Los ciudadanos responden en Bolivia
El rechazo de Morales a una segunda vuelta electoral coloca al pa¨ªs en una situaci¨®n cr¨ªtica
?C¨®mo se explica que el otrora popular Evo Morales se haya convertido en el l¨ªder m¨¢s detestado, apenas concluidas las elecciones? ?Qu¨¦ sucedi¨® para que las nuevas clases medias, que su mismo r¨¦gimen contribuy¨® a crear, acudan a las calles para exigir su renuncia durante 21 d¨ªas de paros que recordaron el Mayo Franc¨¦s del 68?
Una cadena de hechos explica el deterioro de la imagen de Evo Morales y los episodios que llevan a su renuncia.
En 2016 Morales convoc¨® un refer¨¦ndum para modificar la Constituci¨®n y permitir su reelecci¨®n. Los votantes rechazaron esta modificaci¨®n; pero ello no detuvo su deseo de perpetuarse en el poder, y aleg¨® ante el Tribunal Constitucional, bajo su control, que negarle la reelecci¨®n viola su derecho humano. El tribunal, absurdamente, declar¨® inconstitucional la Constituci¨®n. Posteriormente, la Comisi¨®n de Venecia rechaz¨® ese argumento.
Inconstitucionalmente habilitado, Evo Morales se llev¨® una sorpresa con el resultado de las elecciones, cuando el sistema de conteo r¨¢pido de actas ya digitalizadas alcanzaba el 83,3% de los votos, coincidiendo con tres conteos r¨¢pidos sobre el 100% de los votos ¡ªuno de una empresa contratada por el Gobierno, otro de un canal de la Universidad y un tercero internamente realizado por la Misi¨®n de la OEA¡ª, daba por confirmado que Evo Morales no ten¨ªa el 10% de diferencia con el segundo candidato m¨¢s votado, Carlos Mesa, y que, por tanto, correspond¨ªa una segunda vuelta entre los dos candidatos m¨¢s votados.
Sorpresivamente, en la noche del d¨ªa de la elecci¨®n, la presidenta del Tribunal Electoral orden¨® suspender el conteo. Esa interrupci¨®n dur¨® un d¨ªa, tras la cual se anunci¨® que Evo Morales superaba con cinco d¨¦cimas los diez puntos de diferencia y, por tanto, era el presidente electo de Bolivia. Este episodio surreal caus¨® la reacci¨®n del jefe de la misi¨®n de la OEA, el excanciller de Costa Rica Manuel Gonz¨¢lez, quien expres¨® su indignaci¨®n por esa interrupci¨®n y llam¨® a realizar una segunda vuelta para evitar la violencia.
Ante el rechazo de Morales a la segunda vuelta, se desata una combinaci¨®n de fuerzas incontrolables que lleva a una gran parte de los ciudadanos a salir a las calles durante 21 d¨ªas. A medida que la ira crece, la oposici¨®n pasa a reclamar una nueva elecci¨®n. A partir de ese momento, la protesta es organizada por los comit¨¦s c¨ªvicos de los departamentos, que desplazan a los partidos pol¨ªticos y encauzan la rebeli¨®n de la poblaci¨®n. J¨®venes en las calles, con m¨²sica y manifestaciones art¨ªsticas, generan nuevos s¨ªmbolos, im¨¢genes y esl¨®ganes que unen a todos, incluyendo sectores mineros, cocaleros de yungas, ind¨ªgenas de la Chiquitania.
En Bolivia se ha desatado una combinaci¨®n de fuerzas incontrolables que lleva a una gran parte de los ciudadanos a salir a las calles durante 21 d¨ªas
Los l¨ªderes de estos comit¨¦s, Camacho, de Santa Cruz, que viene de Occidente y que utiliz¨® como s¨ªmbolos una carta de renuncia a Morales y una Biblia, y Pumari, un carism¨¢tico ind¨ªgena del mitol¨®gico Potos¨ª, se convierten en las figuras m¨¢s populares del pa¨ªs y dan energ¨ªa y unidad al movimiento contestatario.
Para desactivar tensiones, el Gobierno pide una auditor¨ªa de la OEA para frenar el creciente malestar social. La auditor¨ªa parec¨ªa ser el camino para resolver el dif¨ªcil entuerto en el que se encontraba la OEA.
El 9 de noviembre, el secretario general de la OEA declar¨® que ¡°la elecci¨®n del 20 de octubre debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente¡±. Y a?adi¨® que se requiere ¡°una nueva composici¨®n del ¨®rgano electoral¡±. El informe de la auditor¨ªa hizo un recuento de la magnitud y diversidad de los delitos electorales.
A partir de ese momento, la presi¨®n social frente a un Gobierno que se burl¨® de su voto encuentra a la polic¨ªa y al ej¨¦rcito en la disyuntiva de reprimir al pueblo en rebeli¨®n o de unirse a este. Primero la polic¨ªa y luego el ej¨¦rcito decidieron replegarse. El ej¨¦rcito declar¨® que ¡°las Fuerzas Armadas no tomar¨¢n las armas contra su pueblo¡±. Esto lleva a Morales a presentar su renuncia en una conferencia de prensa donde se victimiza y dice que desde el Chapare continuar¨¢ la lucha. Al poco tiempo, se va a continuar la lucha a M¨¦xico.
Una vez que se produce la sucesi¨®n constitucional, despu¨¦s de d¨ªas de violencia, la senadora Jeanine A?ez tom¨® posesi¨®n como presidenta interina, manteniendo el hilo constitucional, como interpret¨® el Tribunal Constitucional. Ese d¨ªa, Almagrodeclar¨® que en Bolivia s¨ª hubo un golpe de Estado, pero que lo llev¨® a cabo Evo Morales el d¨ªa de la elecci¨®n.
Bolivia vive uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos de su historia contempor¨¢nea. La recuperaci¨®n de las instituciones democr¨¢ticas es lo que esperan los bolivianos. Sin embargo, este proceso se dar¨¢ en medio de una compleja situaci¨®n que combina una econom¨ªa en crisis y profundas fracturas pol¨ªticas y sociales promovidas por Morales. Los bolivianos esperan soluciones, ya no quieren seguir de esperanza en esperanza, como los jugadores de loter¨ªa, que se consuelan de su p¨¦rdida pensando que ganar¨¢n la pr¨®xima vez. Esta experiencia traum¨¢tica ha llevado a los bolivianos a comprender que la verdadera libertad no depende de ideolog¨ªas, ni de buenas intenciones de los gobernantes, sino de leyes y de un efectivo equilibrio de poderes.
Jaime Aparicio Otero fue presidente del Comit¨¦ Jur¨ªdico Interamericano y es profesor en la Universidad George Washington en Washington DC.
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