La ocasi¨®n de oro para Esquerra y Ciudadanos
Si ambos partidos optan por hacer pol¨ªtica en vez de testimonialismo pueden lograr interesantes r¨¦ditos de la situaci¨®n
![Gabriel Rufi¨¢n, Marta Vilalta y Pere Aragon¨¨s tras conocer el resultado electoral.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/J25VKIWJN5MHVIOCFU7FB3OVZE.jpg?auth=514fb6fe805be497a746fb7fe098d6c4273c2080900571371ae1e6a42e8d96fc&width=414)
El empe?o de la investidura de Pedro S¨¢nchez es, adem¨¢s de un embrollo, una ocasi¨®n de oro tanto para Esquerra Republicana como para Ciudadanos. Si ambos partidos optan por hacer pol¨ªtica en vez de testimonialismo pueden lograr interesantes r¨¦ditos de la situaci¨®n: viables solo si son compatibles con los beneficios para el aspirante socialista.
?Qu¨¦ les ocurre? Esquerra viaja tortuosamente al pragmatismo, sumergida en un ¨¢spero sudoku triangular. Primero, compite con el pujolismo radicalizado (la CUPverg¨¨ncia), lo que la atenaza ante un adelantado escenario electoral, si el juicio a Quim Torra que hoy comienza acaba inhabilit¨¢ndolo por desobediencia. ?Por qu¨¦? Porque en una coyuntura de honda crisis las posturas m¨¢s polarizadas gozan de prima.
En el segundo ¨¢ngulo, su base, asamble¨ªsta, aprovechar¨¢ estafase pre-Congreso del partido para forzar a la direcci¨®n: ya lo hizo antes impidiendo que renegara del todo de la fracasada opci¨®n unilateralista y la aceptase como otra m¨¢s, esa incoherencia. Y como efecto de ambos ¨¢ngulos, el tercero, la relaci¨®n con el PSOE, exhibe un estrecho margen de maniobra para ambos.
Pero toda alternativa a su abstenci¨®n desembocar¨ªa en una hip¨®tesis peor: ?podr¨ªa permitirse Esquerra aparecer como el vi¨¢tico de Vox? Ni sus electores, ni sus dirigentes encarcelados lo ver¨ªan como mejor opci¨®n. Por eso tiene tres tareas: recordar que la posconvergencia es fr¨¢gil aliado: siguen menudeando cada d¨ªa sus esc¨¢ndalos (financiaci¨®n de Waterloo, desv¨ªo de fondos de Deportes...); contraponer a sus talibanes el prestigio interno de un Carles Mund¨® (el unilateralismo ¡°es poco ¨²til¡±), y buscar una s¨ªntesis con el aspirante: primero, trenzar un acuerdo intracatal¨¢n, como enfatizan los socialistas; luego, verter sus conclusiones a un espacio intraespa?ol, como desean los indepes en su af¨¢n bilateral (leg¨ªtimo si no excluye el multilateralismo).
Lo de Ciudadanos es m¨¢s sencillo y rotundo. Para sobrevivir como tal y evitar una opa del PP, tiene la v¨ªa de refundarse recuperando ya su perfil autotraicionado: centrismo liberal contra pactos opacos con los ultras; funci¨®n de bisagra con pactismo en distintas direcciones. Eso implicar¨ªa, ahora, anunciar la hip¨®tesis de abstenerse y negociar sus t¨¦rminos program¨¢ticos.
?Y el inter¨¦s de S¨¢nchez? No ser¨ªa menor balizar desde la Constituci¨®n el encauzamiento de la cuesti¨®n catalana, ni dotar a su alianza de izquierdas de otro vector centrista (junto al PNV) que la hiciera m¨¢s transversal. Y, por tanto, m¨¢s sostenible.
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