Manuel Goyanes y aquel cine oficial de los sesenta
Posiblemente sea el descubrimiento de la ni?a prodigio Marisol el dato m¨¢s conocido de la filmograf¨ªa de Manuel Jos¨¦ Goyanes, el productor cinematogr¨¢fico que falleci¨® anteayer en Madrid a la edad de 70 a?os. Con Marisol se potenci¨® un ciclo de pel¨ªculas que marca por s¨ª solo el cine espa?ol oficial de los a?os 60.Los ni?os cantarines que difund¨ªan las consignas de la moral dominante se propagaron en multitud de pel¨ªculas, repiti¨¦ndose a s¨ª mismos, adormeciendo con sus gracietas a los espectadores que, por decreto, no deb¨ªan crecer. Marisol, a?os despu¨¦s, ha manifestado su desagrado por aquella ¨¦poca de su infancia en la que deb¨ªa fingir alegr¨ªas y fidelidades no coincidentes con su af¨¢n de independencia. Otros ex ni?os prodigio han desvelado tambi¨¦n las mentiras de aquel cine de consumo que se fabric¨® originalmente en serie en la empresa de Manuel Goyanes.
Pero no se redujo su labor cinematogr¨¢fica a estas pel¨ªculas aunque s¨ª fuera las de mayor impacto popular. Tambi¨¦n auspici¨® algunas obras de Bardem. Muerte de un ciclista, Calle mayor y La venganza, tres de sus mejores filmes, ganadores, adem¨¢s, de varios premios internacionales, salpican la filmograf¨ªa de Goyanes con esp¨ªritu parad¨®jico. Fue, quiz¨¢s, un tanteo. Nuevos aires se respiraban en Espa?a hacia la mitad de los 50 y quienes ignoraban los peri¨®dicos para informarse mejor, sab¨ªan que algo deb¨ªa ir cambiando. El cine de Bardem propon¨ªa ese cambio pero con tanta sinceridad que un sistema empresarial de producci¨®n no pod¨ªa permitirlo durante mucho tiempo. Marisol, pues, reemplaz¨® a Bardem.
Goyanes enlaza en sus trabajos con Benito Perojo y Ces¨¢reo Gonz¨¢lez, dos nombres clave en la sustituci¨®n de Cifesa, la marca de producci¨®n nacida en la Rep¨²blica pero, puesta luego al servicio de Franco. Su cine ampuloso, de cart¨®n piedra, precisaba de una renovaci¨®n y, desde el poder, se pro egi¨® el relevo. Benito Perejo olvid¨® su af¨¢n inventivo (el de, por ejemplo, la espl¨¦ndida Verbena de la Paloma, que dirigi¨® en 1935) para volcarse al cine incondicional del r¨¦gimen; Ces¨¢reo Gonz¨¢lez pretendi¨® una multinacional iberoamericana sin tener en cuenta las restricciones de la censura y su propio conformismo personal. Goyanes, a caballo en ese medio, no alcanz¨® con su trabajo un sello tan reconocible como el de sus contempor¨¢neos pero foment¨® un cine que continuaba su labor.
Al principio de su carrera cinematogr¨¢fica, cuando abandon¨® los estudios de Medicina, fue ayudante de Benito Perojo y, a?os despu¨¦s, produjo una nueva versi¨®n de La verbena de la Paloma que dirigi¨®, ya sin aciertos, Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia. R¨¢pidamente, dej¨® Goyanes las ayudant¨ªas de direcci¨®n para transformarse en director general de producci¨®n de Cifesa, Aspa y Suevia Films, trabajo que abandon¨® en 1953 para crear ya su marca propia: Gui¨®n Producciones Cinematogr¨¢ficas.
Las pel¨ªculas que realmente cuentan en la historia del cine espa?ol se hicieron al margen de las inquietudes de las firmas para las que trabaj¨® Manuel Goyanes. Lo que ¨¦stas hicieron sirven sobre todo para recordarnos las razones que hab¨ªa en Espa?a para que no se pudiera hacer un cine adulto y en libertad.
Babelia
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