para las elecciones que se celebrar¨¢n en mayo del a?o entrante, ha desconocido, denunciando fraude, el resultado de las primarias del Partido de la Liberaci¨®n Dominicana (PLD), en las que se enfrentaba al empresario Gonzalo Castillo. Y no es solo un conflicto interno.
Quien denuncia el fraude es el propio presidente del PLD; y su oponente, a la cabeza del conteo por un peque?o porcentaje de votos, tiene el respaldo del actual presidente de la rep¨²blica, Danilo Medina. Un sisma dentro del partido pol¨ªtico m¨¢s grande del pa¨ªs, dividido ahora por la mitad, y donde cada mitad tiene a la cabeza a dos antiguos y estrechos aliados.
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Este partido fue fundado en 1973 por Juan Bosch, tras otro sisma dentro del Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD), fundado tambi¨¦n por ¨¦l en el exilio en Cuba, en 1939, en tiempos de la dictadura de Trujillo. El PRD se encuentra ahora tambi¨¦n dividido, y una de sus ramas, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) concurri¨® a las primarias para elegir su propio candidato, que result¨® ser, en este caso sin disputas, otro empresario, Luis Abider.
A pesar de que la Junta Central Electoral mand¨® a contar las papeletas para cotejarlas con los resultados electr¨®nicos, el expresidente Fern¨¢ndez exige una auditor¨ªa del sistema digital; y si la pugna sigue, Abider, el candidato del PRM, se volver¨ªa el favorito para ganar el a?o entrante.
Pero gane quien gane la presidencia, ese candidato provendr¨¢ de alguno de los partidos fundados alguna vez por Bosch, que han estado repetidas veces en el poder desde el fin de la era Trujillo, a lo largo de m¨¢s de medio siglo. ?l mismo, como candidato del PRD, gan¨® abrumadoramente las primeras elecciones democr¨¢ticas que se celebraron en 1962, despu¨¦s que regres¨® del exilio, al que volver¨ªa apenas nueve meses despu¨¦s de haber asumido el cargo, pues fue derrocado por un golpe militar.
Bosch, a quien siguen llamando el profesor, es una figura ejemplar de la historia moderna dominicana, que no se explica sin ¨¦l, pero es tambi¨¦n, al mismo tiempo, una figura tr¨¢gica.
Escritor de renombre e intelectual reflexivo, ferviente defensor de la democracia, y a la vez hombre de izquierda, austero en su modo de vida, y enemigo jurado de la corrupci¨®n, crey¨® que la Rep¨²blica Dominicana pod¨ªa transformarse en Suecia de la noche a la ma?ana, como si los generales trujillistas no existieran.
Gane quien gane la presidencia, ese candidato provendr¨¢ de alguno de los partidos fundados? por Bosch
Y hay otra figura clave: la del doctor Joaqu¨ªn Balaguer, colaborador ¨ªntimo de Trujillo, quien formul¨® la doctrina pol¨ªtica de la larga dictadura, y luego, con astucia, y sin escr¨²pulos, se hizo con el poder por varios periodos presidenciales, a la cabeza del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Autor de poemas cursilones, los defend¨ªa frente a los ataques de ¡°los poetas afeminados que envidian la virilidad de mi arte¡±, seg¨²n escribi¨® una vez; y por una de esas iron¨ªas macabras, el Premio Nacional de Literatura le fue otorgado en 1990 al mismo tiempo que a Juan Bosch, un escritor verdadero.
Pero pese al abismo que mediaba entre ambos, no s¨®lo literario sino, sobre todo, pol¨ªtico, se aliaron en 1996 para respaldar al candidato del PLD, Leonel Fern¨¢ndez, y as¨ª derrotar a Jos¨¦ Francisco Pe?a G¨®mez, el l¨ªder del PRD, quien se hab¨ªa quedado a la cabeza de aquel primer partido fundado por Bosch tras el sisma de 1973.
Bosch entr¨® en la vejez sin m¨¢s aspiraciones de llegar a la presidencia; Balaguer, en cambio, se acerc¨® a la muerte siendo siempre candidato, la ¨²ltima vez cuando ten¨ªa 95 a?os, ya completamente ciego. Era la novena candidatura de su vida.
En el a?o de 2003, en tiempos de la presidencia de Hip¨®lito Mej¨ªa, el poder pol¨ªtico entonces en manos del PRD, el Congreso Nacional aprob¨® una ley en la que se mandaba erigir un busto de Balaguer en un parque de Santo Domingo, con la inscripci¨®n: ¡°Doctor Joaqu¨ªn Balaguer, Padre de la Democracia¡±. Otra grave iron¨ªa. El partido original de Bosch, declaraba padre de la democracia a Balaguer, heredero de Trujillo.
El partido de Balaguer ahora no cuenta y ha pasado a la cuarta fila. Cuentan los partidos fundados por Bosch, y quien gane las elecciones presidenciales del a?o entrante ser¨¢, de una u otra manera, un heredero suyo. No s¨¦ si de su pensamiento, pero s¨ª del sistema pol¨ªtico dominicano, que no existir¨ªa sin ¨¦l.
Sergio Ram¨ªrez es escritor y Premio Cervantes 2017.
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