Fuego fatuo
La marcha emprendida por las mujeres por conquistar su libertad ha mandado a don Juan bajo cualquiera de sus formas a pudrirse en la fosa
Si en estas fechas de los muertos en los teatros ya no se repone la obra del Tenorio es porque en la escena del sof¨¢ don Juan ya no se atreve a decirle a do?a In¨¦s: ?No es verdad, ¨¢ngel de amor¡? Hasta la novicia m¨¢s angelical hoy le podr¨ªa replicar: ¡°Oye, ?t¨² eres gilipollas o qu¨¦?¡±. La larga marcha emprendida por las mujeres por conquistar su libertad ha alcanzado uno de sus principales objetivos, que es la de mandar a don Juan bajo cualquiera de sus formas a pudrirse en la fosa. En el cementerio su cuerpo produce de noche un fuego fatuo derivado de la inflamaci¨®n que emite la materia putrefacta. Por estas fechas, solo los rom¨¢nticos alados llevan flores todav¨ªa a su tumba. Todo cambia, dec¨ªa Her¨¢clito, de modo que la figura cursi del burlador de Sevilla se ha transformado en la de un choto violador en manada. En nuestra cultura la fiesta de difuntos viene acompa?ada con toda clase de dulces de mazap¨¢n o de calabaza. Antes se celebraban grandes comilonas sobre las tumbas en los cementerios. Alg¨²n finado descarado sacaba el brazo por debajo de la l¨¢pida y pillaba un bu?uelo, pero hoy los muertos no comen como anta?o, ante el terror que les produce lo que pasa fuera de la tumba, todos los vivos desnudos disfrazados de muertos. Si por estas fechas tiene la costumbre de tomar bu?uelos en honor de los muertos no lo deje para ma?ana porque es posible que el fin del mundo se produzca bajo la forma de un oto?o pl¨¢cido con aroma de casta?as asadas. En cualquier lugar de nuestra cultura, desde los poblados m¨¢s salvajes se oye cantar: ¡°A las benditas almas del purgatorio, que Dios las lleve a descansar¡±. Fue un genio de las finanzas quien invent¨® el purgatorio, un impuesto de peaje a medio camino entre el cielo y el infierno. Ah¨ª est¨¢ hoy el alma en pena de don Juan Tenorio pagando al barquero el tr¨¢nsito hacia el olvido.
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