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Cuentan que la reina Mar¨ªa Antonieta le¨ªa cuentos de terror mientras esperaba en la Conciergerie la hora de la guillotina. Se entreten¨ªa con relatos de fantasmas antes de convertirse en uno de ellos. El d¨ªa despu¨¦s de las elecciones la imit¨¦ y vi una pel¨ªcula de terror mientras esperaba la coalici¨®n del Gobierno que me niego a llamar Frankenstein porque el monstruo me es simp¨¢tico. Fue They Live, del entra?able John Carpenter, no demasiado buena pero curiosa. Gracias a unas gafas especiales, el protagonista ve la realidad tal como es y no como parece: entre la gente normal se mueven unos extraterrestres con rostro de calavera que nos controlan a trav¨¦s de anuncios y mensajes subliminales, ordenando ¡°obedece a la autoridad¡±, ¡°no pienses¡±, ¡°reprod¨²cete¡±, ¡°el dinero es Dios¡±, etc¨¦tera. Nada demasiado original, pero me result¨® sugestivo. Cre¨ª poseer gafas extral¨²cidas para ver tras los ¡°progresistas¡± de garraf¨®n a seres llegados de planetas no muy lejanos: separatistas de clericalismo xen¨®fobo, terroristas mal reciclados, pesebristas de identidades subvencionadas... Tras quienes claman por ¡°m¨¢s democracia¡± vi a imitadores de los Castro, Maduro, Evo Morales y dem¨¢s boicoteadores de la democracia plena en Am¨¦rica. Y m¨¢s calaveras entre quienes piden libertad de expresi¨®n y manipulan los medios p¨²blicos, entre los ¡°pacifistas¡± que incendian las calles y hostigan a quienes discrepan o impiden a los estudiantes asistir a clases porque sus rectores de disimulada faz siniestra prefieren que hagan m¨¢sters en barricadas. Otros disfrazados son tonantes ¡°antifascistas¡± que a trav¨¦s de mis gafas aparecen como saboteadores de la Constituci¨®n del 78 o sea, lo sepan o no, como lo m¨¢s efectivamente semifascista que hay en nuestro mercado pol¨ªtico. Enga?osas calaveras...

Mar¨ªa Antonieta deja el libro y se estremece: suenan pasos en el corredor, ya vienen a buscarla.