Pol¨¦mico recuento

Las irregularidades en el recuento de las elecciones presidenciales celebradas en Bolivia el domingo arrojan una sombra sobre todo el proceso que debe ser aclarada cuanto antes. El jefe de Estado que resulte elegido en esta convocatoria no puede ver comprometida su legitimidad por hechos que han levantado protestas en todo el pa¨ªs y generado dudas entre los organismos de verificaci¨®n internacional.

Las elecciones presidenciales bolivianas se celebran a dos vueltas, siendo innecesaria la segunda si el candidato vencedor en la primera obtiene 10 puntos de ventaja. Cuando en la madrugada del domingo se interrumpi¨® el recuento p¨²blico, el presidente, Evo Morales, no dispon¨ªa de ese margen. Al reanudarse, 24 horas despu¨¦s, Morales ya lo ten¨ªa. Esto hizo saltar las alarmas sobre la limpieza del proceso en la Organizaci¨®n de Estados Americanos, que habl¨® de un ¡°inexplicable cambio de tendencia¡±, y la Uni¨®n Europea, que expres¨® ¡°serias preocupaciones¡±.

Es urgente que el Tribunal Electoral boliviano clarifique la situaci¨®n en aras, en primer lugar, de dar seguridad a la ciudadan¨ªa de que todos los pasos del proceso electoral se han realizado de conformidad con las reglas y transparencia que exige una democracia, y en segundo t¨¦rmino, para atajar cualquier sombra de sospecha sobre la estabilidad misma del sistema.

Por eso resulta especialmente contraproducente la actitud del presidente Morales de proclamarse vencedor de los comicios y de utilizar las atribuciones que tiene como jefe del Estado para declarar el estado de emergencia con el argumento de que la oposici¨®n est¨¢ perpetrando un golpe de Estado. Esta ¨²ltima no resulta una medida ni mucho menos proporcional para atajar protestas como la huelga general indefinida convocada en el departamento de Santa Cruz. El papel del presidente de la Rep¨²blica debe ser el del principal agente que reconduzca la situaci¨®n y colabore en disipar cualquier sombra de irregularidad. En este sentido, acierta el Gobierno de Espa?a al considerar que, ¡°en aras de preservar¡± la credibilidad, las autoridades bolivianas deben garantizar tanto el respeto como la transparencia del procedimiento del recuento.

La sociedad boliviana se encuentra fuertemente dividida en torno a la figura de Morales y su convicci¨®n de que el presidente de Bolivia no debe tener limitaci¨®n de mandatos. Esta pol¨¦mica deriva de un discutido refer¨¦ndum ¡ªcelebrado en 2016, que Morales perdi¨®¡ª y una controvertida decisi¨®n posterior del Tribunal Constitucional que permiti¨® al mandatario presentarse por cuarta vez a la reelecci¨®n. Pero hay algo sobre lo que no puede haber divisiones: todo el proceso de elecci¨®n debe ser irreprochable y cualquier indicio de sospecha aclarado inmediatamente.