Las mil y una vidas de Pepa Flores

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Pepa Flores, Goya de Honor 2020

La invisibilidad buscada de Marisol

La ¨²ltima vez que se vio en p¨²blico a Pepa Flores fue sobre las tablas del Teatro Cervantes de M¨¢laga. Sorprendi¨® al salir a cantar T¨®mbola junto a su hija peque?a, Celia. Fue en diciembre de 2016, en el mismo lugar donde a?os antes el p¨²blico se hab¨ªa puesto una careta con el rostro de Marisol en un homenaje liderado por Javier Ojeda. El 25 de enero de 2020 est¨¢ invitada a volver a subir a un escenario para recoger el Goya de Honor. La Academia, que le otorga el premio por ¡°sus inolvidables interpretaciones¡±, se lo ha puesto f¨¢cil: la gala se celebrar¨¢ en M¨¢laga. Pero su entorno dice que la actriz y cantante, uno de los personajes m¨¢s idolatrados por el p¨²blico espa?ol, no acudir¨¢ a la gala. Mantendr¨ªa as¨ª la invisibilidad y el alejamiento del foco medi¨¢tico por el que ella misma apost¨®.

De ni?a prodigio a mito er¨®tico de la Transici¨®n, de la m¨²sica al cine, de estampa del franquismo a seguidora del comunismo, de Marisol a Pepa Flores, su biograf¨ªa la componen mil vidas en una. Cap¨ªtulos de lo que podr¨ªa ser una atractiva serie para las plataformas digitales que tendr¨ªa un giro inesperado en 1985 cuando, con apenas 38 a?os, se apart¨® de la vida p¨²blica. Comenz¨® entonces una etapa en la que ha ido fundi¨¦ndose con su M¨¢laga natal. All¨ª da caminatas por el paseo mar¨ªtimo, cuida de su huerto en una finca en La Axarqu¨ªa y disfruta de sus dos nietos junto a su pareja, el italiano Massimo Stecchini. Como dijo el escritor Juan Jos¨¦ T¨¦llez, Marisol fue un accidente y Pepa Flores una conquista.

La vida de Josefa Flores Gonz¨¢lez cambi¨® cuando solo ten¨ªa 11 a?os. Como ella contar¨ªa m¨¢s tarde, fue Manuel Goyanes quien la descubri¨® en 1959 en una actuaci¨®n por verdiales en Televisi¨®n Espa?ola. ?l mismo se desplaz¨® hasta la capital malague?a para convencer a su madre. Entonces la peque?a Pepita Flores se alej¨® de M¨¢laga y su familia. Dej¨® de ser una ni?a. ¡°Soy una se?orita que pas¨® toda su infancia cenando en compa?¨ªa de hombres mayores, oyendo hablar de negocios, contratos, rodajes¡­ mientras yo permanec¨ªa como un mueble¡±, dec¨ªa en la revista Blanco y Negro en 1973. Jornadas laborales eternas, obligaci¨®n de cantar ante Franco o falta de libertad son ingredientes de unos a?os sobre los que tambi¨¦n han surgido sombras de abusos sexuales y f¨ªsicos.?Su entorno lo ha desmentido, aunque ella no se ha pronunciado.

Su debut en el cine fue en 1960, en Un rayo de luz, con la que obtuvo el premio a la mejor actriz infantil en la Mostra de Venecia. A partir de ah¨ª llegaron t¨ªtulos b¨¢sicos de la cinematograf¨ªa espa?ola: desde Ha llegado un ¨¢ngel y T¨®mbola a La chica del molino rojo, Los d¨ªas del pasado, Bodas de sangre o Carmen. Trabaj¨® a las ¨®rdenes de Juan Antonio Bardem, Carlos Saura o Mario Camus, y por todo ello es ¡°una de las actrices m¨¢s queridas y recordadas por el gran p¨²blico¡±, seg¨²n explic¨® la Academia el pasado mi¨¦rcoles. Su ¨²ltimo trabajo en la gran pantalla fue Caso cerrado, en 1985. Entonces decidi¨® tomar definitivamente las riendas de su vida, algo que no siempre hab¨ªa podido hacer. Su intensa juventud le hab¨ªa pasado factura.

Como recoge el libro Coraz¨®n rebelde, de Luis Garc¨ªa Gil, en los a?os 60 la prensa le atribu¨ªa romances con Mel Ferrer, El Cordob¨¦s, el rejoneador ?ngel Peralta o Palomo Linares. Pero Marisol se cas¨® con Carlos Goyanes ¡ªhijo de su descubridor y con el que se hab¨ªa criado¡ª en mayo de 1969 en la iglesia de San Agust¨ªn en Madrid. Eran dos j¨®venes con ganas de rebelarse ante lo establecido, pero en menos de tres a?os se separaron. Goyanes cont¨® que su mujer, un a?o despu¨¦s de la boda, le confes¨® que estaba enamorada de Joan Manuel Serrat. Con ¨¦l vivi¨® un romance con citas en Barcelona y Begur. Entre sus cerca de 500 canciones grabadas, aparecen temas del cantautor catal¨¢n como Tu nombre me sabe a hierba. Marisol se atrevi¨® incluso a versionar el Hey Jude, de Los Beatles. Entre los compositores de sus letras est¨¢n Juan Pardo, Manuel Alejandro, Aute, Augusto Alguer¨®, Palito Ortega o Caco Senante.

Su gran amor fue Antonio Gades. La relaci¨®n comenz¨® en 1973. ¡°Es el compa?ero que, sin saberlo, hab¨ªa esperado toda mi vida¡±, dec¨ªa ese a?o a Fotogramas. Se enriquecieron y fortalecieron mutuamente. Tres a?os despu¨¦s Marisol aparec¨ªa desnuda en una inolvidable portada de Intervi¨². La fotograf¨ªa era de su fot¨®grafo de cabecera, C¨¦sar Lucas. De la uni¨®n con Gades nacieron sus tres hijas: Mar¨ªa, Celia y Tamara. Fue un amor sincero que tambi¨¦n estaba unido por lo art¨ªstico y lo pol¨ªtico desde la izquierda. Se casaron en 1982 por lo civil en Cuba con Fidel Castro como padrino y se divorciaron cuatro a?os m¨¢s tarde. Desde 1987, Pepa comparte su vida con Massimo Stecchini, a quien conoci¨® en su barrio de La Malagueta.

Con ¨¦l vive hoy apartada de los focos. Cuando no pasea junto a la playa ¡ªcon gorra y gafas de sol¡ª se acerca a Moclinejo, un pueblecito blanco donde posee una finca en la que cr¨ªa gallinas y planta hortalizas. ¡°Lo ¨²nico que quiere es paz¡±, dec¨ªa su hermana, Vicky Flores, este verano en el programa de televisi¨®n?Lazos de sangre. Con esa tranquilidad ejerce de abuela de dos nietos, y mantiene una estrecha relaci¨®n con sus hijas. Mar¨ªa, con una larga carrera como actriz y dos veces nominada a los Goya; Celia, dedicada al mundo de la canci¨®n; y Tamara, que trabaja en una organizaci¨®n social, la Fundaci¨®n Secretariado Gitano, y siempre ha querido permanecer ajena al mundo del espect¨¢culo. Quiz¨¢s sea una de ellas la que acuda a recoger el Goya de Honor el pr¨®ximo mes de enero. Habr¨¢ que esperar. Pepa Flores hace ahora lo que le da la gana.