La reina Sof¨ªa, en el epicentro de la reconciliaci¨®n familiar de los Borb¨®n
La madre de Felipe VI celebra hoy su 81? aniversario m¨¢s cerca de don Juan Carlos y con su hija Cristina en v¨ªas de reintegrarse en Espa?a mientras Urdagarin sigue en prisi¨®n
Hace hoy un a?o, en las escaleras del palacio de La Zarzuela, la familia Borb¨®n y Grecia escenificaba la reconciliaci¨®n en una foto en la que estaban todos sus miembros. Por primera vez en mucho tiempo, la infanta Cristina y todos sus hijos aparec¨ªan en una imagen de grupo junto a los Reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sof¨ªa. Fue el mejor regalo que recibi¨® la reina em¨¦rita en su 80? cumplea?os. Hoy no est¨¢ prevista una foto similar pero ya da lo mismo. Do?a Sof¨ªa llega a los 81 a?os dejando atr¨¢s tiempos convulsos, esos en los que don Juan Carlos ocupaba titulares por la relaci¨®n con su entra?able amiga Corinna Zu Sayn-Wittgenstein; su hija Cristina se sentaba en un banquillo y su yerno I?aki Urdangarin se preparaba para cumplir condena. Todo ello, mientras los medios de comunicaci¨®n de medio mundo recog¨ªan las im¨¢genes de la Misa de Pascua en Palma de Mallorca, cuando do?a Letizia trataba de impedir una foto con sus nietas. Todos esos tropiezos familiares han reforzado la imagen popular de do?a Sof¨ªa que sigue siendo uno de los miembros m¨¢s valorados de la casa real espa?ola.
Si hay una cualidad en la reina em¨¦rita que destaquen sus colaboradores es su perseverancia que raya la tozudez. Quiz¨¢ eso haya hecho posible que 2019 haya sido el a?o de la reconciliaci¨®n familiar. Eso no significa que do?a Sof¨ªa vuelva a compartir una vida marital con don Juan Carlos, pero ahora s¨ª son capaces de pasar alg¨²n tiempo juntos. En menos de una semana, por ejemplo, han estado en la boda de Rafa Nadal y Mery Perell¨® en Palma de Mallorca y luego han almorzado con unos amigos, Sime¨®n y Margarita de Bulgaria y Carolina Herrera, en un restaurante de Madrid. Este verano tambi¨¦n compartieron unos d¨ªas juntos en el palacio de Marivent.
Paralelamente se han normalizado las visitas de Cristina de Borb¨®n a Madrid. Casi todas las semanas viaja a la capital para luego acercarse a la prisi¨®n de Brieva, en ?vila, donde su esposo cumple condena. Estos desplazamientos los aprovecha, adem¨¢s, para visitar a su familia. Se ha dejado ver por la ciudad con su hermana Elena y con su madre. Tambi¨¦n ha retomado la relaci¨®n con su padre don Juan Carlos al que incluso ha acompa?ado a alg¨²n viaje. Sus hijos entran y salen de la residencia de sus abuelos en el palacio de La Zarzuela e incluso el mayor, Juan, planea mudarse a Madrid para cuando su padre comience a disfrutar de permisos carcelarios. La tensi¨®n entre Cristina de Borb¨®n y los Reyes de Espa?a sigue existiendo aunque se ha mitigado algo.
Do?a Sof¨ªa ha sido la intermediaria estos meses en su familia y en algunos casos algo m¨¢s. Ella ha tenido mucho que ver con la elecci¨®n del centro Don Orione para que Urdangarin realice su trabajo social dos d¨ªas a la semana. La reina em¨¦rita colabora con ¨¦l hace tiempo.
Son buenos tiempos para la madre de Felipe VI, a quien durante a?os se mir¨® con recelo por ser extranjera y hablar regular espa?ol. Naci¨® en Grecia, pero lo cierto es que lleva m¨¢s de medio siglo en Espa?a y, aunque conserva el acento y le gusta hablar en ingl¨¦s con su familia, ha antepuesto su condici¨®n de reina y las obligaciones que conlleva el cargo a sus sentimientos.
La reina em¨¦rita solo estuvo en entredicho en los ¨²ltimos tiempos por su postura sobre los Urdangarin. Unas fotos visitando a su hija y a su familia en Washington fueron interpretadas como un apoyo a su yerno en plena investigaci¨®n del caso N¨®os. Pero lo cierto es que con el tiempo cada vez ha sido m¨¢s cauta en este asunto, todo ello para mantener el cord¨®n de protecci¨®n establecido alrededor del Rey de Espa?a.
Don Felipe no oculta la devoci¨®n que siente por su madre. Por eso ha querido que todav¨ªa mantenga alguna actividad en la vida oficial de La Zarzuela y que siga estando en algunos actos. Adem¨¢s, siempre que puede propicia que tenga reconocimiento p¨²blico. A nadie se le escapa que las palabras pronunciadas por la princesa Leonor durante su discurso en los premios que llevan su nombre en las que agradec¨ªa la presencia de su abuela part¨ªan del deseo del Rey de homenajearla y acallar los rumores que indicaban que no iba a estar en el palco del Teatro Campoamor.
A sus 81 a?os, do?a Sof¨ªa goza de una buena salud. Se cuida mucho. Da largos paseos con sus perros por los jardines de La Zarzuela y hace a?os que retir¨® la carne de su dieta. Ese buen tono f¨ªsico le permite embarcarse en nuevas tareas. Est¨¢ muy involucrada en campa?as medioambientales como la recogida de pl¨¢sticos, en las que ha llegado incluso a participar a pie de playa. Mantiene su estrecho grupo de confianza en el que est¨¢ su hermana Irene y su prima Tatiana Radziwill y el marido de esta, Jean Henri Fruchaud.
La m¨¢xima de ¡°quien resiste gana¡± se ha hecho realidad en Sof¨ªa de Grecia, que vuelve a ser feliz tras unos a?os complicados que la han hecho m¨¢s fuerte y m¨¢s popular.
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