La jaula europea

En la universidad, aprend¨ª pol¨ªtica europea de un joven profesor llamado Ra¨¹l Romeva. El exconsejero de Asuntos Exteriores de la Generalitat, condenado en el juicio del 1-O, pertenece a una generaci¨®n de acad¨¦micos que puso una gran esperanza en la Uni¨®n Europea. Frente al rezagado Estado de bienestar espa?ol, la UE ofrecer¨ªa una modernizaci¨®n expr¨¦s para Catalu?a. Espa?a era la jaula, Europa la libertad.

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Pero Europa ha sido una trampa para los independentistas. En teor¨ªa, la existencia de una entidad supranacional abarata la secesi¨®n. El nuevo pa¨ªs se ahorrar¨ªa los costes m¨¢s onerosos de la separaci¨®n: crear su propia moneda, firmar acuerdos comerciales, o defender sus fronteras.

Pero, en la pr¨¢ctica, la UE imposibilita la independencia de un territorio contra la voluntad de su Gobierno central. Este es el principio de realidad b¨¢sico que deben asumir los soberanistas. Lo que de veras impide la separaci¨®n de Catalu?a no son las instituciones judiciales o pol¨ªticas espa?olas, sino las europeas.

La UE se ha revelado como una portentosa fuerza conservadora. La UE minimiza la probabilidad de alteraciones del orden legal y territorial. Hace ya m¨¢s de tres a?os que los brit¨¢nicos votaron salir de la UE, pero todav¨ªa est¨¢n dentro. Y, aunque formalmente lleguen a salir (ya veremos cu¨¢ndo), lo m¨¢s probable es que, informalmente, el Reino Unido est¨¦ atado por incontables regulaciones europeas. Es dif¨ªcil concebir un arreglo para el Reino Unido muy diferente al que tiene Noruega, presa en el fondo de lo que se decide en Bruselas.

Hoy, con la crisis catalana y el Brexit, y ayer, con la crisis griega, la UE ha roto el estereotipo de que es un club fr¨¢gil al borde de la disoluci¨®n. De hecho, tanto la ilusi¨®n desmesurada en la UE, vista como fuerza emancipadora de las naciones oprimidas, como el miedo exagerado a que la UE colapse en la pr¨®xima crisis son dos caras del mismo problema: nuestra fe excesiva en el proyecto europeo.

La UE es, sobre todo, un aparato burocr¨¢tico-legal, que avanza lentamente, pero no retrocede. Petrifica todo lo que toca. Los ingenieros de la UE ¡ªno los pol¨ªticos, sino los funcionarios¡ª han tejido una tupida red de regulaciones y compromisos de la que no puedes escapar, como han comprobado griegos, brit¨¢nicos y catalanes. Quiz¨¢s un d¨ªa el Titanic europeo se hundir¨¢. Pero, hasta entonces, nadie puede escapar de ¨¦l. @VictorLapuente