Gasolina gratis
Los disparates econ¨®micos y las sanciones de EE UU atrofian el funcionamiento del Estado venezolano cuyo saneamiento depender¨¢ de la avenencia de Gobierno y oposici¨®n y de unas elecciones sin trampa
Si Chile y Ecuador ardieron cuando se anunciaron ajustes y carest¨ªas, no es necesaria una maestr¨ªa en ficci¨®n especulativa, ni haber sido bendecido con la anticipaci¨®n cartesiana de Julio Verne, para vaticinar llamaradas en Venezuela cuando el Gobierno de turno decida gravar la gasolina y conciliar las cuentas. Casi todo est¨¢ por hacer en el pa¨ªs petrolero pero el enconamiento nacional no permite transformaciones que requieren acuerdos parlamentarios, no decretos. Nunca hubo cambios estructurales, ni intenci¨®n de acometerlos porque en Venezuela s¨®lo interes¨® el precio del crudo. Un Estado rentista: cobrar, gastar y despilfarrar. Venezuela lleg¨® a regalar un barco a Bolivia en solidaridad con sus anhelos de tener una salida al mar, seg¨²n me coment¨® el fallecido presidente Rafael Caldera. El aumento de los ingresos super¨® el 350% en la Venezuela saudita.
La econom¨ªa es tributaria del subsuelo, y los venezolanos, de sus regal¨ªas. Si el man¨¢ deja de fluir, el pa¨ªs se desploma. El pa¨ªs deber¨¢ curar una dependencia de los hidrocarburos que es adictiva e hipoteca el futuro por sus derivaciones pol¨ªticas, econ¨®micas y psicol¨®gicas. La cultura del subsidio enraiz¨® profundamente, y la distribuci¨®n de la riqueza petrolera caus¨® agravios comparativos. Las millonadas preservaron una relativa paz social entre 1958 y 1999 y financiaron despu¨¦s programas chavistas que beneficiaron a postergados por el bipartidismo de Acci¨®n Democr¨¢tica y COPEI. El grueso de ese contingente se sum¨® a la causa bolivariana m¨¢s por agradecimiento que por ideolog¨ªa.
El presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez pretendi¨® reformas en 1989, pero acab¨® mal: el Caracazo dej¨® 276 muertos y casi tres mil heridos y desaparecidos. Bajo supervisi¨®n del Fondo Monetario Internacional, el mandatario socialdem¨®crata abord¨® un plan de medidas para salir del endeudamiento contra¨ªdo por el pa¨ªs despu¨¦s del boom petrolero de los 70. Las protestas contra el encarecimiento del transporte condujeron a la ola de vandalismo, saqueos y represi¨®n que nutri¨® el descontento popular previo al cuartelazo de Hugo Ch¨¢vez, en 1992.
La democracia venezolana deber¨¢ purgarse para ser sostenible. Lograrlo sin sangre depender¨¢ de un gobierno que no sabe gobernar y quiere perpetuarse y de una oposici¨®n que hubiera podido ser Gobierno de no ser cainita. Si la reconversi¨®n pol¨ªtica es imprescindible- la econ¨®mica produce escalofr¨ªos.
Alguien deber¨¢ corregir estas monstruosidades: en septiembre, por poner una fecha, un litro de gasolina costaba 0,92 bol¨ªvares, es decir, 0,0000475 d¨®lares o 0,0000432 euros. El precio promedio mundial es de 1,09 d¨®lares o 0,992 euros. Eso significa que en Venezuela es 23.000 veces m¨¢s barata. As¨ª que con un euro pueden comprarse 23.148 litros, un cami¨®n; con 10 euros, 10 camiones; y con 100 euros, 100 camiones: 2.314.800 litros, que es como decir gasolina para toda la vida y para lo que venga.
Los disparates econ¨®micos y las sanciones de EE UU atrofian el funcionamiento de un Estado cuyo saneamiento depender¨¢ de la avenencia de Gobierno y oposici¨®n y de unas elecciones sin trampas.
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