Amazonia, centro del mundo

El planeta se prepara para la COP25, trasladada a Madrid. Pero el gesto m¨¢s fuerte por el clima acaba de ocurrir en la Amazonia brasile?a. Los movimientos sociales de la regi¨®n se unieron a los ind¨ªgenas, ribere?os y quilombolas para declarar que, en ¨¦poca de emergencia clim¨¢tica, la Amazonia es el centro del mundo. La semana pasada, esta COP de la selva reuni¨® a intelectuales ind¨ªgenas, cient¨ªficos y j¨®venes activistas europeos de los movimientos Fridays For Future y Extinction Rebellion en la Tierra Media, una de las ¨¢reas m¨¢s espectaculares de la Amazonia. Despu¨¦s, el grupo se uni¨® a los movimientos sociales en Altamira, ciudad que es el epicentro de la destrucci¨®n, para declarar que nuestra especie solo tendr¨¢ futuro mientras exista la selva.

No es una alegor¨ªa ni un truco ret¨®rico. Sin la mayor selva tropical del planeta no se puede controlar el sobrecalentamiento global. La Amazonia salva el planeta todos los d¨ªas, por la transpiraci¨®n. Crea lo que los cient¨ªficos llaman r¨ªos voladores: 20.000 millones de litros se lanzan a la atm¨®sfera cada 24 horas. Esta apoteosis de la naturaleza se est¨¢ destruyendo velozmente, un proceso que se ha acelerado en el Gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro. Algunas partes de la selva ya han llegado al punto sin retorno. Otras a¨²n pueden salvarse. Es lo que la COP de la selva, denominada Amazonia Centro del Mundo, le dice al planeta, al derribar los muros levantados por los d¨¦spotas elegidos para unirse alrededor de un objetivo global.

El lunes el evento tuvo lugar a orillas del Xing¨², en la Universidad Federal de Par¨¢, y fue la expresi¨®n de la emergencia que denunciaba. Un antrop¨®logo al servicio del lado podrido de la agroindustria hab¨ªa convocado a grileiros (ladrones de tierras p¨²blicas) y terratenientes para que invadieran la universidad y difundieran la mentira de que el evento amenazaba ¡°la soberan¨ªa nacional¡±. Un peque?o grupo se instal¨® a la derecha de la asamblea y gritaba cada vez que un invitado se manifestaba, intentando impedir el debate. Los guerreros del pueblo kayap¨®, que proteg¨ªan a Raoni, el gran l¨ªder ind¨ªgena nominado al Nobel de la Paz, formaron una barrera protectora. Eso es lo que sucede todos los d¨ªas en la Amazonia. La diferencia es que, casi siempre, en esta disputa, los pueblos de la selva caen acribillados.

Despu¨¦s se anunci¨® por el micr¨®fono una noticia alarmante: entre agosto de 2018 y julio de 2019, la deforestaci¨®n aument¨® un 30% con relaci¨®n al periodo anterior. Casi 10.000 kil¨®metros cuadrados de selva han dejado de existir. Si la COP25 no reconoce con acciones inmediatas la centralidad de la Amazonia y de la naturaleza, los humanos corren el riesgo de vivir en un planeta hostil incluso antes de que se cumplan los peores pron¨®sticos.

Traducci¨®n de Meritxell Almarza.